Agonizando como un animal
en una ésteril cama de hospital
cinco minutos para susurrar
siete palabras mías.
Un medio aliento para oírme marchar
con el alma llena de sal
y ese conjuro que logro agotar
la luz que más quería.
Dame otro soplo para ver llegar
la oscuridad en que te nos ibas
es de noche y deben retumbar
siete palabras mías.
Ojos sin brillo para perdonar
en los pasillos de mi mente
seco de lágrimas tenerme en pie
al resto de una vida.
Sortilegios para confesar
en poblado y en banda
que en esa noche supe susurrar
siete palabras mías.
Tiempo sin tiempo para recordar
miserias de esta vida
despedazándome hasta hallar en mí
la luz que mas quería.
la luz que mas quería hoy esta aquí.
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