Aquí impúdicos –señoras y señores–
yacen de las nubes de magia los dueños
como en un museo de los sueños
en un depósito de patéticos candores.
Son nubes ásperas de humo sulfuroso
–coloreadas para esconder noticias asesinas–
que usan magos vestidos de azul libidinoso
para evitar la muerte atroz de sus vecinas.
En una nube se sentó un bardo joven
y se entristecieron los gatos y las margaritas.
hubo desdén de espectadores descreídos
Hubo también en esas nubes escondidas Afroditas
que fornicaban rasuradas con los magos poseídos
por una especie de vapor escapado de sus (m)anos.
De: tangos espurios (2004)
2 comentarios:
Catorce signos de admiración!!!!!!!!!!!!!!
Gracias, Javier! (15)!
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