domingo, 28 de noviembre de 2010

Antes que yo, en cólera y sangría - Carlos Barbarito

A Georg Trakl

Antes que yo, en cólera y sangría.
Como yo, un ojo hacia los próximos ramajes
y el otro hacia las remotas estrellas.
Antes que yo, en dolor sin anestésico,
a la luz de lámparas agónicas,
cerca de los caballos, sus cuartillas y antebrazos.
Como yo, ante el entierro del sol,
el negro vuelo de los pájaros,
la hermana en otoño, el purpúreo sueño.
Después que yo, en cuanto pulse,
respire, pernocte, se despliegue como un mapa
o se contraiga como una santa,
en la flor de artificio, en la flor verdadera,
en el abrazo de los amantes,
en los insectos sobre la carroña.

de: "Paracelso y otros poemas", inédito.

¿Qué espero ser, entre las sombras…? - Carlos Barbarito

¿Qué espero ser, entre las sombras,
cuando el día enumera los muertos
y olvida el nombre de los vivos?
¿Qué estela, máscara, quimera aguardo
para no desaparecer al cabo del día
como la flor en el vaso;
qué milagro, crimen, fulgor aguardo
antes que la ola golpee contra la roca
y todo quede, de una vez y para siempre, explicado?
¿Qué súbito fuego en el agua,
qué imprevista aparición angélica en la escena,
qué llave exacta un instante antes del viento,
qué Lázaro resurgido de su hueco bajo los malvones?
¿Y si lo turbio gana espacios en los jardines,
invade hasta lo más preciado,
quita iluminación de estaño hacia la inocencia,
vuelve apenas uno lo que era doble,
convierte en artificio el olor del pan, el sabor del pez?
¿Qué seré – me pregunto-, esta misma noche
mañana, nunca, mientras los niños juegan,
en un eterno mediodía, que ni en sueños alcanzo?

de: "Paracelso y otros poemas", inédito.

Cobra. Mamba negra. Víbora de Russell - Carlos Barbarito

Cobra. Mamba negra. Víbora de Russell.
Amanita muscaria. Amanita phalloydes.
Hierba mora. Buccino. Morena. Viuda negra.
Escorpión. Tarántula. Abeja melífera. Oruga gato. Avispa.
Lamprea. Salamandra. Sapo. Medusa.
¿Quién osaría comerlos,
dejarse tocar, picar, morder por ellos?
Nadie. No parece haber para ellos bendición alguna.
Perduran al sol, bajo la lluvia.
No sienten, ni tienen culpa.
Y, tal vez, porque todo es intricado y secreto,
de algún modo, por ellos, y no por nosotros,
el cielo se azula, el día se hace.

de: Paracelso y otros poemas, inédito.

Paracelso - Carlos Barbarito

A Miguel Ángel Huerta Zúñiga


En el fuego cuidadosamente regulado.
En las aguas inferiores, liberadas de tinieblas.
En el abismo ilimitado del misterio.
En la simiente masculina de los astros.
En los cuatro padres y las cuatro madres.
En el bálsamo sidéreo.
En la luz, simulacro divino.
En el hombre emigrante, siempre extraño.
En los frutos y fuerzas del paraíso.
En las ortigas para arder, en mayo.
En la hez, la escoria.
En la vida aérea, en la esfera, en el hálito.
En la manta que se retira para que se vea la belleza.
En la ciudad y sus puertas, sus ríos que la atraviesan.
En el águila, el buey, el león.
En la locura, no en la prudencia.
En el centro, bajo las aguas.
En el nombre árbol que da árbol, sin alfabeto.

de: Paracelso y otros poemas, inédito.

viernes, 26 de noviembre de 2010

Deshecho de ausencia - Eduardo Betas


Deshecho de ausencia / estos dias encenizados / duelen alcohol / sobre la llaga

Tengo la piel hecha un mendigo / al que se le han perdido todos los umbrales / y renguea hecho tiritas / intentando salir de la lágrima que se le ha hecho cárcel

Insiste. Pero no puede.

Mientras, la ciudad sin su mirada / es una ciudad apócrifa /es un rejunte de esquinas / a las cuales ella no llegará nunca

¿De qué sirven las esquinas, entonces?

Deshecho en la ausencia / mi boca sin la suya / ya se hizo baldío.

Me muerdo la sombra / hasta hacerla sangrar / oscuridad / que me salpica / para siempre.

Deshecho / inauguro este dolor nuevo / profundo / como un parto / pero al revés / como un desnacerme / deshaciéndome…

Con autorización del autor, extraído de http://palabrar.com.ar/

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Nadie sabe lo escrito II - Maritza Kusanovic

Aquí se sentaba el muerto Y se abría
Y miraba desde el fondo quiere
que lo aplasten fuerte Y la llama
y viene/y la deja entrar y se deja hender
Y lo saca de apuro/de quieto/de nada
Y la llama/y viene/y sube en él
Y le hace una boca roja/y entra en ella
y lo asfixia/y se baja la piel/y se rinde
y siente ganas/y ganas de miedo
y ganas de incendio Y la llama
y viene alumbrante/la dolorosa luz
y lo toca/y se vuelca/y se revuelca
todo lo que toca gime Y el Cuerpo sentado
incinera el papel

carta astral - Iris Alejandra Giménez

sucede
que de pronto los astros se marean se distraen
y los hombres quedamos a la deriva sin sentido sin razón
y si antes alcanzaba una mirada a los ojos, ahora
desprovistos de guía nos miramos
y no vemos, nos escuchamos
y no decimos nada, nos buscamos
y empezamos a perdernos.
sucede
que los astros tienen esa costumbre de quedarse dormidos al volante
y volver en sí
cuando ya no hay nada que hacer
y lo que tiene que suceder
sucede



Con autorización de la autora, http://www.lugarnecesario.blogspot.com/

no nada no - Eduardo Betas

Rasguño apenas la madera falsa de mi memoria
burdo aglomerado,
astillitas que ni son del mismo palo
pero las vetas me desconciertan y los nudos me oprimen
la garganta
Rasgo el aire, pesado, denso, como antes de lluvia,
aire que embolsa ese no saber, ese no saber si, ese no saber si velarte
celebrarte, esperarte, llorarte, extrañarte…
Escarbo en el aire y escribo con la sangre asomándose a la punta
de mis dedos, de mis miedos
o vaya a saber qué…
pero asomándose
como si fueran pelirrojas chismosas que salen al patio para ver qué pasa
Pero no pasa nada
no pasás nada
no nadás
no nada
no


Con autorización del autor, extraído de http://palabrar.com.ar/


3er mundo - Macky Corbalán

El aroma de la carne asada
socava el mediodía de
los míseros,
enloquece sus glándulas
y, como los animales de Pavlov,
se agitan por más
cuando nada ha habido.


Con autorización de la autora: http://pasajeradearena.blogspot.com/

A su memoria - Bruno di Benedetto


41

nada para beber

la sedimentación del vino
en la orilla
es áspera
pero bebe igual

la vendimia se celebra
en el fondo

hay sed de todo
en el que nada.

a J.C. Bustriazo Ortiz (1929 - 2010)



Reencuentro - Nanim Rekacz

Ha sido breve la pisada
Rastro de arena en la arena
De humo en el humo
Aroma de pétalos ya mustios
Cansada la mirada

Se arruga
Se estruja
Se desgrana

Desvanecida la aurora
Entre las sábanas
Descansa la mejilla
En el abrazo
Se entrelazan las piernas
Con las piernas

Se eleva
Flota
Se ilumina

Saltando en el vacío
En el silencio
Se duermen
Se sueñan en el sueño
De las nadas
olvidadas


Almuerzo – Aldo Luis Novelli

¿Qué se plantea la mosca cuando me mira?.
Su diminuto cerebro solo le ordena
Comer, defecar y procrear
o se pregunta por su alada existencia
y por la mía, en este mundo chato y desparejo.
¿Qué piensa cuando detenida sobre el cielorraso
me observa almorzar?
¿Hará especulaciones mentales sobre mi hambre
para calcular su futuro almuerzo?.
Nada es tan simple en la mente de los humanos
nada es tan complejo en la vida de la mosca,
pero en este mediodía solitario
me debato entre la caridad cristiana
y las posibles formas del prójimo,
me debato entre invitarla a mi mesa
o saciar con liberal indiferencia
mi hambre privada.

Del libro “Pasajeros del Vacío"

domingo, 21 de noviembre de 2010

Noche - Antonio J. Cruz

Diagonal y blanda,
acaso con desgano,
la lluvia nocturna
desciende sobre la ciudad
dormida.

El macadán de la calle desierta
se deshace en reflejos.

En algún lugar de la noche,
ángeles y demonios
se disputan
el alma de los hombres.


De "Poemas Inéditos"

Un poema del siglo pasado - Eduardo Betas

Compañera

si este silencio confuso

me ata a las palabras

no es que me haya olvidado

de lo que es verte amanecer

al lado mío

es que estoy anclao

anclao en la tristeza

y que viví perdiendo trenes

que por ahí iban a cualquier parte

pero iban

que me convertí en el murmullo

de un hombre

en cafúa de sí mismo

que tengo aún la boca

llena de miedo

y la lengua en telarañas

que necesito la curda más imponente

chuparme todos los espejos

y aprenderme

nuevamente


Primer poema del autor publicado en La Mineta, en 1988.
Con autorización del autor, extraído de Palabrar

Del café a su bebedor - Oriana Pickmann

Cada mañana
Soy una caricia en tus labios
Dejándote mi sabor robusto
De trópico salvaje
Hemos de necesitarnos
De extrañarnos
Formaré parte de tu sangre
Al medio día querrás tenerme
Redondo, caliente, profundo
Como la selva misma
Invadirte húmedamente
En tu voz, tu aliento, en el humo del cigarro
Ahí estoy, evaporado
Y en las noches
Has de mezclarme con tus sueños
Enredarme en tus sábanas
En el insomnio producido
Dulce, amargo, entero, delicioso
Como un beso entregado
Como una boca infinita
Y cada grano, es una gota
Y cada gota es un suspiro
Expectante, te espero
Que me beses para entregarme
Para fundirme
En lo más profundo de tu vientre
Y darte la paz que me pides
Y nuestro amor es un vicio
Nuestra relación es necesaria
En el frío soy tu calor
En tu vida soy alivio
Te entrego mis aromas
Para que en un espasmo de tu lengua
Te enteres que la vida es un instante
Que se bebe a sorbos

martes, 16 de noviembre de 2010

Si me paro de cabeza - Ricardo Giorno

Está el árbol invertido.
Está, pero no se ve,
escondido a la luz y vista.
Está, acaparando energía y
vuelta y vuelta a enroscarse.
Podando las hojas muertas,
muertas y pisoteadas.
El árbol invertido sonríe
aunque si me paro de cabeza, llora.
Esconde la copa y bebe un sorbo
atenazando la oscuridad con tal
de humedecer el conjuro.
Y las hojas, muertas, caen al revés,
aunque me atrapan,
si me paro de cabeza.

Fablar – Aldo Luis Novelli

Hablo, no para dejar de callar
no para expulsar el terror de la muerte
que es silencio infinito,
hablo en la calma de las noches
para saber quién soy,
para reconocerme en el resplandor del velador
sobre un papel garabateado,
hablo cuando todos callan
cuando todos sueñan y nadie me oye
(aunque íntimamente espero que ella me escuche),
hablo conmigo y hablo con mis otros
hablo hasta caer en la ruina de los ojos
anhelando que la noche responda.

Del libro “Pasajeros del Vacío"

domingo, 14 de noviembre de 2010

Ars poética - Antonio Cruz

Si alguna vez la musa
te concede la merced de visitarte
y has decidido
desnudar el alma en versos
no deseches
el sublime esplendor de lo sencillo.


No olvides
que si lanzas en vuelo
algún poema,
ya no es más tuyo,
es propiedad de todos los que leen
y no escribas pensando
en aquellos de intelecto prestigiado;
trata de hacerlo
con la exacta certidumbre
de que cada poesía
es patrimonio universal y colectivo.


No abuses de lo oscuro
procura hallar la luz con tus palabras
y por sobre todo
ten presente
que el único poema que deleita
es aquel que nos conmueve,
nos arranca una sonrisa,
quizás algún temblor inexplicable,
o esa lágrima rebelde
que llena de nostalgias
y perturba el alma.

De Poemas Inéditos

Poema con todo tipo de inconvenientes - Miguel Dorelo

Podría aprovechar la ocasión
Para decirte, por ejemplo, que extraño
Tus ojos color del cielo.
Pero…
Tus pupilas son marrones,
Ni siquiera
Grises
Como en un día tormentoso,
Asi que dejaré de lado
Rimas meteorológicas que no
Vienen al caso.
Y
Ya que estoy
En vena poética,
Trataré de
Rememorar
Tu pequeña boca
Tan capaz de grandes besos.
Pero surgen en mi memoria
Aquellos enormes dientes,
Tus enormes y gruesos labios,
Tus pequeños besos secos
Y decido no recordar
Tan
Infausto
Acontecimiento.
No estaría mal
Cantarle loas a tu cuerpo esbelto
Si no fuera por esos kilos de más, entre
Veinte
O
Treinta
Según recuerdo y
Y que hacen imposible
Cualquier tipo
De
Paralelismos
Que no te resulten ofensivos.
De tu carácter amoroso y sensible
Nada puedo decir,
Mi imaginación no llega a tanto
Y
Me invaden constantemente
El recuerdo de
Tus gritos histéricos y constantes,
Tus comportamientos paranoicos,
Tus insultos.

Cuesta arriba se me ha hecho
La elaboración
De este
Poema con todo tipo de inconvenientes
Pero no quise dejar de intentarlo.
Es que a pesar de todo
Un solo objetivo
Me ha guiado:
Que con estas
Humildes estrofas
Sepas que te amo.

La gente quiere leerme - Aazam Abidov

Visto una traje
Largo
De la cabeza hasta los pies.
Está hecho de letras árabes,
De hilo hecho de algodón y piedra,
El hilo es dorado
El algodón y la piedra tienen la forma
De letras árabes.
La gente quiere leerme,
Lo intentan.
Algunas veces son las letras de algodón
Las que tocan sus ojos
Otras, son las de piedra.
Ellos quieren leerme
Ellos quieren leer al que nunca supo leerse a sí mismo.


Traducción del uzbeko: Andrea Cote

viernes, 12 de noviembre de 2010

Poema final (disparo) - Claudia Isabel Lonfat

...y llevas el caño a tu sien, apretando bien las muelas
y cierras los ojos y ves, todo el mar en primavera (Viernes 3 AM)
a Puny Atman

I
Entre adioses perpetuos y pasajeros
vamos creciendo,
perdemos /ganamos
transcurrimos
como el tiempo.


Todo muere
dicen/repiten
las mujeres ancianas mirando al piso,
aunque sus relojes biológicos
giren lentos en la última vuelta
Pero yo
nada sé de muerte
Llevo todo adentro
como si me moraran,
en ese extraño mundo, desconocido para mi,
ese espacio oscuro
desde donde no sé llegarme…


II
Ayer,
o hace siglos,
me despedí de un niño que se fue
por mano propia,
de un niño que abrazaba sueños
de poeta.


Aquel,
el de los ojos negros
con la mirada triste de los pájaros.
Aquel,
que reía dentro las rosas,
y besaba cada pétalo
hasta deshojarse.


III
¿Quién puede escuchar entre tanto ruido?
Si cerrara sus ojos, quizás,
pudiera ver el mar en primavera,
si sólo cerrara sus ojos…


Hoy sé
que algunos se van para siempre,
y otros, simplemente,
se quedan.


Tomado del blog http://www.laperladejanis.blogspot.com/

Sillas azules - Iris Alejandra Giménez

Antes fue oscuridad, aspereza. Suficiente
oscuridad, apenas soportable aspereza.
Abandono y soledad fue;
y angustia y temor. Lo suficiente.
Después vinieron veredas a paso rápido,
siempre en hora;
amaneceres húmedos de invierno;
calles vacías; neblina y ese olor,
que era perfume
que es recuerdo.
Y vino también en un día frío
una casa llena de ventanas;
y una mesa inventada y camas fabricadas para siempre;
y sillas azules y prestadas,
para devolver a tiempo, antes
de que la costumbre empezara a echar raíces. Igual,
hubo sillas azules y prestadas
devueltas
¿a tiempo?

Con autorización de la autora, http://www.lugarnecesario.blogspot.com/

Soy la canción de un lugar - Fernando Montalbano

A veces soy Sabina,
a veces soy Serrat,
a veces Utopía,
a veces nunca más.

Y es que a veces soy John Lennon
con Troilo haciendo dúos,
Discépolo y James Taylor,
Chabela con El Mudo.

León, y en un entierro
la guerra y la poesía,
y los Hombres de Hierro
que no se oxidan.

La canción de un lugar
que se llama Libertad.

A veces soy el Chavo,
Piluso y Groucho Marx,
y de un hondazo acabo
con tanta seriedad.

Y es que siempre soy milonga
en La Balsa del rock,
y cuando quieren conga
los besa mi tambor.

Detrás de las paredes,
rasguño junto a vos.
Maquillo a los que pierden
con mi voz.

La canción de un país
que se llama Soy de aquí.

A veces soy yo mismo,
desnudo y sin barniz,
y silbo mis abismos
colgados de un atril.

Y es que yo también elijo,
y no soy pentagrama;
la música es el hijo
de la mujer que se ama.

Imagine all the people
soplando en el viento,
no ves que soy tan simple
como vos.

La canción, esta vez,
es El Reino del Revés.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

A veces, hay días - Daniel Frini

No sé lo que pasa.
No entiendo.
Parece que no fuera cierto.
Apenas confusas secuencias
de un cuento
donde estamos solos
y duele el silencio.
Te siento lejana y estás a mi lado.
Te siento tan mía.
Me hacés tanta falta.
Me duele decirlo y lo digo,
me duele sentirte y te siento
muy cerca mío.
Tan cerca que me es imposible
negarme a tu imagen.
A veces me duele decirte que extraño
tus ojos, tus labios, tus manos.
A veces me alegra soñarte
cerrando los ojos
y hablarte,
o no hablarte
y besarte.
Hay días que el cielo
parece más pálido.
Quizá porque sabe del mal que me hago
pensando en vos.
Nada más que en vos.

Non omnis moriar - Manuel Gutierrez Nájera

¡No moriré del todo, amiga mía!
De mi ondulante espíritu disperso,
algo en la urna diáfana del verso,
piadosa guardará la poesía.

¡No moriré del todo! Cuando herido
caiga a los golpes del dolor humano,
ligera tú, del campo entenebrido
levantarás al moribundo hermano.

Tal vez para entonces por la boca inerme
que muda aspira la infinita calma,
oigas la voz de todo lo que duerme
con los ojos abiertos de mi alma.

Hondos recuerdos de fugaces días,
ternezas tristes que suspiran solas;
pálidas, enfermizas alegrías
sollozando al compás de las violas...

Todo lo que medroso oculta el hombre
se escapará vibrante, del poeta,
en áureo ritmo de oración secreta
que invoque en cada cláusula tu nombre.

Y acaso adviertas que de modo extraño
suenan mis versos en tu oído atento,
y en el cristal, que con mi soplo empaño,
mires aparecer mi pensamiento.

Al ver entonces lo que yo soñaba,
dirás de mi errabunda poesía:
era triste, vulgar lo que cantaba...
mas, ¡qué canción tan bella la que oía!

Y porque alzo en tu recuerdo notas
del coro universal, vívido y calmo;
y porque brillan lágrimas ignotas
en el amargo cáliz de mi salmo;

porque existe la Santa Poesía
y en ella irradias tú, mientras disperso
átomo de mi ser esconda el verso,
¡no moriré del todo, amiga mía!

Amor de frutas - Gioconda Belli

Déjame que esparza
manzanas en tu sexo
néctares de mango
carne de fresas;

Tu cuerpo son todas las frutas.

Te abrazo y corren las mandarinas;
te beso y todas las uvas sueltan
el vino oculto de su corazón
sobre mi boca.
Mi lengua siente en tus brazos
el zumo dulce de las naranjas
y en tus piernas el promegranate
esconde sus semillas incitantes.

Déjame que coseche los frutos de agua
que sudan en tus poros:

Mi hombre de limones y duraznos,
dame a beber fuentes de melocotones y bananos
racimos de cerezas.

Tu cuerpo es el paraíso perdido
del que nunca jamás ningún Dios
podrá expulsarme.

La muerte - José Carbajal

Me enrosco en tus ancas fuertes
y en tus ternuras, mi negra
me gusta vivir la vida
entregándome a la suerte
pa' no tener tanto miedo
cuando me abrace la muerte

Será porque tengo el cuerpo
llenito de madrugadas
que busco una muerte viva
jamás una muerte mansa
o será que no se eligen
estos barullos del alma

Atrás de la enamorada
anda el que esta enamorando
detrás de mi vida, negra, corren
los que van matando

Con chorros de mariposas
enamoramos la vida
entre sábanas calientes
promesas y despedidas
y bajo cada aletazo
anda la muerte escondida

Angelito de Bosteco
ventanita de un verano
me enseñaste la tristeza
cuando soltaste mi mano

Quedarás con los mariachis
cantarás en las trompetas
y yo me marcho solito
llorando por que me cuesta

La muerte no tiene manos
la vida se las quitó
pero le dejó la boca
y le dice: Ven, mi amor

Muerte que anda de amargura
como si se lo pidiera
déjeme un ratito solo
pa' arreglarme con mis penas

Le juro que si se ensaña, muerte
con mi corazón
el día que me caliente
entro a perseguirla yo

¿Con quién se moja la muerte
que nunca chupa conmigo?
y amigo de buena vida
no le importa ni un comino.

¿A dónde se irá la muerte
que salió en punta de pie?
- !No me interesa compadre!,
ya lo sabremos después

La muerte andaba rondando
quien sabe dónde andará
no me dejes alegría
no te vayas vida mía
que esta puta, vieja y fría
nos tumba sin avisar

sábado, 6 de noviembre de 2010

A pesar de todo la eterna soledad - Yosie Crespo

Como la amarga pirueta
de una esquina sin alma
esconde verdades
la eterna soledad.

Suficiente descubrir
la entalpía infinita
de su boca.
Curiosa la huella
que ausente convoca
algunas lunas
y a pesar de todo ama.

El tiempo se hizo sangre
como un gesto suspendido
por su eterno deambular.
Secretos que muerden
profecías de otros
que escogen volver.

Inevitable descubrir
que siempre fuimos
el deseo de un grito.

Extraído de Pensamientos y reflexiones del pájaro que vuela sobre mi cabeza

¿soy yo esta mujer? - Claudia Isabel Lonfat

¿Soy yo esta mujer que anda conmigo...? Hilda Hilst


Me pregunto
Si soy yo esta mujer
que camina con mis pies
se mueve entre mis gestos
o besa con mi boca
Si en esa prisa muda
se descuelga del mundo
usando mis sentidos

Seré yo
esta que mira
con mis ojos asombrados
y tantea el filo de la vida
con las manos rotas
Seré yo
esta que viste
disfraz de mujer entera
aún sintiendo el sabor amargo
de la derrota

Me pregunto
si soy yo esta mujer
que reclama con la pluma
lo que su voz no toca.


Tomado del blog: http://mispoetascontemporaneos.blogspot.com/

Insomnio fantasma - Hugo Senone

nunca llego
siempre estoy en el medio de algun viaje incierto
ella me dice: "se llama la vida"

un barco de anclas perdidas
de fantasmas en cubierta
sin viento en popa

amo las cartas
amo los giros de la brújula
amo el regalo de este mar

el horizonte de la soledad
el piano húmedo de la noche
que me acuna sin dejarme dormir

Extraído de Hugo Senone

jueves, 4 de noviembre de 2010

Mujer leyendo - Aazam Abidov

Una mujer está sentada en la villa
La villa está en un basurero
Y la mujer tiene una joroba:
Ella está leyendo

Está oscuro en el basurero,
Una luz tenue
Cruza la villa

La mujer está leyendo
Bajo la pálida luz de la vela

Su esperanza de vida es tenue, muy tenue
La mujer está leyendo en mi sueño

Traducción del uzbeko: Andrea Cote

María hablame - Jimena Arnolfi

está bien, maría,
ya sé que no podés hablar,
pero probemos,
la vida te va empujando despacito contra la pared,
una pared que es abismo,
y caés, caés todo el tiempo,
pero basta, dejá de temblar,
38° de fiebre no es tanto,
saludá al termómetro,
saludá a la cámara,
al final siempre es una joda,
mientras la felicidad siempre es
tirarse por la ventana,
el dolor te hunde en la más puta entraña,
pero volvé, maría,
tirá la toalla,
desatáte el cuello,
desatáte el morbo,
la esquirla enamorada,
dios te ayude, maría,
pero tirá todo lo seguro,
mordéte la lengua
las manos, el pecho,
mordéte todo, maría,
todo por una sílaba de pan,
todo por una miga hecha palabra.

2

otra vez a la cama
para dormir una hora más,
maría, la sábana es para la muerte,
la sábana te arrulla,
te junta los huesitos, el velador roto,
el libro vomitado al lado de la cama,
el miedo siempre colgado de la última percha,
dale, maría, mostráme los dientes,
la mentira como una mugre abajo de las uñas,
la milicia de bordes arruinados,
la ansiedad abierta en las manos,
vení, maría, abrite un vino,
tenés los ojos chocados,
hay que abrir las persianas,
maría, tenés que poner la comida del gato
siempre en el mismo lugar,
¡esta radio se cambia sola!
ponele una papa a la antena, maría,
dejá de caminar que te vas a marear,
el piso se queda con la piel de tus talones,
maría, casi tirás un vaso,
todavía está la temperatura de tu sangre en el sillón,
ese estribillo que cantaste cuando me viste,
ese chamuyito de paraíso impostor
que anotaste en una servilletita arrugada,
maría, temblás como una hoja en mis rodillas,
como una palabra mal entendida,
como un poema que nace y tiene frío..

3
maría, estás desnuda,
toda dormida,
esos pelos, siempre tanto quilombo,
los atrapasueños,
los ojos revueltos,
tenés las pestañitas como bailando,
las ojeras, maría,
cuando te veas las ojeras
rodeando esos ojos contentos,
la boca aturdida de besos,
la feria de besos,
el viaje de besos,
ahora entiendo, maría,
temblás como una hoja en mis rodillas,
como una palabra,
como un poema que nace
y tiene frío.

4
pero no te preocupes, maría,
este poema puede ser un poema ortopédico,
un poema sucio,
un poema desnudo,
o por qué no,
esto también puede ser un poema malo,
otro poema malo,
un poema hecho una pinturita,
un poema al tun tún que sea tu cuerpo,
un poema con tus piernas,
con tu sexo,
con tu esqueleto,
un poema que sea un poema tuyo, maría,
no te preocupes,
un poema con tus omóplatos,
un poema con tus omóplatos bien ruidosos,
un poema que sea tu tamaño en el mundo,
tu quilombo de metro sesenta y pico,
un poema que te nombre, maría,
un poema que te calle
y otro poema que te mate.

Reloj – Aldo Luis Novelli

Especulé con la rutina de los siglos
transé con los ángulos agudos,
me mentí en agujas adelantadas
pero nada sirvió:
igual llegué tarde al horario de los otros.

Del libro “Escombros"

como palomas - Iris Alejandra Giménez

a la izquierda desde la ventana del colectivo en el que viajo las puedo ver

siempre enajenadas ellas y a la vez

tan sujetas al suelo a los techos pobres de los pobres

edificios que si no demuele el organismo caerán

por su propio peso y abandono caerán

como quienes diariamente sobreviven y esperan ver amanecer

solo para contar otro día y palomas

apostadas en los techos como ángeles olvidados de sí


Con autorización de la autora, /http://www.lugarnecesario.blogspot.com

Poemas de “DESDE EL EXILIO HACIA HIROSHIMA” (2006) - Antonio J. Cruz

I


Penumbras
sobre mí.

En lo profundo yace,
desvestida,
mi nostalgia.

Del otro lado
de este océano oscuro
hay un puerto
donde late la vida.




II


La oscuridad
no está en lo confuso
que me envuelve
sino en la pérfida sospecha
de que no me recuerdas.



III

No existe soledad
si no hay ausencia;
puedo saberlo
porque he vivido soledades.

Pero no hay soledad peor
que aquella
que acuna nuestras horas,
a la luz de unos ojos,
por la noche
bajo las estrellas.




XI

Sobre la muda agonía
del crepúsculo
se despeña, silenciosa,
mi memoria.

El ocaso es gris
como la lluvia,
como mi sed,
como tu imagen,
como este terrible desamparo



III

Hacia atrás,
mi nostalgia hecha cenizas;
hacia delante
mi esperanza en llamas.



X

Mi ansiedad
se vislumbra en cada verso;
dibujo letra a letra
cada estrofa
con el abnegado tesón
de un amanuense.

Es difícil
ponerle alas
a cada uno de mis verbos
y azuzarlos
a que levanten vuelo.




XII

Apresar lo sublime;
esperar que las palabras
no se agoten.

Batir mis alas fatigadas.

Buscar ese rayo
que nos lleve hacia la gloria.





XV

Mis ilusiones cuelgan
de alguna nube presurosa.

El ángel oscuro
ya no ríe.

Ahora habito
con el alma desnuda
y el corazón a la intemperie
la exacta madriguera
donde se pinta
el reverso de la vida.