viernes, 25 de noviembre de 2011

Donante - Daniel Quintero


Donar mis cigarrillos, mi partida de nacimiento, mi abismo, mi golpe justo, mi fiesta de egresado, mi diversión y mi suicidio.
Mi ficha de ingreso, mis promesas, mis anteojos, mi próximo voto, donar el poder que no tengo para asimilar el espanto, mis escrúpulos, mi memoria, mi ocio, mis detractores y mis culpas.
Donar mi primera novia, mi antihéroe, mi alivio, mi último momento, mi oposición, mi funeral, mis críticas y mi salvajismo.
Mi ideología, mi dogma y mis prejuicios, mi almuerzo, donar la cuerda de mi corazón, mis medias viejas, mi amor de ayer, mis uñas de rascarme, mi ingenuidad y mi vista al mar.
Mi utopía, mi sonrisa nueva, mi camino y mi esperma, donar mi soledad, mi inocencia, mi caricia futura, mi viaje a Cuba, mis ganas de morir con vos, mi había una vez, mis pactos, mi costilla y mis conjeturas.
Donar mi nacionalidad y mis límites, mi miedo a la noche, mi propia y ajena vergüenza, mi ciudad y mi silencio, mi orgullo, mi cerveza, mi verbo amar y mis contradicciones , donar la jerarquía de los líquidos donde se remoja la más fiel de mis neuronas.
Donar mi esperanza, mi espejo, mi letra sucia.
Donar mi número de documento, mi animal, mi intención, mis recuerdos, mi agradecimiento.
Donar mi condena, mis manos de lluvia ,mi seguro de vida, mi novia brasileña, mi ironía y mis excesos, mi parte eterna, mi obsesión y mi dialéctica.
Mi hoja en blanco, mi comodidad, mi venganza, mis ruidos, mis deudas y mi autismo.
Mi tajada de primer mundo, mis cicatrices, mis síntomas más loables, mi barba de tres días y mis botas salteñas, mis pro y mis contras, donar la contratapa de mi sangre, mi callejón sin salida, mis motivos, mi papel de regalo, mi bohemia y mis mentiras.
Donar la taquicardia de mi insomnio y mi canción de cuna.
Mi médico de cabecera, mi emoción, mi bandera blanca, mis peces de colores, mi autoritarismo y mi paciencia, mis humedades, mi fetichismo, mis amenazas, mi mejor disfraz de fantasma, mi ley y mi epidemia.
Mis rasgos de esquizoide, mi olvido, mi última voluntad y mi paro cardíaco, donar las pilas de mi reloj, mis versos, mi diagnóstico y mis conflictos.
Mi cara de hacerme el boludo, mi catálogo de infecciones, mi guerra sin nombre, mi otro paisaje, mi parte humana, mi crisis y mi mano izquierda, donar mi soberbia, mi crueldad, mi verborragia, mi promiscuidad, mis sueños y mis ganas de vivir en todos.
Donar mi carne y hueso, mi religión, mi prontuario y mi torpeza.
Mi karma, mi sensibilidad, mi armonía.
Donar mi capa de supermán, mi crisis, mi infidelidad y mis deseos.
Mi sorpresa, mis flagelaciones, mi cuerpo etéreo, mi niñez y mis accesos, donar mi delirio de inferioridad, mi vehemencia, mi trabajo de gaviota , mi tumba y la mitad de mi cabeza.
Mi complejo de grandeza, mi tregua y la inmunidad de mi hígado.
Donar mis alucinaciones, mi tango, mi nacer infinito, mi canción de oído, mi barrio, la ausencia, mi prédica y mi sombra antigua.
Mi premeditación y las dudas con que crezco.
Donar para que sacien las necesidades más secretas amigos y enemigos: utilidades de mi prójimo.




Ushuaia, mayo 1994

1 comentario:

Nélida Magdalena Gonzalez de Tapia dijo...

Hola Daniel me encantó, muchos éxitos .
Neli :)