Cuando lloras
hueles a naranja
parece que se te abre el alma
y traes aromas de un mundo nuevo
ese
al que me llevas de la mano
de tanto en tanto
Tomado de: http://labruma.blogspot.com/2010/04/naranjas.html
domingo, 25 de abril de 2010
Money Honey - Armando Rosselot
Sueltos los billetes se juntan en una bola descolorida
Gordos colorados sonríen con sus bocas de whisky
El gran triunfo de la inversión mensual
Se tiran pedos con aroma a grasa
Sus mujeres de cartón llevan calaveras de niños
Y estamos nosotros como acto de entretención
Solidaridad
Actuamos en el colorido escenario
Llueven aplausos
Monedas
Todos corren a tomarlas
Todos las lamen
Las calaveras suenan en cadencia ascendente
Yo estático
Escupo
Hasta quedar seco sobre las tablas
Alguien me dice:
Don't you want your money honey?
No respondo de esta tierra
Tomado de:
http://labruma.blogspot.com/2009/01/money-honey.html
Gordos colorados sonríen con sus bocas de whisky
El gran triunfo de la inversión mensual
Se tiran pedos con aroma a grasa
Sus mujeres de cartón llevan calaveras de niños
Y estamos nosotros como acto de entretención
Solidaridad
Actuamos en el colorido escenario
Llueven aplausos
Monedas
Todos corren a tomarlas
Todos las lamen
Las calaveras suenan en cadencia ascendente
Yo estático
Escupo
Hasta quedar seco sobre las tablas
Alguien me dice:
Don't you want your money honey?
No respondo de esta tierra
Tomado de:
http://labruma.blogspot.com/2009/01/money-honey.html
No hubo ni hay - Analía Pinto
No hubo ni hay
nosotros posible
nosotros es una construcción
una férrea voluntad de creencia
el crujir de dos colmenas sin sus reinas
nosotros es una entelequia
una fábula de niños tristes que ellos mismos se cuentan
para ahuyentar el desamparo
la orfandad edénica
nosotros es un cúmulo imposible
de preguntas cuyas respuestas nadie lleva
ni sabe dónde ponerlas
nosotros es un dios o un animal bifronte
cuyo rostro espabila la inmediatez
al tiempo que adormece con el roce de su lengua
nosotros es la tentación de San Antonio
el Santo Grial
la Meca
es una hoguera vil y feliz
donde su música ardió hasta la entrega
y donde mi corazón —todavía—
se quema
nosotros posible
nosotros es una construcción
una férrea voluntad de creencia
el crujir de dos colmenas sin sus reinas
nosotros es una entelequia
una fábula de niños tristes que ellos mismos se cuentan
para ahuyentar el desamparo
la orfandad edénica
nosotros es un cúmulo imposible
de preguntas cuyas respuestas nadie lleva
ni sabe dónde ponerlas
nosotros es un dios o un animal bifronte
cuyo rostro espabila la inmediatez
al tiempo que adormece con el roce de su lengua
nosotros es la tentación de San Antonio
el Santo Grial
la Meca
es una hoguera vil y feliz
donde su música ardió hasta la entrega
y donde mi corazón —todavía—
se quema
Lo que Emma escribió - Mónica Sánchez Escuer
pecado
mis labios descansan
en una pila bendita
bañan
la culpa
y el sabor de la tarde
rezan plegarias
el padre nuestro
que está en mi celo
se hincan
en los labios del cura
que los cura
El filo de la noche
Tomado de Historias Baldías
mis labios descansan
en una pila bendita
bañan
la culpa
y el sabor de la tarde
rezan plegarias
el padre nuestro
que está en mi celo
se hincan
en los labios del cura
que los cura
El filo de la noche
Tomado de Historias Baldías
A LA PUTA TAMBIÉN - Armando Rosselot
A la puta también
Le late el pecho
Se le va un ojo
El izquierdo
Sobretodo
Por las mañanas
De lunes
Lo disimula riendo fuerte
Gritando cada idea que piensa
A veces
Solamente
Lo cierra
Publicado en: http://labruma.blogspot.com/2009/09/la-puta-tambien.html
viernes, 23 de abril de 2010
El político - Chelo Candia
Cuenta una leyenda que en su primer discurso
El señor Político ofreció
Su corazón al pueblo
El pueblo tenía tanto hambre que se lo comió
Por eso hoy el señor político habla sin corazón
Y no es su culpa
Es culpa del pueblo
(por tener hambre)
El señor Político ofreció
Su corazón al pueblo
El pueblo tenía tanto hambre que se lo comió
Por eso hoy el señor político habla sin corazón
Y no es su culpa
Es culpa del pueblo
(por tener hambre)
Con autorización del autor http://chelocandia.blogspot.com/
Especial escritores participantes de http://lasconversaciones.blogspot.com/
Cartas - Miguel Martinez Naón
El tiempo, la cresta del tiempo, su voz de letra corrida bajo el rayo
clama? vela? por quién preguntará? golpearía la puerta si pasara?
A esta hora en el campo los insectos huyen,
la yarará descansa en el pozo, en la vertiente, flota,
y el cariño tiene mucho que decir
de cabellos crecidos y canosos,de perros vagabundos y
de don Olvio que temprano hachaba
hace ya mucho tiempo.
O sería un duelo, un alma, un pensamiento
nada más
el mio.
Y este barrio mundano, sólo asido por una mujer,
cerrará los ojos arrodillado en ella?
elevará las anclas?
será feriado?lloverá?
El tiempo, la cresta del tiempo, querida,
las cartas,
y nada más.
clama? vela? por quién preguntará? golpearía la puerta si pasara?
A esta hora en el campo los insectos huyen,
la yarará descansa en el pozo, en la vertiente, flota,
y el cariño tiene mucho que decir
de cabellos crecidos y canosos,de perros vagabundos y
de don Olvio que temprano hachaba
hace ya mucho tiempo.
O sería un duelo, un alma, un pensamiento
nada más
el mio.
Y este barrio mundano, sólo asido por una mujer,
cerrará los ojos arrodillado en ella?
elevará las anclas?
será feriado?lloverá?
El tiempo, la cresta del tiempo, querida,
las cartas,
y nada más.
Con autorización del autor http://www.latrampera.blogspot.com/
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Sin título - Dante Sepúlveda
La luna, la reja y yo
no tenemos nada que hacer esta noche
por eso te invitamos a un recorrido
por mi regreso
traje en la mochila
un par de versos
hojas de álamo
y el olor del eucaliptus aquel donde nos sentamos
dejé la llanura esparcida sobre la mesa
y un par de vasos apilados
(la vuelta es un murmullo del pasado en las puertas del horizonte)
después algo de silencio se entremezcló entre nosotros
y el olvido que falta.
Pero, acá, querida vos y yo sabemos
que la desubicada es la reja.
La desubicada es la reja.
no tenemos nada que hacer esta noche
por eso te invitamos a un recorrido
por mi regreso
traje en la mochila
un par de versos
hojas de álamo
y el olor del eucaliptus aquel donde nos sentamos
dejé la llanura esparcida sobre la mesa
y un par de vasos apilados
(la vuelta es un murmullo del pasado en las puertas del horizonte)
después algo de silencio se entremezcló entre nosotros
y el olvido que falta.
Pero, acá, querida vos y yo sabemos
que la desubicada es la reja.
La desubicada es la reja.
Con autorización del autor
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en otro lado - Iris Giménez
caen los dados batidos casi con desgano casi al descuido
como con ganas de estar
en otro lado
lo mejor es dejarse llevar por la corriente
que ella sola te alcance hasta la orilla / pasa
que acá nomás está la desembocadura / la boca dura y una
hecha de barro seco a quién le va a ir a cantar si estamos todos
rodeados silenciados zenlisiados sermoneados
no me vengo
poeta como el Poeta
me vengo triste y seguiré triste unos días tal vez
con los dados batidos por un tiempo / una
es una sensiblera una floja y se entristece
y así no hay fuerza que resista para nadar
contra la corriente y no dejarse llevar entonces
saco una brazada más que no da tregua / y una
no está hecha para esto
una piensa
en el solcito de la primavera por descascarar
y en que al final todo va a seguir igual siempre lo mismo
silenciados zenlisiados insilados sigo
tirando los dados pensando que estoy en honolulu beach que espero
sea una playa llena de cocos como imagino
y no con caimanes y tsunamis como es acá
como con ganas de estar
en otro lado
lo mejor es dejarse llevar por la corriente
que ella sola te alcance hasta la orilla / pasa
que acá nomás está la desembocadura / la boca dura y una
hecha de barro seco a quién le va a ir a cantar si estamos todos
rodeados silenciados zenlisiados sermoneados
no me vengo
poeta como el Poeta
me vengo triste y seguiré triste unos días tal vez
con los dados batidos por un tiempo / una
es una sensiblera una floja y se entristece
y así no hay fuerza que resista para nadar
contra la corriente y no dejarse llevar entonces
saco una brazada más que no da tregua / y una
no está hecha para esto
una piensa
en el solcito de la primavera por descascarar
y en que al final todo va a seguir igual siempre lo mismo
silenciados zenlisiados insilados sigo
tirando los dados pensando que estoy en honolulu beach que espero
sea una playa llena de cocos como imagino
y no con caimanes y tsunamis como es acá
Con autorización de la autora, del poemario "Sapos". Inédito.
Especial autores participantes de http://lasconversaciones.blogspot.com/
Hablando de ciertas cosas - Aldo Novelli
Ahora hablo de otras cosas,
de razones dudosas para sostenerme
de ideologías descoloridas,
de algunos hombres envueltos en niebla
o mujeres agotadas de amar,
y de estos mundos desparejos y absurdos.
Ahora hablo de otras cosas
y no sé si soy claro.
Hay una deshilachada humareda en mis palabras
ya no me sale -mi querido César-
espuma por la boca.
Ya no cabalgo como el viento
palabras desbocadas
azotando su lomo para meterles vehemencia,
ni siquiera corro el colectivo cuando
está escapando de la esquina,
lo dejo pasar con cierta displicencia.
No estoy hablando de la incipiente vejez
o del interminable cansancio de la lucha.
Nada tan sabio o valeroso.
Nada de eso mi viejo amigo.
Ahora hablo de otras cosas
y no sé realmente si soy claro.
de razones dudosas para sostenerme
de ideologías descoloridas,
de algunos hombres envueltos en niebla
o mujeres agotadas de amar,
y de estos mundos desparejos y absurdos.
Ahora hablo de otras cosas
y no sé si soy claro.
Hay una deshilachada humareda en mis palabras
ya no me sale -mi querido César-
espuma por la boca.
Ya no cabalgo como el viento
palabras desbocadas
azotando su lomo para meterles vehemencia,
ni siquiera corro el colectivo cuando
está escapando de la esquina,
lo dejo pasar con cierta displicencia.
No estoy hablando de la incipiente vejez
o del interminable cansancio de la lucha.
Nada tan sabio o valeroso.
Nada de eso mi viejo amigo.
Ahora hablo de otras cosas
y no sé realmente si soy claro.
Con autorización del autor http://www.elortiba.org/aldonov.html
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miércoles, 21 de abril de 2010
Corriéndose al interior - Saurio
Yo no soy un nomenclador
Aunque manejo jergas
Que harían que tu dentadura postiza
Temblase de miedo
Yo no quiero andar con una brújula bajo la oreja
Ni cargar un diccionario en cada mano
Para que escuches mi lengua
De bidet
No me gusta vestir de enciclopedia
Cuando miro el mapa del cielo
Odio los caminos
Que me venden escaleras
Para cruzar el río
Pero es a vos
Sí es a vos
La que se pinta los labios con palabras esdrújulas
La que tiene un ojo de vidrio astillado
A quien le estoy hablando
Así que no sé.
martes 7 entre el amanecer y la mediatarde
lunes 13 entre el desayuno y la ducha
De Lo que quedó después de que no quedó nada
Aunque manejo jergas
Que harían que tu dentadura postiza
Temblase de miedo
Yo no quiero andar con una brújula bajo la oreja
Ni cargar un diccionario en cada mano
Para que escuches mi lengua
De bidet
No me gusta vestir de enciclopedia
Cuando miro el mapa del cielo
Odio los caminos
Que me venden escaleras
Para cruzar el río
Pero es a vos
Sí es a vos
La que se pinta los labios con palabras esdrújulas
La que tiene un ojo de vidrio astillado
A quien le estoy hablando
Así que no sé.
martes 7 entre el amanecer y la mediatarde
lunes 13 entre el desayuno y la ducha
De Lo que quedó después de que no quedó nada
(independencia) - Gerardo Horacio Porcayo
El ser autónomo
Rencillas vitales
Apoplejías
El paraíso
cuatro metros cuadrados
sin otra distancia que la piel
El árbol del conocimiento
esta intuición
esta desesperanza
de saberte ángel y espada de llamas
Rencillas vitales
Apoplejías
El paraíso
cuatro metros cuadrados
sin otra distancia que la piel
El árbol del conocimiento
esta intuición
esta desesperanza
de saberte ángel y espada de llamas
Última palabra - Jane Siberry
En el principio era la palabra
y la palabra fue enviada por
mil líneas telefónicas diferentes
y se volvió incomprensible y distorsionada.
Y así comenzó el largo proceso de separar
la paja del trigo
la leche del suero
la verdad de la mentira
la noche del día
Xilema y Floema
Desechos y Lastre
David y Goliat
Donner y Blitzen
En el final todavía era la palabra
pero, ¿era todavía la misma palabra?
y la palabra fue enviada por
mil líneas telefónicas diferentes
y se volvió incomprensible y distorsionada.
Y así comenzó el largo proceso de separar
la paja del trigo
la leche del suero
la verdad de la mentira
la noche del día
Xilema y Floema
Desechos y Lastre
David y Goliat
Donner y Blitzen
En el final todavía era la palabra
pero, ¿era todavía la misma palabra?
Espineta - Leonardo Longhi
1
no hay nubes en equilibrio, siempre cuelgan de no sé qué del cielo que se pierde
.
en la cama de agua
amaga otra
.
enlutada,
de sabor amargo
2
un aquelarre de conchudas sibilantes,
dicen:
el rock nacional es una música ávida de dictaduras
dicen:
no existe el olor a menta, lo inventamos ahora
dicen:
la poesía es lo último
que se pierde
3
caminábamos
por esas calles de madrugada
coghlan, casi belgrano
había algún gato
un auto cada tanto
árboles en caravana,
cruzando las vías
muy lejos del tren
peleábamos
hablábamos fuerte
tres varones y una mujer
ni siquiera muy en pedo
simulando
estar acá
sin querer estar
cuando nos callamos
resonaron
nuestros pasos
ahí nomás,
fuimos los campeones
de la intrascendencia
deseábamos, sin duda,
asesinarnos,
no
nos soportábamos
pero todos, todos habíamos cantado alguna vez
para saber cómo es
la soledad
lunes, 19 de abril de 2010
Farewell - Pablo Neruda
1
Desde el fondo de ti, y arrodillado,
un niño triste, como yo, nos mira
Por esa vida que arderá en sus venas
tendrían que amarrarse nuestras vidas.
Por esas manos, hijas de tus manos,
tendrían que matar las manos mías.
Por sus ojos abiertos en la tierra
veré en los tuyos lágrimas un día.
2
Yo no lo quiero, Amada.
Para que nada nos amarre
que no nos una nada.
Ni la palabra que aromó tu boca,
ni lo que no dijeron las palabras.
Ni la fiesta de amor que no tuvimos,
ni tus sollozos junto a la ventana.
3
(Amo el amor de los marineros
que besan y se van.
Dejan una promesa.
No vuelven nunca más.
En cada puerto una mujer espera:
los marineros besan y se van.
Una noche se acuestan con la muerte
en el lecho del mar).
4
Amor el amor que se reparte
en besos, lecho y pan.
Amor que puede ser eterno
y puede ser fugaz.
Amor que quiere libertarse
para volver a amar.
Amor divinizado que se acerca
Amor divinizado que se va.
5
Ya no se encantarán mis ojos en tus ojos,
ya no se endulzará junto a ti mi dolor.
Pero hacia donde vaya llevaré tu mirada
y hacia donde camines llevarás mi dolor.
Fui tuyo, fuiste mía. ¿Qué más? Juntos hicimos
un recodo en la ruta donde el amor pasó.
Fui tuyo, fuiste mía. Tú serás del que te ame,
del que corte en tu huerto lo que he sembrado yo.
Yo me voy. Estoy triste: pero siempre estoy triste.
Vengo desde tus brazos. No sé hacia dónde voy.
...Desde tu corazón me dice adiós un niño.
Y yo le digo adiós.
Desde el fondo de ti, y arrodillado,
un niño triste, como yo, nos mira
Por esa vida que arderá en sus venas
tendrían que amarrarse nuestras vidas.
Por esas manos, hijas de tus manos,
tendrían que matar las manos mías.
Por sus ojos abiertos en la tierra
veré en los tuyos lágrimas un día.
2
Yo no lo quiero, Amada.
Para que nada nos amarre
que no nos una nada.
Ni la palabra que aromó tu boca,
ni lo que no dijeron las palabras.
Ni la fiesta de amor que no tuvimos,
ni tus sollozos junto a la ventana.
3
(Amo el amor de los marineros
que besan y se van.
Dejan una promesa.
No vuelven nunca más.
En cada puerto una mujer espera:
los marineros besan y se van.
Una noche se acuestan con la muerte
en el lecho del mar).
4
Amor el amor que se reparte
en besos, lecho y pan.
Amor que puede ser eterno
y puede ser fugaz.
Amor que quiere libertarse
para volver a amar.
Amor divinizado que se acerca
Amor divinizado que se va.
5
Ya no se encantarán mis ojos en tus ojos,
ya no se endulzará junto a ti mi dolor.
Pero hacia donde vaya llevaré tu mirada
y hacia donde camines llevarás mi dolor.
Fui tuyo, fuiste mía. ¿Qué más? Juntos hicimos
un recodo en la ruta donde el amor pasó.
Fui tuyo, fuiste mía. Tú serás del que te ame,
del que corte en tu huerto lo que he sembrado yo.
Yo me voy. Estoy triste: pero siempre estoy triste.
Vengo desde tus brazos. No sé hacia dónde voy.
...Desde tu corazón me dice adiós un niño.
Y yo le digo adiós.
Del amor socialmente amor - Adán Echeverría
Préstame tu vestido y ese lipstick de metal
que he de dibujarme la violencia de la noche abierta
Préstame tu bastoncillo de ruletero
que la noche no nos basta para aplaudirnos las ganas de despedazarnos
Préstame la madrugada de tus ojos
todo ese simulacro de pertenecernos más allá de los eclipses
Dóblate doblégalos
dime que soy tú más ardiente perra
y el fauno que te nombra se ha caído ya en el abismo de tu imagen
Dime que soy tu dios, quiero llegarte hasta lo mas profundo del grito
Dime que la mujer que soy te quiere penetrar con aullidos las neuronas
Préstame tu bigote tus labios tus omóplatos equidistantes a la furia
que el terciopelo de mi cuerpo te habrá de bendecir la palabra
Ábrete y da vueltas por la cama
ábreme las piernas los labios las axilas
ahí la metálica lengua irá borrando tus condenas de opio simulado
Las condenas de una cruz marchita entre tus piernas
Ábrete en canal y con cuidado rómpeme las membranas de la dicha
el agua revolucionaria de tenernos día y noche
como esas mandarinas que nos sangran por cada vértebra que somos
Deja de buscarme en los recuerdos en los sabores
que la negritud de tu cuerpo es solo ese almidonado pasatiempo de meterte cada uno de los dedos
hasta que toda hecha agua te disuelvas sobre mi arpa
Ah maldita mandarina etérea
solo es un roce el necesario para tanto humo en los confines de la tierra
Habremos de decirnos que sí
que el cinturón y la luna de tus días se irán resquebrajando en cada golpe
Préstame ese lubricante y entiérrame las manos por toda la carne
para nacer desde las cactáceas de tu cuerpo, hecho noche hecho sangre hecho espino
Vengan todos a comer de mi agua cárdena
de mi carne a borbollones de metal
Seamos ese mercurio intemperante que habita cada rincón iluminado por el relámpago
Ese relampaguear de orgasmo en cada sinfonía de hoteles y cardúmenes y hoteles y jaurías y hoteles
Préstame tu nombre para borrarte los ojos y sacarte la fiera que constante te carcome las ideas
Dime que sí
que todos habremos de naufragar en el silencio
y despedazados quedaremos exhaustos ya del holocausto
que he de dibujarme la violencia de la noche abierta
Préstame tu bastoncillo de ruletero
que la noche no nos basta para aplaudirnos las ganas de despedazarnos
Préstame la madrugada de tus ojos
todo ese simulacro de pertenecernos más allá de los eclipses
Dóblate doblégalos
dime que soy tú más ardiente perra
y el fauno que te nombra se ha caído ya en el abismo de tu imagen
Dime que soy tu dios, quiero llegarte hasta lo mas profundo del grito
Dime que la mujer que soy te quiere penetrar con aullidos las neuronas
Préstame tu bigote tus labios tus omóplatos equidistantes a la furia
que el terciopelo de mi cuerpo te habrá de bendecir la palabra
Ábrete y da vueltas por la cama
ábreme las piernas los labios las axilas
ahí la metálica lengua irá borrando tus condenas de opio simulado
Las condenas de una cruz marchita entre tus piernas
Ábrete en canal y con cuidado rómpeme las membranas de la dicha
el agua revolucionaria de tenernos día y noche
como esas mandarinas que nos sangran por cada vértebra que somos
Deja de buscarme en los recuerdos en los sabores
que la negritud de tu cuerpo es solo ese almidonado pasatiempo de meterte cada uno de los dedos
hasta que toda hecha agua te disuelvas sobre mi arpa
Ah maldita mandarina etérea
solo es un roce el necesario para tanto humo en los confines de la tierra
Habremos de decirnos que sí
que el cinturón y la luna de tus días se irán resquebrajando en cada golpe
Préstame ese lubricante y entiérrame las manos por toda la carne
para nacer desde las cactáceas de tu cuerpo, hecho noche hecho sangre hecho espino
Vengan todos a comer de mi agua cárdena
de mi carne a borbollones de metal
Seamos ese mercurio intemperante que habita cada rincón iluminado por el relámpago
Ese relampaguear de orgasmo en cada sinfonía de hoteles y cardúmenes y hoteles y jaurías y hoteles
Préstame tu nombre para borrarte los ojos y sacarte la fiera que constante te carcome las ideas
Dime que sí
que todos habremos de naufragar en el silencio
y despedazados quedaremos exhaustos ya del holocausto
Busco - Mauricio Roverssi
Con la cabeza perdida
El corazón de fuego en mi mano
Camino entre la niebla
Busco mis razones mi lógica
Pero la luz sólo me deja ver pasiones y locuras
Busco entonces mi delirio
Busco el amor
Pero me ha dejado el corazón herido
En la última batalla se ha partido en dos
un pedazo se ha tragado
Y a destruido mi ilusión
Alguien puede enmendar mi corazón?
Que alguien cave un pozo en su pecho
Que lo entierre y deje sanar
Y que se encienda de nuevo
con su sagrada luz
Tomado de Cazando Sueños
El corazón de fuego en mi mano
Camino entre la niebla
Busco mis razones mi lógica
Pero la luz sólo me deja ver pasiones y locuras
Busco entonces mi delirio
Busco el amor
Pero me ha dejado el corazón herido
En la última batalla se ha partido en dos
un pedazo se ha tragado
Y a destruido mi ilusión
Alguien puede enmendar mi corazón?
Que alguien cave un pozo en su pecho
Que lo entierre y deje sanar
Y que se encienda de nuevo
con su sagrada luz
Tomado de Cazando Sueños
Declaración - Néstor Mendoza
Un hombre no se baña dos veces
en la misma lágrima
y
la paloma tuerta
dibuja el ojo que le falta
en un vuelo
que no se parece a la muerte.
en la misma lágrima
y
la paloma tuerta
dibuja el ojo que le falta
en un vuelo
que no se parece a la muerte.
Recuperado de Internet el 22 de febrero de 2010 desde la página
http://lajetaliteraria.blogspot.com por Antonio J. Cruz
http://lajetaliteraria.blogspot.com por Antonio J. Cruz
domingo, 18 de abril de 2010
“Sucede que me canso de ser hombre.”(PABLO NERUDA) - Analía Pinto
“Sucede que me canso de ser hombre.”
PABLO NERUDA
Sucede que me canso de ser mujer
de anudar mis raíces en la tierra blanca
de arramblar con pecados ancestrales
—manzanas que yo no mordí
serpientes que entre mis piernas no bisbisearon
Sucede que la hembra se cansa de ser sólo hembra
cáliz o grial propicio
cuna o tumba
baguala o gacela
tigre o pantera
siempre en el dilema de esto o aquello
Sucede que me canso de aguardar mi nombre
—no el que me pusieron o el que tengo
sino el verdadero
el que me puede dar el otro:
par y complemento.
Peaches en Regalia (2008).
PABLO NERUDA
Sucede que me canso de ser mujer
de anudar mis raíces en la tierra blanca
de arramblar con pecados ancestrales
—manzanas que yo no mordí
serpientes que entre mis piernas no bisbisearon
Sucede que la hembra se cansa de ser sólo hembra
cáliz o grial propicio
cuna o tumba
baguala o gacela
tigre o pantera
siempre en el dilema de esto o aquello
Sucede que me canso de aguardar mi nombre
—no el que me pusieron o el que tengo
sino el verdadero
el que me puede dar el otro:
par y complemento.
Peaches en Regalia (2008).
Lo Fatal - Rubén Darío
a René Perez
Dichoso el árbol que es apenas sensitivo,
y más la piedra dura porque esa ya no siente,
pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo,
ni mayor pesadumbre que la vida consciente.
Ser, y no saber nada, y ser sin rumbo cierto,
y el temor de haber sido y un futuro terror...
Y el espanto seguro de estar mañana muerto,
y sufrir por la vida y por la sombra y por
lo que no conocemos y apenas sospechamos,
y la carne que tienta con sus frescos racimos,
y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos,
y no saber adónde vamos,
ni de dónde venimos!...
jueves, 15 de abril de 2010
Flores en la tumba de un vasquito - Joaquín Sabina
Excepto las de la imaginación
había perdido todas las batallas.
Un domingo sin fútbol nos contó,
vencido, que tiraba la toalla
y nadie lo creyó.
Pero, esta vez, no iba de farol;
al día siguiente se afanó una cuerda
y, en lugar de rezar una oración,
mandó el mundo a la mierda
y de un palo borracho se colgó.
Debía luca y media de alquiler,
dejó en herencia un verso de Neruda,
un tazón con pestañas de papel
flotando en el café
y una guitarra tísica y viuda.
Lo poco que tenía lo invirtió
en un hueso de lujo para el perro
y en pagar al contado la mejor
corona que encontró,
para que hubiera flores en su entierro.
Veinte años atrás lo conocí
en Londres, conspirando contra Franco.
Era el rey del aceite de haschís
y le excitaba más robar un banco
que el mayo de París.
Por Florida lo vi la última vez
con su traje anacrónico y marchito;
estudiando el menú de un cabaret
-¡comida, mi plato favorito!"
gritó para joder.
Debía luca y media de alquiler,
dejó en herencia un verso de Neruda,
una lágrima de Lilí Marlen
flotando en el café
y una guitarra tísica y viuda.
Lo poco que tenía lo invirtió
en un hueso de lujo para el perro
y en pagar al contado la mejor
corona que encontró,
para que hubiera flores en su entierro.
Parece que fue ayer cuando se fué
al barrio que hay detrás de las estrellas.
La muerte, que es celosa y es mujer,
se encaprichó con él,
y lo llevó a dormir siempre con ella.
había perdido todas las batallas.
Un domingo sin fútbol nos contó,
vencido, que tiraba la toalla
y nadie lo creyó.
Pero, esta vez, no iba de farol;
al día siguiente se afanó una cuerda
y, en lugar de rezar una oración,
mandó el mundo a la mierda
y de un palo borracho se colgó.
Debía luca y media de alquiler,
dejó en herencia un verso de Neruda,
un tazón con pestañas de papel
flotando en el café
y una guitarra tísica y viuda.
Lo poco que tenía lo invirtió
en un hueso de lujo para el perro
y en pagar al contado la mejor
corona que encontró,
para que hubiera flores en su entierro.
Veinte años atrás lo conocí
en Londres, conspirando contra Franco.
Era el rey del aceite de haschís
y le excitaba más robar un banco
que el mayo de París.
Por Florida lo vi la última vez
con su traje anacrónico y marchito;
estudiando el menú de un cabaret
-¡comida, mi plato favorito!"
gritó para joder.
Debía luca y media de alquiler,
dejó en herencia un verso de Neruda,
una lágrima de Lilí Marlen
flotando en el café
y una guitarra tísica y viuda.
Lo poco que tenía lo invirtió
en un hueso de lujo para el perro
y en pagar al contado la mejor
corona que encontró,
para que hubiera flores en su entierro.
Parece que fue ayer cuando se fué
al barrio que hay detrás de las estrellas.
La muerte, que es celosa y es mujer,
se encaprichó con él,
y lo llevó a dormir siempre con ella.
¿Recuerdas, amor, cuando cayeron las bombas? - Daniel Frini
Estábamos borrachos de alegría, y de pronto
tu imagen y la mía quedaron grabadas
―negativos de ceniza― en la blanca pared del viejo bar
que estaba en la esquina noroeste de la plaza,
justo enfrente de la iglesia, que se esfumó esa tarde.
Es curioso adivinarnos dándonos un beso,
tomados de la mano; dos figuras
blancas en la pared quemada;
a solo un palmo de distancia de la mancha
en que mudó aquel niño que estuvo a punto de darnos una rosa
a cambio de monedas, como todas las tardes,
hasta aquella en que estábamos locos de alegría y de pronto.
También está la rosa dibujada. Era roja y ahora
es blanca en la pared quemada.
Habíamos hablado de la casa, los muebles por comprar
Los hijos que vendrían. «El primero en llegar
será David», dijiste. «¡Por Dios, que nombre feo!
Será mujer. Se llamará Lucía» contesté sólo
para hacerte enojar. Ni David, ni Lucía
están en la pared oscura.
Porque las bombas no saben de futuros. Y doy
vueltas por aquí todos los días, supongo
que en las tardes. Ahora es siempre un crepúsculo
que apenas deja ver nuestras figuras
blancas en la pared quemada.
Te busco y le pregunto al diariero
que está dibujado en la otra esquina, al placero
que desapareció en la fuente y al cura
que se fundió con su campana y sigue
sin entender que Dios ya vino por segunda vez
a la Tierra, atrapado en las bombas, pobre Dios.
Nadie sabe. A veces llueve,
y la lluvia lava los contornos. En unos años
no estarán, siquiera, tu figura y la mía,
y el niño y la rosa en la pared quemada.
En otros años más, o en cien, o en mil
no estará la pared. Y en dos mil siglos, tal vez,
podrán entrar a salvarnos. Una lástima.
¿Vendrá Dios por tercera vez a redimir sus criaturas,
fantasmas de fantasmas?. De todos modos,
lo voy a esperar. No tengo nada
que hacer hasta entonces, salvo extrañarte.
Tenía un anillo para darte esa tarde
cuando cayeron las bombas (no está dibujado
en la pared quemada). No sé dónde quedó
y no tengo manos para buscarlo, amor
donde antes había una plaza.
Le pregunto a las bombas y no saben.
«Cumplíamos órdenes», dicen. «Y por cierto» , agregan,
«qué hermoso cuadro pintamos en la pared quemada»
tu imagen y la mía quedaron grabadas
―negativos de ceniza― en la blanca pared del viejo bar
que estaba en la esquina noroeste de la plaza,
justo enfrente de la iglesia, que se esfumó esa tarde.
Es curioso adivinarnos dándonos un beso,
tomados de la mano; dos figuras
blancas en la pared quemada;
a solo un palmo de distancia de la mancha
en que mudó aquel niño que estuvo a punto de darnos una rosa
a cambio de monedas, como todas las tardes,
hasta aquella en que estábamos locos de alegría y de pronto.
También está la rosa dibujada. Era roja y ahora
es blanca en la pared quemada.
Habíamos hablado de la casa, los muebles por comprar
Los hijos que vendrían. «El primero en llegar
será David», dijiste. «¡Por Dios, que nombre feo!
Será mujer. Se llamará Lucía» contesté sólo
para hacerte enojar. Ni David, ni Lucía
están en la pared oscura.
Porque las bombas no saben de futuros. Y doy
vueltas por aquí todos los días, supongo
que en las tardes. Ahora es siempre un crepúsculo
que apenas deja ver nuestras figuras
blancas en la pared quemada.
Te busco y le pregunto al diariero
que está dibujado en la otra esquina, al placero
que desapareció en la fuente y al cura
que se fundió con su campana y sigue
sin entender que Dios ya vino por segunda vez
a la Tierra, atrapado en las bombas, pobre Dios.
Nadie sabe. A veces llueve,
y la lluvia lava los contornos. En unos años
no estarán, siquiera, tu figura y la mía,
y el niño y la rosa en la pared quemada.
En otros años más, o en cien, o en mil
no estará la pared. Y en dos mil siglos, tal vez,
podrán entrar a salvarnos. Una lástima.
¿Vendrá Dios por tercera vez a redimir sus criaturas,
fantasmas de fantasmas?. De todos modos,
lo voy a esperar. No tengo nada
que hacer hasta entonces, salvo extrañarte.
Tenía un anillo para darte esa tarde
cuando cayeron las bombas (no está dibujado
en la pared quemada). No sé dónde quedó
y no tengo manos para buscarlo, amor
donde antes había una plaza.
Le pregunto a las bombas y no saben.
«Cumplíamos órdenes», dicen. «Y por cierto» , agregan,
«qué hermoso cuadro pintamos en la pared quemada»
Fuga - Mónica Sánchez Escuer
una vez más
doblas la ruta
el paso
cerrado del otro que se acerca
oyes
relojes hundidos en las sienes
alas
pliegas el pulso de tu palma
el olor que guarda
la casta ceniza de los dedos
lacras el cuerpo los ojos las ventanas que te miran
labio sobre labio
entierras
viva
la última palabra
y te retiras
doblas la ruta
el paso
cerrado del otro que se acerca
oyes
relojes hundidos en las sienes
alas
pliegas el pulso de tu palma
el olor que guarda
la casta ceniza de los dedos
lacras el cuerpo los ojos las ventanas que te miran
labio sobre labio
entierras
viva
la última palabra
y te retiras
martes, 13 de abril de 2010
La vuelta - Ricardo Giorno
Acariciar el follaje,
presintiendo el poder de los cerros
enterrados en plumas.
Humedecer la cara contraria,
bajando por esa cadena oculta,
mojándose en el agua,
hasta la quebrada.
Sentir el poder del terremoto,
el temblor de las rocas,
cuando la cobra despierta
reptando despacio.
La planicie devora los cerros.
Los ríos subterráneos,
rojos de candor,
cantan a voz de trueno:
¡Que el ofidio prevalezca!
Ignorada humedad de las selvas,
precipicio y quebrada.
La serpiente duda en descargar su veneno,
conteniéndose para aumentar solidez.
Acompañar el estremecimiento,
sintiendo el poder de un geiser,
que vence a las rocas más de una vez.
Olores de mentirosa naturaleza
confunden al elevado áspid:
prefiere la pétrea cueva a la selva,
vomitando su ponzoña
dentro de la flor seca.
Allí,
donde muere la cadena oculta.
presintiendo el poder de los cerros
enterrados en plumas.
Humedecer la cara contraria,
bajando por esa cadena oculta,
mojándose en el agua,
hasta la quebrada.
Sentir el poder del terremoto,
el temblor de las rocas,
cuando la cobra despierta
reptando despacio.
La planicie devora los cerros.
Los ríos subterráneos,
rojos de candor,
cantan a voz de trueno:
¡Que el ofidio prevalezca!
Ignorada humedad de las selvas,
precipicio y quebrada.
La serpiente duda en descargar su veneno,
conteniéndose para aumentar solidez.
Acompañar el estremecimiento,
sintiendo el poder de un geiser,
que vence a las rocas más de una vez.
Olores de mentirosa naturaleza
confunden al elevado áspid:
prefiere la pétrea cueva a la selva,
vomitando su ponzoña
dentro de la flor seca.
Allí,
donde muere la cadena oculta.
estrella oscura en campo blanco - Héctor Ranea
estrellas negras en el fondo pálido
del libro que entre líneas dejo de leer
pasean por mi mente los agujeros
como letras de un abecedario que no sé
apoyadas en el ojo pegadas a su oscuridad
ellas no dejan que lea las líneas de un poema
vagan como planetas filiformes
en la luz que emana de los textos
que ya no leo
son agujeros negros en mis textos
invadiendo mis poemas con oscuridad robada
la lenta muerte de la tela de ver
que me quedaba todavía sana
del libro que entre líneas dejo de leer
pasean por mi mente los agujeros
como letras de un abecedario que no sé
apoyadas en el ojo pegadas a su oscuridad
ellas no dejan que lea las líneas de un poema
vagan como planetas filiformes
en la luz que emana de los textos
que ya no leo
son agujeros negros en mis textos
invadiendo mis poemas con oscuridad robada
la lenta muerte de la tela de ver
que me quedaba todavía sana
Esa soledad - Gilda Manso
La soledad que temo es esa
que inventa espejismos:
(algo hay que hacer en el desierto).
Esa que poco a poco
va poblando el silencio con voces
las preguntas, con respuestas
el abandono, con caricias imaginadas.
La soledad que temo es esa
que de tan extrema no se siente.
Esa que te lleva irremediablemente
a caminar despacio por la locura
hasta depositarte en otra soledad
más árida y sola que la del principio.
que inventa espejismos:
(algo hay que hacer en el desierto).
Esa que poco a poco
va poblando el silencio con voces
las preguntas, con respuestas
el abandono, con caricias imaginadas.
La soledad que temo es esa
que de tan extrema no se siente.
Esa que te lleva irremediablemente
a caminar despacio por la locura
hasta depositarte en otra soledad
más árida y sola que la del principio.
La libertad (soneto) - Dámaso Alonso
De "Hijos de la Ira" (1944)
que te contraste. ¿Qué? Dadme tormento.
Más brilla y en más puro firmamento
libertad en tormento acrisolada.
¿Que no grite? ¿Mordaza hay preparada?
Venid: amordazad mi pensamiento.
Grito no es vibración de ondas al viento:
grito es conciencia de hombre sublevada.
Qué hermosa eres, libertad. Dios mismo
te vio lucir, ante el primer abismo
sobre su pecho, solitaria estrella.
Una chispita del volcán ardiente
tomó en su mano. Y te prendió en mi frente,
libre llama de Dios, libertad bella.
domingo, 11 de abril de 2010
Delirio - Mauricio Roverssi
Con la mano en la espada
la mirada en el horizonte
Con los pies carcomidos por el fuego del desierto
La capa hecha trizas
El escudo olvidado diez millas atrás
Todavía te espero
La mente me estalla
Las sonrisas no florecen más
Todavía te busco
De qué me sirve esta maldita espada
Todavía te espero
De qué sirve un caballero en medio de la nada
Todavía...
No olvido tus ojos verdes
Quiero quemar mis recuerdos en sol del medio día
Tus ojos....
Fuego, polvo y olor a nada
Dormido en tu regazo
Mi caballo muerto...
Tus sonrisas bajo los arboles
Sombra
Tus ojos
Agua
Tu corazón
Tomado del blog:
http://anansison.ticoblogger.com/ Cazando Sueños
la mirada en el horizonte
Con los pies carcomidos por el fuego del desierto
La capa hecha trizas
El escudo olvidado diez millas atrás
Todavía te espero
La mente me estalla
Las sonrisas no florecen más
Todavía te busco
De qué me sirve esta maldita espada
Todavía te espero
De qué sirve un caballero en medio de la nada
Todavía...
No olvido tus ojos verdes
Quiero quemar mis recuerdos en sol del medio día
Tus ojos....
Fuego, polvo y olor a nada
Dormido en tu regazo
Mi caballo muerto...
Tus sonrisas bajo los arboles
Sombra
Tus ojos
Agua
Tu corazón
Tomado del blog:
http://anansison.ticoblogger.com/ Cazando Sueños
La boca del deseo - Patricia Ortiz
Por la mañana tal vez
saque a pastar la cordura
hasta que ávidos y verdes de tréboles
lleguen tus labios:
jugosos frutos con dientes de pétalo y sangre
a ofrecerme una aurora de verbos besos sexo
de líbido y jazmín.
Entonces mi placer en salvaje mordedura
desgarre la carne de las penas
y —en un abrir y cerrar de pasos—
yo alcance la altura de la noche
para hundir mis dedos
como raíces hambrientas
en la boca del deseo
Tomado del blog:http://lascosasporsunombre.blogspot.com/
saque a pastar la cordura
hasta que ávidos y verdes de tréboles
lleguen tus labios:
jugosos frutos con dientes de pétalo y sangre
a ofrecerme una aurora de verbos besos sexo
de líbido y jazmín.
Entonces mi placer en salvaje mordedura
desgarre la carne de las penas
y —en un abrir y cerrar de pasos—
yo alcance la altura de la noche
para hundir mis dedos
como raíces hambrientas
en la boca del deseo
Tomado del blog:http://lascosasporsunombre.blogspot.com/
Tiempo perdido - Miguel Dorelo
Debería decidirme.
Quizás, quién sabe, si a lo mejor...
Un par de palabras,
Tan solo eso.
No es tan difícil después de todo.
Pero no me animo.
Mientras tanto,
El tiempo corre;
Y quizás ya no es el tiempo.
Sospecho que
El coraje no está entre mis virtudes.
Y que ya no queda margen
Para decírtelo.
Quizás, quién sabe, si a lo mejor...
Un par de palabras,
Tan solo eso.
No es tan difícil después de todo.
Pero no me animo.
Mientras tanto,
El tiempo corre;
Y quizás ya no es el tiempo.
Sospecho que
El coraje no está entre mis virtudes.
Y que ya no queda margen
Para decírtelo.
lunes, 5 de abril de 2010
aparte del cáliz (4) - Héctor Ranea
en el fantástico bar en el que decoran el azúcar con ron
en las vetustas máquinas de hacer café y lujuria
en las aeronaves que se deslizan sin peso
apartando la mano desde los silencios
tejiendo con la mano manca hebras ásperas de luz
aluneciendo junto a una mancha en la pared
en los hoteles
en las postales
en las ventanas de madera
en la laguna de mercurio que tengo dentro de mí
es así
nunca dejé de verte en todos lados
de: aparte del cáliz (2004)
en las vetustas máquinas de hacer café y lujuria
en las aeronaves que se deslizan sin peso
apartando la mano desde los silencios
tejiendo con la mano manca hebras ásperas de luz
aluneciendo junto a una mancha en la pared
en los hoteles
en las postales
en las ventanas de madera
en la laguna de mercurio que tengo dentro de mí
es así
nunca dejé de verte en todos lados
de: aparte del cáliz (2004)
Poseídos - Amalio Villa
Poseídos, endiablados,
llenos de un vigor iracundo,
de una sed explosiva.
Furiosos, desbocados,
anhelando lo que ya tienen,
queriendo fundirse en el mismo abrazo
que los quema, que los desarma
y los desnuda definitivamente
de lo que no son.
Desnudarme de vos - Belén Cianferoni Figueroa
Bien podría desnudarme de vos
Sacarme tus complejos
tus vicios, tus manías
y tirarlos.
Correrme la mordaza al costado,
vaciarme de tu timidez y darme un baño,
un buen baño,
interminable y relajado.
Limpiarme el alma,
quitarme tus prejuicios
Los ya no quiero
los no me importa
el ya no sigo
Bien podría desnudarme de vos.
Bien podría vestirme de mi.
Sacarme tus complejos
tus vicios, tus manías
y tirarlos.
Correrme la mordaza al costado,
vaciarme de tu timidez y darme un baño,
un buen baño,
interminable y relajado.
Limpiarme el alma,
quitarme tus prejuicios
Los ya no quiero
los no me importa
el ya no sigo
Bien podría desnudarme de vos.
Bien podría vestirme de mi.
Recuperado de Internet el 19 de febrero de 2010 desde la página
http://lajetaliteraria.blogspot.com por Antonio J. Cruz.
http://lajetaliteraria.blogspot.com por Antonio J. Cruz.
sábado, 3 de abril de 2010
Dónde - Mauricio Roverssi
¿Dónde está la vida?
Perdida entre los tiempos muertos.
¿Dónde están los sueños?
Dormidos en el cielo.
¿Dónde está la luz?
En tus ojos.
¿Dónde está el calor?
Cerca de tu pecho.
¿Dónde puedo dormir?
Conmigo.
¿Dónde estarás tú?
Junto a tu mano
¿Dónde sufriré?
Sola en tu corazón.
¿Dónde encontraré lo que perdí?
No has perdido nada, todo esta aquí conmigo.
¿Dónde jugaré a ser niña?
En nuestra casa.
¿Dónde moriré?
No lo sé.
Tomado de Cazando Sueños
Perdida entre los tiempos muertos.
¿Dónde están los sueños?
Dormidos en el cielo.
¿Dónde está la luz?
En tus ojos.
¿Dónde está el calor?
Cerca de tu pecho.
¿Dónde puedo dormir?
Conmigo.
¿Dónde estarás tú?
Junto a tu mano
¿Dónde sufriré?
Sola en tu corazón.
¿Dónde encontraré lo que perdí?
No has perdido nada, todo esta aquí conmigo.
¿Dónde jugaré a ser niña?
En nuestra casa.
¿Dónde moriré?
No lo sé.
Tomado de Cazando Sueños
Luz de luna - Mauricio Roverssi
Me encanta tu piel desnuda a la luz de la luna
El hechizo de tus labios se confunde con el fuego de tu mirada
Bruja terca y frágil ¿dónde estabas cuando te necesitaba?
¿Por qué no volaste hacia mi cuando te llame?
Con el negro manto de tu pelo me cubriste
Me abrazaste con tus piernas y pude dormir
Maldición son tus caricias
El perfume de tu cuerpo envenena mi alma
Deja de tramar maleficios contra mí
Termina ya de cantarle a la luna
Quema los libros
Destroza las pociones
Sólo necesitas tu voz para atraparme
Tu presencia par hundirme en la noche
Tu mirada para saciarme
Solo el pacto de tu mano junto a la mía
Tomado dehttp://anansison.ticoblogger.com/ Cazando Sueños
El hechizo de tus labios se confunde con el fuego de tu mirada
Bruja terca y frágil ¿dónde estabas cuando te necesitaba?
¿Por qué no volaste hacia mi cuando te llame?
Con el negro manto de tu pelo me cubriste
Me abrazaste con tus piernas y pude dormir
Maldición son tus caricias
El perfume de tu cuerpo envenena mi alma
Deja de tramar maleficios contra mí
Termina ya de cantarle a la luna
Quema los libros
Destroza las pociones
Sólo necesitas tu voz para atraparme
Tu presencia par hundirme en la noche
Tu mirada para saciarme
Solo el pacto de tu mano junto a la mía
Tomado dehttp://anansison.ticoblogger.com/ Cazando Sueños
Soneto a mamá - Joan Manuel Serrat
No es que no vuelva porque me he olvidado
de tu olor a tomillo y a cocina.
De lejos dicen que se ve más claro,
que no es igual quién anda y quién camina.
Y supe que el amor tiene ojos verdes,
que cuatro palos tiene la baraja,
que nunca vuelve aquello que se pierde
y la marea sube y luego baja.
Supe que lo sencillo no es lo necio,
que no hay que confundir valor y precio,
y un manjar puede ser cualquier bocado
si el horizonte es luz y el rumbo un beso,
No es que no vuelva porque me he olvidado....
es que perdí el camino de regreso,
de tu olor a tomillo y a cocina.
De lejos dicen que se ve más claro,
que no es igual quién anda y quién camina.
Y supe que el amor tiene ojos verdes,
que cuatro palos tiene la baraja,
que nunca vuelve aquello que se pierde
y la marea sube y luego baja.
Supe que lo sencillo no es lo necio,
que no hay que confundir valor y precio,
y un manjar puede ser cualquier bocado
si el horizonte es luz y el rumbo un beso,
No es que no vuelva porque me he olvidado....
es que perdí el camino de regreso,
Cierro mis ojos - María Luz Pilar Medina Ocampo
Cierro mis ojos
y sólo escucho
bellas melodías,
sonidos del viento
que roza mi cabellera,
coro de estrellas
que destellan
ante una vida nueva.
Cierro mis ojos
y sólo escucho
risas reconfortantes
de almas puras,
suspiros de alivio
de seres que se aman,
quejidos de placeres
que reconfortan la vida.
Cierro mis ojos
puedo escuchar
la melodía
de un corazón herido,
latidos unísonos,
sonidos que replican
tu suave nombre
que brindan compás
a mi vida.
Cierro mis ojos
y escribo,
y escucho
la nueva melodía.
y sólo escucho
bellas melodías,
sonidos del viento
que roza mi cabellera,
coro de estrellas
que destellan
ante una vida nueva.
Cierro mis ojos
y sólo escucho
risas reconfortantes
de almas puras,
suspiros de alivio
de seres que se aman,
quejidos de placeres
que reconfortan la vida.
Cierro mis ojos
puedo escuchar
la melodía
de un corazón herido,
latidos unísonos,
sonidos que replican
tu suave nombre
que brindan compás
a mi vida.
Cierro mis ojos
y escribo,
y escucho
la nueva melodía.
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