a la izquierda desde la ventana del colectivo en el que viajo las puedo ver
siempre enajenadas ellas y a la vez
tan sujetas al suelo a los techos pobres de los pobres
edificios que si no demuele el organismo caerán
por su propio peso y abandono caerán
como quienes diariamente sobreviven y esperan ver amanecer
solo para contar otro día y palomas
apostadas en los techos como ángeles olvidados de sí
Con autorización de la autora, /http://www.lugarnecesario.blogspot.com
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