¿Adónde has ido, mi amor, cuando el deseo me requiebra el alma?
¿Por qué no estás junto a mí acariciando sueños y sonrisas?
¿O no soy más que un viajero que pasó con su costal de vientos,
O soy sólo una esperanza más en el camino de tu vida?
Llegué hasta el horizonte, sobre esa línea que separa el cielo
Y ha nevado, amor querido, en las planicies altas de las cumbres
Arriba estás en ese suelo tuyo, más árido que frío…
Vente que me estoy volviendo una estatua de hielo derretida.
No te detengas que el viento llama y está golpeando en tu ventana;
Regresa pronto, que la pasión me envuelve y ya me estruja el alma
Yo soy como un ventarrón que te ama con delirio y sin vergüenza
¡Vuelve a entrar por la ruta del cometa a despabilar luceros!
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