Sueño tu palabra. Todos tus pliegues vierten esa sola y única palabra:
Silencio. Encuentro tu tono. Tiemblo en las armonías, y lloro. Sí, amor. Llorar solo. Mañana será peor, te escuché decir mientras soltabas la cortina. Luego, otra mudez que engarza los corazones callados. Quimérica expresión y de día, te dejo ir. Me dejo ir. Acompaño mudos descensos, un caminar de doloroso ripio. Pequeños pies. Pelito de gorrión. Saltitos de un amor que se va.
No hay comentarios:
Publicar un comentario