Podría decir esto fue todo ;
qué fácil sería entonces para el fuego,
ardería desde la carne hasta los huesos,
qué fácil sería para el hielo,
helaría hasta la mínima sombra,
el más fugaz de los reflejos.
Podría olvidar mi nombre,
perder la memoria, quitarme las ropas,
cambiar el idioma por el aullido,
dejar que el viento me arrastrara
hasta el fondo más oscuro;
qué difícil sería entonces para el árbol
sostenerse sin raíces,
qué difícil para el deseo
desear sólo la niebla, el humo, las cenizas.
2 comentarios:
Buenísimo. Bueno, lo normal en Carlos, uno de mis poetas preferidos.
Sorprendida! - es poco. Sería fácil...
La vida es todo un desafío.
Muy bueno señor Carlos
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