Una nebulosa
que toca débilmente el prisma
la risa desparramada
se asemeja y es la calma.
Ataduras disueltas
en las puertas del alba
y la sensación de encontrar
esa mirada
sin espejos ni fantasmas.
Las épocas se disparan
y en un segundo
el sexo busca, sacude
percute, delimita, acelera
abarca indescriptible
algo interior:
ARMA Y DESARMA,
explayarse mas seria
inequívocamente un derroche.
1 comentario:
Una delicia, Martincho. Me encanta este poema. Bello!
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