Mi nombre parece extraño cuando ella no lo pronuncia. ¿Qué es esto de susurrar que todo se ha ido? Que podemos cortarnos con los labios de un ángel, porque en la inocencia viven las dudas.
Mi nombre no significa nada cuando ella no lo pronuncia, solo se consume mi sombra esperando su cielo azul.
Es que a veces, desearía que ella no supiese deletrear mi debilidad.
3 comentarios:
¡Muy romántico, te felicito!
Qué exacto...el nombre nos pre-existe (somos pensados/nombrados antes de nacer) y nos trasciende (somos nombrados después de muertos) nos recibe a la vida y nos acerca un poco a la muerte, cuando dejamos de ser nombrados por aquellos que amamos...Muy profundo, Alejandro, me encantó! :-)
El verso final es muy rico...
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