Intraducible,
incluso para un demonio
y
más allá del lento agotamiento
de
las lámparas, único, permanece.
¿A
qué flujo o reflujo,
entonces,
encomendarlo
y
hacia qué polo sonoro
o
con sordina dirigir el magnetismo?
No
saber, jamás, si razona
o
desvaría, si expresa
una
vía de lava, un encuentro de amor,
si
anda bajo soles errantes,
bajo
la tierra, sonámbulo,
si
alcanza la orilla,
si
se configura como nube o vértebra,
si
habla de yescas,
rayos,
traiciones, esquinas,
amparos,
intemperies, escudos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario