Me turban tus suspiros de colores tenues
en los que vive mi corazón sin prisa
latiendo para alimentar tu vida
que pertenece a la mía indefectiblemente.
Desmayo con tus ojos dormidos
y me traslado al rincón imposible de tus sueños
donde habito irrealmente, felizmente
bebiendo de la fuente de tu voz.
Moldean tus dedos mi piel distraída
despertando formas inesperadas
en las que te refugias desesperadamente
hasta que exploten gritos en cascada.
Y tu piel, lugar de donde respiro
el aroma de tu vida con la mía
esculpiendo el tiempo y el espacio
en el que tu sabor se confunde en mis labios.
1 comentario:
Oriana: esto es una preciosidad, un auténtico cariño de poema.
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