Por la mañana tal vez
saque a pastar la cordura
hasta que ávidos y verdes de tréboles
lleguen tus labios:
jugosos frutos con dientes de pétalo y sangre
a ofrecerme una aurora de verbos besos sexo
de líbido y jazmín.
Entonces mi placer en salvaje mordedura
desgarre la carne de las penas
y —en un abrir y cerrar de pasos—
yo alcance la altura de la noche
para hundir mis dedos
como raíces hambrientas
en la boca del deseo
Tomado del blog:http://lascosasporsunombre.blogspot.com/
1 comentario:
Hola Patricia,muy bueno. Me encantó. Saludos Neli ♠
Publicar un comentario