Los años han pasado
muy de prisa
pero aún recuerdo el día que llegaste.
Eran tiempos difíciles
pero no estos días iracundos,
irremediable signo de los hombres.
Nuestra vida ya no es sencilla como antes.
Hay escasez de abrazos y de libros,
de tiempo y de palabras,
el pan y la sal de la amistad ya son recuerdo
y el progreso
es una ideología sin espíritu.
Por estos días, los miedos todos
se han hecho dueños del alma
de los hombres
y siento bronca por no haberte ofrecido
la belleza inocente de las cosas sencillas.
Haz un pacto conmigo:
No pierdas el asombro,
no dejes que lejanos naufragios
te derroten;
recuerda, la esperanza
es un bien inagotable.
Todavía puedes
encontrar los motivos
para olvidar tus noches más sombrías
porque ha llegado el día
de hacer resucitar el alma.
pero aún recuerdo el día que llegaste.
Eran tiempos difíciles
pero no estos días iracundos,
irremediable signo de los hombres.
Nuestra vida ya no es sencilla como antes.
Hay escasez de abrazos y de libros,
de tiempo y de palabras,
el pan y la sal de la amistad ya son recuerdo
y el progreso
es una ideología sin espíritu.
Por estos días, los miedos todos
se han hecho dueños del alma
de los hombres
y siento bronca por no haberte ofrecido
la belleza inocente de las cosas sencillas.
Haz un pacto conmigo:
No pierdas el asombro,
no dejes que lejanos naufragios
te derroten;
recuerda, la esperanza
es un bien inagotable.
Todavía puedes
encontrar los motivos
para olvidar tus noches más sombrías
porque ha llegado el día
de hacer resucitar el alma.
Acerca del autor: Antonio J. Cruz
1 comentario:
Me encantó.
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