viernes, 30 de julio de 2010

el espía - jorge ariel madrazo

Aquella lumbre por lienzos opacada

de un evanescente resplandor rubí

por favor, compréndanlo, les hablo

no de alegre ventana y sí de otra

enfrentada a mi espionaje vergonzante,

donde acaso ya mismo algún enfermo

sin un átomo de fuerzas, ejecute

la agonía que ni alcanzó a ensayar,

en esa roja luminaria o dormitorio

tan irreal como el apenumbrado

declinar de alguna turbia frente


¿no seré yo acaso el desolado huesped

que allí muere y la agüita se escapa de sus

ojos en tanto aquí, no lejos, con lógico estupor

desde mi barandal yo lo espío y me espío

y me aferro a mi silla con pálidos nudillos

y me siento tan sano en esta blanca noche?

(inédito)

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