El mundo está amarillo
con rocas ocre esparcidas en la amarilla piel sin disfraz
lineas que encallan al final de la ruta propia
ahora repleta de acantilados como manchas en un universo blanco
que se aconchan y endurecen
en esta amarilla condena
de cuerpo y sin ningún armatoste que llegue a importar
la muerte llega escondida en lo que ahora son almohadas de seda
en las pequeñas casas de los hombres amarillos
Publicado en: Blog de Armando (La bruma)
2 comentarios:
Hola Armando, muy bueno lo tuyo. Creo que un poco de resignación en el poema, quizás me equivoco. Un saludo grande. Neli :)
Gracias, sí, es triste y hay cierta resignación... así es no más. :)
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