Mañana de intentos infructuosos,
Tarde de búsqueda sin hallazgos,
Noche perdida de borrones compulsivos.
No es que no te recuerde,
Últimamente estás presente como nunca
En mi cuerpo y en mi mente;
Es tan solo que aunque trato no lo logro
Y
Estoy seguro, no es mi culpa.
Ya cansado de amenazar musas,
Recurrir a plagios poco dignos,
De gastar insultos a tus padres,
He decidido al fin darme por vencido.
He querido homenajearte en la palabra,
El señor es mi testigo,
Pero todo esfuerzo ha sido en vano:
Tu nombre, amor,
Es totalmente incompatible con la rima.
Extraído de : http://lalentaagoniadeerato.blogspot.com/
El autor
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