y todas las demás, un solo acto.
Quien mueve la mano que te anima
conoce tu destino pero ignora
el suyo como la palma de su mano.
Títere de la representación: el mundo,
cuando caiga el telón de nuestros párpados,
quedará ciego, perplejo en su escenario,
para siempre ignorante de sí mismo.
Títere abandonado que se inclina
como indagando con la mirada vacía
la vacía palma de su mano.
Tomado de Poesía y Microficción
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