En las calles
lágrimas que hieden a ríos de sangre
De las alcantarillas
mil ojos con hambre
Se hunden tacones entre los adoquines
Desaparecen sueños en la boca del subte
Una mano vacía perfumada de olvido
pide más
¡Más!
¿A qué huele el cemento?
Preguntan las palomas que duermen en los frisos
A restos de comida que encuentran en los tachos
esqueletos que sudan
antes de hacerse polvo.
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