y tanta tinta insiste
no puede sino insistir
vive insistiendo
golpeando las puertas del corazón terco
insiste
no sabe hacer otra cosa
no le enseñaron
ya no le enseñarán
—es un hecho
insiste hasta desfallecer
desfallece insistiendo
se envanece de insistir
se encocora
se enorgullece de su necia insistencia
—insiste que algo quedará
insiste y reinarás—
insiste y se doblega a sí misma
se vuelve su eneamiga más íntima
la tinta insiste hasta borrarse
y desaparecer
hasta desvanecerse como el otoño
o como el dejo edénico de ese beso
que no parecía ser el último
sino el primero
2ª Mención en el Concurso Provincial de Poesía y 18ª Muestra de Libros (Olavarría, 2009).
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