Saborear el aroma de tu flor, sentir en la piel la mañana soleada, con tintas de una noche frenética.
El viaje sin fin, subiendo las lomadas, bebiendo de las sonrisas que se instalan en la ventana, con piares de centenares de poetas de pluma húmeda.
Descubrir los rincones, el efecto placebo que se eleva en un espasmo infinito
Sacude
Sucumbe
Succiona.
Destino de placeres, descubiertos, todos; uno a uno.
El bandoneón al tacto de una diestra, arma letal que seduce, sus notas silbadas surcando los suspiros, las gotas de sudor.
Sucumbiendo el sabio, al aroma de la flor.
Tomado de "http://blogs.clarin.com/apologiadelosmiedos/
1 comentario:
Hola Walter, muy romántico y muy lindo. Un saludo grande. Neli ♣
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