En el
vaso, el precipitado; materia que se separó…
En el vaso, el precipitado; materia que se separó
del agua que espejea los días y las horas,
por una causa que no alcanza a vislumbrar:
¿por una mano negligente ante una piel ajena,
sobre blanda piedra de pureza extendida?
¿por una mirada, primera o última,
dirigida hacia la rasgadura,
no hacia el sólido sin desgarro, a salvo?
¿por algún olvido que pareció nimio
y que, en un remoto rincón del universo,
inició la consunción de un sol
hasta entonces con brillo y ardiente?
Allí, en el poso rojo o blanco,
sin explicación a la vista,
lo que queda de lo que la vida concentró
a fuerza de pulsación y relámpago.
Sobre el Autor: Carlos Barbarito
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