domingo, 23 de febrero de 2014

Labios de Ángel - Alejandro Bentivoglio

Mi nombre parece extraño cuando ella no lo pronuncia. ¿Qué es esto de susurrar que todo se ha ido? Que podemos cortarnos con los labios de un ángel, porque en la inocencia viven las dudas.
Mi nombre no significa nada cuando ella no lo pronuncia, solo se consume mi sombra esperando su cielo azul.
Es que a veces, desearía que ella no supiese deletrear mi debilidad.

3 comentarios:

Nélida Magdalena Gonzalez de Tapia dijo...

¡Muy romántico, te felicito!

María de las Mercedes Guidobono dijo...

Qué exacto...el nombre nos pre-existe (somos pensados/nombrados antes de nacer) y nos trasciende (somos nombrados después de muertos) nos recibe a la vida y nos acerca un poco a la muerte, cuando dejamos de ser nombrados por aquellos que amamos...Muy profundo, Alejandro, me encantó! :-)

El Titán dijo...

El verso final es muy rico...