La corriente vestida de plata,
Se desata y corre por otras naturalezas,
Y, aunque rápida y estridente se escapa,
Deja su inmensa pureza.
La rana cantarina que acuna
A todos los niños durmientes, se calla,
Y aunque ya no se oiga su voz de esmeralda,
Deja una sonrisa en la faz de la luna.
El trino del ave que vuela,
Se desarma en los árboles duros,
Y aunque todos los pájaros mueran,
Deja la certeza de que ha sido uno.
El soñador, que aún no halla el ideal
De arroyo, de ranas, de aves y setos,
No pudiendo al mundo perfecto plasmar,
Deja en cada revuelo del alma El Boceto.
Tomado de |[ The poetry of the earth is never dead ]|
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