entonces pregunté y en el silencio la voz
contestó
me trajo el nombre de un amigo muerto
le di la mano lloré con él
lo que puede llorar un prisionero
lloró conmigo y su mano con la mía
fue más tarde que descubrí que estaba solo
de: la piel del agua, 2009.
3 comentarios:
La fuerza de este poema es inversamente proporcional al número de versos.
Me encandiló, D. Héctor.
Gracias, Javier. Es un tanto oscuro, tal vez el encandilamiento por oscuridad sea un área inexplorada, pero cierto que ocurre. Muchas gracias!
por algo lo elegí...no puedo esperar el momento para conocerlo...le dije que ya es pronto?
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