A Claudia Luna (México)
Tantas veces espuma
tic tac, tic tac, tic tac
y la mañana fría, gris y triste como una melodía fúnebre
acaricia mi barro sonámbulo
y de pronto la magia estalla en mil pedazos
mi perverso Motorola Q
pita como un demonio
y mis espejismos de Morfeo
se esfuman como el humo de un habano
en una canción cubana.
Agrieto los ojos lentamente
una vocecita en tonito colegial
me inquiere ¿no irás a trabajar?
y es entonces cuando me incorporo como un fantasma adormilado
y llego flotando a mi oasis de lluvia
abro las llaves del edén
y una catarata de agua más fría que el Polo Norte
a z o t a
mi piel de Adán,
mi légamo de Cristo maltrecho,
mi piel después de una fiesta del big bang
mi dermis de poema-objeto.
Mi barro mortal se diluye
cierro mis espejos del alma
y veo en el espejismo de Borges
una mujer bella como el cisne de Darío
mis dactilares recorren su entidad de sur a norte
y las manos de Afrodita kivok recorren mi cuerpo de norte a sur
es suave como el Platero de Jiménez
y mi sombra termina siendo una orgía de espuma
blanca como la nieve del Everest.
El sonido del agua es para mis oídos
la novena sinfonía de Beethoven o
un recital de Octavio Paz
en Casa de la Literatura
3 comentarios:
¡Me encantó tu poema! Un saludo grande.
Neli :)
Un hermoso trabajo,
lleno de emociones
sentimientos y
conocimientos,
me encanta,
felicidades amigo
desde CHILE, un abrazo.
Excelente, poema, Seve. Sos grande, varón.
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