martes, 24 de noviembre de 2009

Reflejos - Aitor Zancajo

Escuece y la penumbra es amarilla.
Hablo del bosque, atardecer hundido
entre la niebla amoratada, el humo
atravesado por la luz violenta
de los televisores.

Somos pequeños pájaros anclados
al punto
me mira.
Llamadlo azar, os sentiréis más libres.

2 comentarios:

Ogui dijo...

Me gusta mucho. Sólido y con penumbras amarillas.

Javier López dijo...

El final es contundente, y me encantó.