a Francisco “Paco” Urondo
Que sea ella la que se incomode
que hable sin mirar su escéptico mortero
que sea también ella
la que disponga de sus sábanas despiadadas
de su rabia suntuosa y delgada
que sufra sin clamores
o descanse sobre su clausura aquerenciada
porque “esta vida que maltrata y consuela”
vive “sufriendo con rabia la esperanza”
vive vagando en cada hogar del mundo
despliega la destreza del implacable aroma
a cobardes en busca del desaliento;
¡cuanta espuma preventiva habita en la resignación!
dan ganas de alzar la garganta frente a todos
para gritar por las lloviznas de aguavivas,
dan ganas de engendrar predicados nuevos y posibles
antes que callar frente a los perezosos
o los descreídos soportables
y los insoportables sostenidos en la postergación
digo
que sea ella la que se incomode
y despierte mareas de furia
y vientos plagados de ocio
de techos ansiosos por impenetrables
de nervios sacudidos por el ombligo y el mundo
que empuja junto a ella
la rueda de esta otra historia
la que llega sin certezas y provista de nuevos minerales
de turgencias tan antiguas
El Autor: Conrado Yasenza
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