martes, 20 de diciembre de 2011

Antes - Luciana Mellado

Pero cómo movía la boca para hablar sin decir nada.

Era hermosa la indolencia entonces
cuando el lenguaje no adulteraba
pretextos, ni anunciaba el gesto o el motivo.

Ahora, en cambio, te espero intencionalmente:
para que no me busques, para que no me hables,
para que no te acerques, fantasma parco y evadido,
mudo lleno de voz.

Pero cómo movía la boca para hablar sin decir nada
sin ofrecer cosa alguna, nueva o vieja para mi sed.

Antes, cuando la palabra no me daba de beber.


Con autorización de la autora, del blog http://enlapiznegro.blogspot.com/

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