/de soplar y hacer botellas/
Las mariposas que no vomitan
los ojos inflamados del soplador de vidrio;
el color de las flores que no levanta
la sangre obligada a su cabeza;
del sudor que no trae campanas gimiendo puntuales,
vapores envenenados que jamás serán recuerdos
y la voz del cristal incandescente en el extremo opuesto
tomando forma a voluntad de los pulmones.
Anatomía débil que sale al mundo
a mezclarse entre impurezas,
burbujas de aire y otros sueños.
Sea la forma
la aleta de un pez que nunca conocerá el agua.
Sea el brillo
la piel de la manzana que no maduró en el árbol.
Sea el destino
el timón de un barco anclado entre mil libros.
Sea la fragilidad
la de estos versos de vidrio.
1 comentario:
Qué hermosura de poema. El tema, el desarrollo, las sutiles metáforas... Enhorabuena, Daniel, por todo lo que escribes, que ya he visto que no es solo poesía.
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