una mujer al borde
del crimen
espanta los pájaros a su paso
tropieza las rocas
que se alejan
apenas
va a desovar
de un momento a otro
va a desovar
en medio de la calle
ni una pregunta
ni un gesto que interrumpa
el camino duro y fugaz
va a desovar
en cualquier momento
y no quiere nada
que se le acerque
nada
que no sepa cómo tratar con fuego
una gata a punto de parir
cruza la calle
al filo del espanto
como si no le importara
como si no supiera
que en este estado
los demonios se alimentan
con la sangre de los que pueden
una gata punto de parir
cruza la calle ante a la estática pavura
y ella va a desovar
en minutos
o ya mismo
un vacío de ansiedad
recorre la piel desamparada
los labios fríos
los dientes apretados
un niño llora en medio de la risa
un hombre gime
una mujer acaba de morir por centésima vez
se ha apagado la tormenta
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