domingo, 7 de marzo de 2010

(de)Acuerdo - Aitor Zancajo

Para que no me importes,
delego en ti tu grave pertenencia,

y para no importarte,
alejo mis falanges de tu cuerpo.

No nos importunemos,
aunque el invierno nos sorprenda solos.

La tinta se disuelve. En el papel
mojado un dios naufraga.

El cisne de tu sombra inunda en albas
el mar de vertederos

y nada el horizonte
de grúas amarillas con cansancio

que se disfraza de elegancia.
.......................................................Nadie
regresa a recojer

tu sueño, la propina
que dejan los minutos que se fugan

queriendo ser sincrónicos
en la profunda herida herida de tus pasos.

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