Ahí parada sos un ídolo
ante el cual me gustaría
rendir plegaria;
caer de rodillas y rogar
tu atención.
Pero no puedo;
otros me verían.
La calle tiene eso,
en ella se exhibe
el objeto del deseo
como pollo al espiedo tras el vidrio;
en este caso: pavito,
inalcanzable;
sobre todo con tu novio cerca.
Mejor,
watch and go al paso.
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