Irene teje y llueve
sus manos viejas
secas de amor se caen otra vez
Irene es el último otoño
-su cara está muerta contra la ventana-
una blanca y callada
tijera de penas
esta tarde ha cortado
el hilo de su respiración
y esa lluvia llama en el cristal
esa lluvia llora de cristal
esa lluvia rota de esperar
suelta gorriones a la puesta del sol
suelta dolores
a la puesta del sol
*(R) De su libro CULTURICIDIO EN ARGENTINIEBLA editado en Rosario, ARGENTINA, año 1991.
1 comentario:
Es muy hermoso este poema.
Saludos.
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