A florecer las rosas madrugaron,
despertando al
albor de la mañana...
Y al apuntar la aurora yo renuncio
a este Madrid, otrora mi ciudad,
hoy prisionera de pompas
y obras vanas
que al cielo desafían...
y marcho a la casa de la lluvia amable,
antes de que el temblor del escarmiento arranque
cual negro toro en negra hora...
Tomado de Andalucía-Obama-Amor
1 comentario:
Querida niña Oriana ¡Gracias por incluir y pequeño poema! El hallazgo de la estrella errante me congratula. Abrazos
Publicar un comentario