La muerte, novia gris de los perversos,
firma autógrafos, conspicua ante su grey.
Yo sahumo la calle con mis versos;
tan apócrifos lo son, como su ley.
Una puta, un amor, una promesa,
una ética imposible, una verdad;
los derechos humanos, en la mesa.
Han servido a las víctimas. Piedad.
Ay, los tiempos que se vienen,
ay, los tiempos que se van.
Porque hay libros dentados que lastiman,
porque muerden las musas de Serrat.
Conectados a nada nos abisman,
y no pasan los mates por el chat.
Los enchufes vitales de uno mismo
no se adaptan al futuro de ocasión.
Ex alumnos del autoritarismo,
entendimos rock por revolución.
Ay, los tiempos que se vienen,
ay, los tiempos que se van.
Sin gambetas históricas de Diego,
con los trapos del alma bajo el sol
los fracasos que nos dejaron ciegos
en el arco del destino piden gol.
En la patria más íntima traduzco
con manuales inútiles, el mal.
En la esquina resisto y soy quien luzco
la poesía prendida en el ojal.
Ay, los tiempos que se vienen,
ay, los tiempos que se van.
1 comentario:
Hola Fernando, un poema de muy real a la vida actual, muy bueno. Por lo que decís supongo que hemos vivido las mismas experiencias externas, que nos llevana reclamar aunque sea en poema. Un saludo grande, muy lindo tu poema. Neli ☼
Publicar un comentario