jueves, 30 de agosto de 2012

Nacimiento — Ada Inés Lerner

De mi niño inocente he abierto los ojos

a los campos felices de su visión

sonrío, quiero oír su nueva risa sonora,

y en mi corazón escondí los rencores


Nada contaminará sus sueños felices

todo mi dolor oculté sin lagrimas

la sucia red de ambiciones humanas

nada ni nadie podrá herir su razón


en las flores blancas ilusión el rocío

será puro el amor en las rojas flores

polvo de estrellas cada una de ellas,

de lilas, alelí y amapolas los perfumes


conozco el suelo donde crece el centeno

y la semilla para plantar el arroz

nubes en un cielo color de esmeralda

y la luz de la vida que me da el sol


en el cielo sagrado de la eternidad

por el Señor nuestro Dios

mi niño no será olvido

ni guerrero de hierro ni palabra inversa

que dañe hiriente ningún corazón

1 comentario:

Nélida Magdalena Gonzalez de Tapia dijo...

Hola,Ana,tu poema está colmado de imágenes hermosas.Un saludo grande.