Rugiente estanca el andén
Doliente reluce al este
Entre la monotonía
insolente
en el abrazo de serpiente
Bisturí desgarra el velo
destripa la mansedumbre
espanta alas
al aire alienta alegría
descree de la costra helada y caliente
rumbea entre espigas
Descomunal insecto
Ríe dientes estridentes
y revierte
la corriente y siente que viene
y viene
al obraje a la mina a la urbe inteligente
que comprende y se disipa
al poniente
Se bifurca
duro hilo de acero que se acuesta
en el durmiente y después
condescendiente acuna
amores desobedientes
ángeles en estampitas que enseguida se devuelven
robustos cuerpos
de sal
de fulminante presente
Corazón de caballo negro
olor a futuro
y muerte.
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