El tiempo que se escurre,
las hojas cayendo en el barranco sombrío,
la arena alimentada por las noches oscuras.
La lluvia inútil empapándola,
la muerte al acecho esperando entre las dunas.
La tarde que cae, y el último suspiro del sol.
Un espigón vacío,
un puñado de promesas eternas
ahogadas en sangre
y envueltas en llanto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario