Los muros marchitos son lo único que quedó
Lo demás es del viento
Y del polvo y de la noche total.
Qué cantar cuando el sonido es silencio,
Que amar cuando la vida es un cadáver
Y los prados ya no tienen caras de jade
Y el vino ya se apagó como el sabor que solía
Provocar.
El cemento roto persiste,
La vida quiere recuperar su coraza verde
Pero se enreda en los lazos del final,
Se aturde
Con el último orgasmo de la Tierra…
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