Cuando vayas a casa dale un saludo
a la oscuridad que hemos dejado atrás,
dale un saludo a las escaleras inútiles,
a los santuarios de siempre,
a la vida en carretilla
y a las terrazas cubiertas
de pieles de serpientes.
Cuando vayas a casa no oigas
la música de las veredas,
ni pienses en ratas o en moscas,
cuando te mires los pies
cinco minutos antes del borde.
Cuando vayas a casa no olvides
de quemar para siempre las memorias
Quien nos halla y quien nos ve lo sabe,
las bocas no mueren cuando callan.
1984-1992
De Lo que quedó después de que no quedó nada
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