En un papel al que se lleva el viento, una pregunta: ¿qué es lo que nos arrastra, lejos de los manteles, los platos, las frutas? Alguien ensaya un paso de danza, otro subraya una frase, otro, en fin, se lleva a la boca un pedazo de bizcocho; finalmente caen, alejados entre sí, en lo indiferenciado y turbulento. Yo, por mi parte, pronuncio, con la misma obstinación y el mismo resultado, ciertas palabras que todavía creo cargadas de magia, capaces por si solas de salvarme: madrépora, pavesa, olifante, liturgia…
De: Materia desnuda
No hay comentarios:
Publicar un comentario