miércoles, 6 de marzo de 2013

Un beso para un cuervo desolado - Héctor Ranea

Tu beso de arrebol y oro me dejó en la boca
la sensación de mar
que es el señuelo de la distancia.

Tu beso plantó en mí
el mar quieto del silencio al sol
pero la tórrida voz de tu viaje
no ha sido inocente

Sabes que no puedo con el mar
que los cuervos no nacimos con plumas oceánicas
entonces te sé perdida
aunque conserve el beso
en este oscuro plumaje que me cubre
con el que apenas puedo volar a tu memoria


El Autor: Héctor Ranea

Este poema participa del proyecto: Más que mil palabras de La Tertulia de los Cuervos.

2 comentarios:

Nélida Magdalena Gonzalez de Tapia dijo...

Hola, Héctor.
Hermoso poema, me encantó.

Ogui dijo...

¡Gracias, Nélida! Te invito a seguir leyendo Poemia. Un abrazo