Porque es breve,
cruel, terrible e inclemente
la vida que nos toca vivir,
debemos agarrarnos a ella
para que en el día
de nuestra propia muerte
sepamos que al menos
tuvimos la dignidad
de querer vivirla,
de ser reyes de un minúsculo
pero espléndido fulgor.
1 comentario:
De esos poemas que barren un poco el polvo que la rutina deja llover sobre el día a día...
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