La soledad impertinente de
los dos
...................extraños que se ignoran
mirándose,
pidiendo la piedad de pluma plúmbea,
el ala de obsidiana encarnizada,
de manos que se enlazan al estimable acero
de anochecer unidos
en una voz lejana a la conciencia.
O la cintura icandescente y suave
de compartir la libertad,
fingir de nuevo una bonita historia
falsificando besos
y traficar
.......................con el cariño
y con el tiempo
en la butaca al lado gris de la cancela,
seguir mirando donde acaba la función.
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