martes, 15 de noviembre de 2011

Y ya entrada la noche - Luciana Mellado

Y ya entrada la noche cuida el lenguaje
como se cuida a los hijos enfermos o a la madre débil.
Aprende a ver en la oscuridad verdosa de sus noches
silencio que aplaca la costumbre reverberante del espejo
que le devuelve su imagen y el sonido de la ropa
que hoy nadie quita ni espera.
Ningún perro puede morder su propia cola - piensa
y entonces se equivoca y sale al mundo
porque cree que está sola
porque cree que conoce la naturaleza de su deseo,
mundano afecto inenarrable hacia los otros.
Si soñar la liberara un poco soñaría
que muere en un cadalso
que se eleva con los brazos abiertos
como quien va a volar y vuela.
Pero soñar ocurre con voceos entrecortados,
presentimientos de una aurora que se resiste, batalladora.
Nadie muere en la víspera le dicen en su sueño.
pero ella advierte al despertarse el repique de unas llaves,
su golpeteo incesante en los rosados dedos
de un verdugo impiadoso.

Con autorización de la autora, del bloghttp://enlapiznegro.blogspot.com

De libro Las niñas del espejo (2006)

Aullido [Homenaje a Ginsberg] - Odeen Rocha

He visto las mejores cabezas de mi generación consumidas por la locura [and i feel fine].

Los he visto derretirse ante el glamour que sofoca al conversar.

Los he visto renacer con sonrisas de arena después de rituales espirituales de alta sociedad.

Rodar por las calles desiertas buscando la hierba para reír como idiotas y no escapar más/sumergirse más.

Aprender a ver y a escuchar y a abrir la mente pero sin mirar dentro y nadar en su mierda color rosa.

Desaparecer su propio deseo por el deseo del otro ó convertirse en el deseo del otro sin desearlo.

He perdido la realidad entre acordes estridentes, imaginando otros mundos, reído de bromas que aún no existen.

A aquellos que caminan y miran pero que ya no voltean atrás porque eso ya no es.

He visto a los que se consumen en perseguir el dinero y su color como lo único que hace valer su existencia.

A todos lo que dejaron de imaginar, dejaron de creer en su alma para voltear y absorber lo que les dicen que suena o se escribe lindo.

Aquellos que desprecian lo creado porque no tiene nombres de marquesinas.

Aquellos que se justifican la estupidez diciendo que 'qué se le va a hacer, así somos todos'.

A los que he visto mofarse de otros por no poder soportar que las cabezas no hiervan a su misma temperatura.

He visto a las mejores de todos volar al olvido, vender su espíritu al mejor postor y llenar su boca de propaganda política y falsa crítica social.

He visto a los que levantan el puño en las calles y la voz en el rostro del diablo, pero le ponen PLAY al desprecio del que les es diferente.

He visto rostros de muertos en pechos sin vida, sin aire.

He oído nombrarse muchos nombres y frasear en pos de la libertad que se pierde a cada minuto que hablan.

He visto como se mueren pedazo a pedazo las grandes ideas, los grandes visionarios de mi generación se convierten en monstruos vestidos con trajes sin piel.

No mires hacia allá, la madurez no puede significar perder la capacidad de imaginar y de soñar o peor aún, limitar tus sueños a lo que otros desean que sueñes.

He visto al nihilismo absoluto reflexivo convertirse penosamente en enunciados cortos recortados de revistas.

Las mejores cabezas de mi generación viven pensando en el tiempo como su peor enemigo. En los sueños no hay tiempo: Hoy no es Hoy, es un recuerdo de Ayer y una fantasía de Mañana.

Los mejores que se convencen tristemente de que no se vive de sueños, que la realidad es cruda; pero que olvidan que no existe realidad que antes no es soñada.

He visto a aquellos que ya no escuchan el silencio y que ya no escriben de lo que no han visto nunca. Cuya realidad es gris, como grises sus recuerdos.

Quisiera ver a Ginsberg o a Agustín o a Parménides decirles/decirnos qué tan pendejos estamos con alguna frase inventada por ellos al calor del sol. Y aún así discutiría.

Quisiera ver las lágrimas correr poco a poco por mi pómulo cuando una melodía me conmueve/quisiera que pudieras verlas tú también.

Quisiera ver a las generaciones jóvenes y sus cabezas soñar y soñar y ser diferentes mientras son los mismos y construyen su mundo entre todos.

Quisiera ver la sonrisa de un loco cuando te mira y te dice que Irás y no Volverás. Cuando los rebeldes greñudos tararean sus canciones, disfrutan su vida y sus actos y están siempre contigo como hermanos.

He visto a los mejores entre los mejores desaparecer sus ojos y convertirse en letras, consumirse en su espíritu y ser más cabrones que aquel que se dice sabio.

Quisiera que el nudo en la garganta estalle en llanto mientras la mano redacta estas líneas, las perfora desde adentro y salen con todo y sangre y semen.

He visto cómo te excitas y me excitas con esos ojos de fuego, de deseo, de ser más de lo que eres y más de lo que yo soy contigo.

He visto cómo los han destrozado por el ano al sentirse aceptados sólo por el hecho de dejar salir su diferencia de sexo, por no haber otra opción para conversar.

He visto sangrar sus ojos al ser penetrados desde el corazón a la cabeza sin orgasmo que puedan recordar con más cariño que a su masturbación hueca.

Hemos visto como los mejores entre los mejores se sientan a ver pasar su vida y sonríen por su futuro predicho en trabajar, comprar, comer, dormir y coger.

A los que se preparan por años para tener un bonito título que pregonan para ensanchar sus carteras pero ya no se interesan en ser humanos.

Hemos visto aquellos cuya vocación es movida por la ganancia o por el premio y se niegan la capacidad de ser.

He visto a las mejores cabezas de mi generación consumidas por la locura y he visto a la locura ser atrapada en la norma de lo políticamente correcto.

He visto a los soñadores ser llamados locos y a los de mirada suave y a los de imaginación insaciable salir mirando al suelo por pensarse distintos cuando no lo son.

Un día en la vida que corre bajo las teclas de las máquinas que aprenden por nosotros y expresan de boca del alma del menos talentoso la sublimación de variedades incontables de envidias disfrazadas y odios mal hablados en torno a un mundo que no es suyo y que ni siquiera ha estado lo más cercano como para escupirle en la cara y gritarle con fuerza que el problema no debe estar en la jaula sino en los animales que la habitan.

Las mejores cabezas de muchas generaciones viven engañados por los incomprensibles textos de dementes y exiliados que ya desde hace años exhalan su aliento pregonando que no es para ellos la tierra pero tampoco para nosotros ni para nadie.

No es un aullido en el aire, ni un grito en la cima más elevada. Es el murmullo de un giño que destapa la vista para limpiar con lágrimas la más baja forma de prosa que no pretende sino escupir en la boca de aquel que sigue viviendo bajo la piedra de su propia vida.

Seguiré esperando de pié el final de esta poesía, algún día llegará y mis brazos ya están abiertos, aunque para ello pasen mil años. Aquí estaré listo para leerte escribir ese final, que no podría venir ya de las mismas manos que le dieron vida.

domingo, 13 de noviembre de 2011

Invocación breve – Guillermo Vidal

He depuesto mis armas
congregando el silencio
hasta que te pronuncies.

Reich - Esteban Moscarda

Reich repite
Las mentiras de la marimba,
El piano con somníferos,
El clavicordio atemperado.
Fraseos como de agua,
De viento embalsamado,
De niño soñando con praderas.
Percusión de lluvia,
De universo en gris,
De dedos de arena.

Estoy amando a Reich,
Su péndulo musical,
Me hundo en el intervalo.

Amatoria - Alejandra Díaz

ese hombre
era el escultor de sueños el que caló la piedra encontrando una mujer/un diablo alado
era el pintor... embriagador
aroma de acrílicos /óleos/pigmentos/madera
el escultor del amor... a contraluz a contrapelo



le he amado el alma
 
hasta los huesos.

Adolfo Hitler medita en el problema judío - Óscar Hahn

a los niños de Auschwitz


Toma este matamoscas y extermina a los ángeles,
después con grandes uñas arráncales las alas.

Ya veo sus muñones, ya los veo arrastrarse:
desesperadamente tratan de alzar el vuelo.

Toma este insecticida. Oigo sus toses blancas
prenderse y apagarse. Una puesta de sol
o una puesta de ángeles es lo mismo sin duda
porque la noche ahora levanta su joroba
y ellos se van hundiendo lentamente en el suelo.

Levanta el pie despacio. Así mismo. Tritúralos.
Que les saquen las plumas con agua hirviendo y pongan
esos cuerpos desnudos en las fiambrerías.

Ahora me van pasando sudarios de juguete
y ataúdes con cuerda. Ahora me van pasando
las cruces más pequeñas, para que se entretengan
los infantes difuntos. Pásame el insectario,
los alfileres negros. Toma este matamoscas
y extermina a los ángeles.


de Arte de morir, 1977.

Poema - Belén Vecchi

El sombrero de mi madre cubre el mundo
"Fotos", de Rodolfo Walsh.


El miedo en la cama.
Cómo decirte
que el amor es grande,
que el miedo es grande
y la cama chica,
y mi voz no alcanza
para soñar fuerte
con tormentas, con colores.

Blanco y negro, el mundo,
el miedo y el amor, el mundo
fuerte como los sueños,
como las tormentas de colores...

2011, Belén Vecchi(Argentina).

De su poemario inédito "Furia de luciérnagas".

viernes, 11 de noviembre de 2011

Cielo – Esteban Moscarda

Tengo un cielo gris
Debajo de este subsuelo de
Oro.
En el Sol hay hombres de fuego,
Edificios de fuego, calles de infierno,
Agua roja como las lágrimas de la
Aurora.
Y en la luna,
Que hoy se derrama sobre mi cielo escondido,
Hay hombres de hielo, edificios de hielo,
Calles de glaciares, agua blanca como el ojo
De Odín.
En mi cielo,
La cartografía tiene dedos de
Laberintos.

Ironía - Ana Caliyuri

Cuando la palabra

se desvanece

como cenizas

no siempre

huele a eternidad.

Mi encuentro - María Luz Pilar Medina Ocampo

Observé en el espejo
caminos de penumbra
con rayos de luna,
finos hilos de plata
sobre el azabache
de mi cabellera,
caminos de noches
sin dormir,
esperanzas apagadas
por entregar lo pedido
y olvidar lo mío,
horas de lucha
sin tregua
batallas ganadas
a la vida.
Observé mis ojos
que mostraron
el verdor de la naturaleza
las hojas caídas
de otoños pasados
el celeste del cielo
que guía el camino
de mis retoños y mis amores.
Ví el color del ocaso
de un atardecer
después de una entrega
sin descanso.
Labios gruesos
de besos que heridas
curaban y cerraban,
labios de palabras
que pronunciaban,
de sonrisas mostradas,
amores que nacían
y morían, de lamentos,
risas y gemidos impartidos.
Hoy pude ver en el espejo
la paz que ansiaba,
la tranquilidad de la vida
la seguridad de camino trazado
y el ímpetu de la vida.

La primera llamada – Guillermo Vidal

La primera luz
atraviesa el patio oscuro,
cae al azar.
La sombra de los pasillos
sigue resignada
la diáspora de luces.

Recorre las lozas dibujadas
como una pequeña travesía.
carga en las espaldas
pensamientos errantes,
y una inspiración profunda.
Suma la mirada al cielo

para augurar el día.
El silencio es el tesoro
bajo un vidrio delgado.

Suena la campana.
Entre la celda y la capilla
hay cuarenta pasos.


http://biosdelosblogsh.blogspot.com/2010/11/guillermo-vidal.html

sábado, 5 de noviembre de 2011

La ventana - Iván Silvero

la ventana es un cuadro
de dos lados
la cuadra oscura el cuarto iluminado


al cruzar

todo volverá a su unidad


Extraído de Vania Plate

Optikos - Hugo Senone

Hundido en las alas dulces de la noche
abriendo el cuaderno de los "no sé"
hay luces y edificios pasando
por la ruta
en silencio


la magia del motor
es un paisaje que me llama


lunas quietas en el viento que se lleva todo


un animal hermoso
-amor indomable-
y fantasía orillera
de un mar que nunca existió


bajo un cielo interminable
que se esconde tras los cables de la ciudad
y cubre los pueblos del interior como una manta
hay amigos como estrellas
titilando sus mejores destellos
inspirados en abrazos
creando nuevas formas de mirar


-viejos poetas del tiempo-


y eternos peces de la sonrisa
o bravo cardumen viviente
o veloz centella submarina
escrutando el alma.

Rehén - Ada Inés Lerner

Esta piel tan ligera que me encierra
(abrigo escaso de impudor y despojo)
este fracaso de suertes tan diversas
en silencio fatiga palabras incoherentes
suelo toparme con ríos vencidos
pobres espíritus anclados en su cauce
dolientes recortes de los años lejanos
sólo palabras que se diluyen
larvas de sangre en la tormenta inútil
como fósiles perdidos en el tiempo,
mis palabras nocturnas se desvelan
como rehenes altivos y sensuales
sólo sobreviven dentro de mi piel

(mapa y país) - Héctor Ranea

Es mapa de un continente
y es el continente. Es el que lo habita
y la forma de habitarlo en su caja
es una ventana al mundo. Una palabra
pero a la vez la letra que arma los libros
que contienen los mapas que es en sí
un país, sus cordilleras y sus bosques
o la geometría con la que una meseta
puede ser la mesa donde escribo mis poemas
mientras un viento me sostiene
y a la vez me aplasta contra el polvo
del que formo parte y me hace ser

en la mañana es la luz que la convierte en día
de noche es el color azul que trae oscuridad
que ilumina los rostros que se aman
sólo por estar ahí, arrebatados con un fuego
que al quemarlos los engendra
progenie y a la vez madres
libertad en la lucha por la libertad
palabras en el mundo de las palabras

mapa y país

Poemiurgo – Guillermo Vidal

Son órdenes de arriba,
hay guerra en la poesía,
no hay poesía en las guerras.

martes, 1 de noviembre de 2011

El poema mudo – Guillermo Vidal

Nunca más repitas: con renovado brío ardiente,
ni describas a la luna reflejada en lago alguno,
o a la tarde bajo la sombra de los cedros dormidos.
El amor no es eterno, nada separa a los amantes
que no sea el hartazgo y el olvido.
Yacen bajo las tumbas los que han escrito:
Nunca debieron ser más que abalorios
o bajo los lirios queda solo mi desvelo.
(las viejas palabras suenan fatuas o siempre lo fueron)
A partir de hoy se pueblan los espacios de silencios.

lisboa - Jorge Spíndola

nunca estuve en lisboa

siempre acá,
metido en este cuerpo,
atado al páramo o abrazado
al mar y sus acantilados

siempre los mismos ojos
con cuchillos naranjas en la tarde,
siempre acá

nunca caminé por las calles de lisboa
siempre pampa seca
y autos abandonados al borde de la ruta

ahora mismo me invade la imagen de un colectivo
detenido para siempre
oxidándose con yuyos en su cuerpo,
un bedford verde agua
con teros lejanos en su lomo

nunca puedo abrir esa cortina
que envuelve la existencia
esa cortina agitada por el viento
que anda como gasa
cayéndose sobre mi cuerpo

siempre acá,
entregado como un perro a este paisaje
oliendo matas, salpicado de escarcha
para siempre

lisboa crece por mi boca en esta noche
mientras orino abrazado al álamo de casa
mientras pasan autos en la ruta
mientras llueve y crece el perfume de la tierra
mientras nada se parece a lisboa
y sólo un gato
camina en los paredones de la calle

lisboa qué lugar extraño
navegando en mis entrañas
lisboa tantas cosas
tantas noches navegando
al sur de toda mi existencia

Sintonía Otoñal - Alejandra Leticia Taylor

Tenerte en silencio..
sin besos
sin caricias,
entre hojas
que caen
sin sueños,
sin prisa.

Tenerte en la palabra...
que conforma
lo impaciente,
lo audaz,
lo imposible
con besos
y sueños,
con prisa.

Tenerte
y no tenerte...
en remolino
de hojas secas
que se abrazan,
sintonía de otoño,
dando vueltas
por ahí.

El Universo - Ignacio Hernán González Zapata

En tus parpados empañados
una ligera lágrima se condensaba
pequeña azul… no podía distinguir
aun su forma, me di cuenta que…
ahí existía un mundo, un universo
con sus seres vivos y sus dolores cotidianos
sus historias, sus civilizaciones;
mundos que nacían y morían…
la vida y la muerte
latiendo en esa lagrima
entonces pensé…
eso es el amor.

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