miércoles, 30 de marzo de 2011

Cadáver exquisito – Varios Autores

El mar quema las naves porque la sal lo cansa

Cansan las oscuras velas salitrosas

Cansan las fatigas del timón que besa la mar desde abajo.

El reflejo de tu voz se me mete en el sótano de mis ojos

Que llenos de salitre arden como el tizón en el dedo desollado

En la sentina turbia donde vamos los esclavos de tu cabello

Navegando al garete en las mejores espumas de tu saliva.

Y eso que la arena consume es parte de la historia,

Versos sin luna y un ratón ciego bajo la almohada.

Como una extraña y vengativa aurora que establece los límites

De la distancia entre la vida y el resto de las cosas.

Donde el cielo se inunda con tu infinito aroma

Olvidando el espacio que la noche genera

Y las gotas de aliento caen en el otoño de mi memoria

Y cierro los ojos y veo; todo se acerca o todo se aleja,

Ya no importa demasiado, la distancia es tan solo una ilusión.

Lo único que sí importa es la cercanía de tu cuerpo,

Tan junto al mío.

Y siento agitarse mi sangre, igual que ese mar que nos salpica

Con su espuma salada...

Déja vu de ausencia - Miguel Dorelo

Espejos imaginados,
Rostros desdibujados
Entre sombras y luces enredadas.

Engaños de los sentidos,
Confusiones discontinuas;
Sentimientos encontrados
En espacio-tiempos irreales.

Cuerpos desencajados,
Sonrisas desvencijadas,
Razones inconexas.

Miradas huidizas de ojos húmedos,
Lágrimas falsas
Resbalando en
Auténticas mejillas recordadas.

Latidos imperceptibles,
Pulsos agotados,
Ventanas semi-abiertas
A paisajes vislumbrados del futuro
O del pasado.

Estar sin estar:
Pretendida pseudo muralla defensiva,
Déja vu de ausencia.

Extraído de : http://lalentaagoniadeerato.blogspot.com/

Por centésima vez - Iris Alejandra Giménez

una mujer al borde
del crimen
espanta los pájaros a su paso
tropieza las rocas
que se alejan
apenas

va a desovar
de un momento a otro
va a desovar
en medio de la calle

ni una pregunta
ni un gesto que interrumpa
el camino duro y fugaz

va a desovar
en cualquier momento
y no quiere nada
que se le acerque
nada
que no sepa cómo tratar con fuego

una gata a punto de parir
cruza la calle
al filo del espanto
como si no le importara
como si no supiera
que en este estado
los demonios se alimentan
con la sangre de los que pueden
una gata punto de parir
cruza la calle ante a la estática pavura

y ella va a desovar
en minutos
o ya mismo

un vacío de ansiedad
recorre la piel desamparada
los labios fríos
los dientes apretados

un niño llora en medio de la risa
un hombre gime

una mujer acaba de morir por centésima vez

se ha apagado la tormenta

El averno - Fernando Rosales

Agudos sonidos provienen del averno,
Donde refulgen las estrellas que flotan invisibles
En las decenas de luz y tiempo que separan este cuarto del todo
Inaccesible para los hombres, ese vacío mortal de nada adentro, solo
Un corazón que late y late al recordar tu nombre viendo el firmamento,
Los sueños en años dorados que nos envuelven la confianza
De apostar al amor de nuestros ojos al cruzarse,
El magnetismo que recubre la cama en nuestras albas,
La desnudes de tus ideas al expresarte bella, resplandeces, eres,
La gravitación que siento al acercarme de lleno a tu piel,
Soltura de pez en el mar, ave en el aire, suavidad aferrada a Natura,
La Diosa reina, que rige a los soplidos el curso del viento,
Quien adueñado de la fuerza esculpe las piedras
Y los colores pétreos, óleos en bruto,
Maravillados ante la sensación de morir un poco
En cada enlace de mis jugos a tus esencias,
Duermo en el cielo de tu pecho, donde se aloja
El amor del bueno, donde reviven las fantasías y los sueños
Y el calor rebela la luz más increíble, la ensoñación.


12-08-08

Frecuencias - Esteban Moscarda

Gigas de ondas,
Hertz inmaculados
Penetrando los cascos
Donde duermen
Las neuronas drogadas.
El plasma se deshace
Entre estos dedos de aurora.
El sol empieza a transmitir
Su canción.
El éter, suena y suena,
Para los ángeles
De radios gamma.
Acá droga,
Droga de ondas megapixeladas
Y sabores nórdicos.
El éter me escupe
Giga-hertz embravecidos.
Ahora duermo.

sábado, 26 de marzo de 2011

Sangre – Esteban Moscarda

Sangre que no has de beber dejala correr,

Pero que corra con alas

Y que impregne el mundo,

Los cielos de mar y los bosques de tierra,

Las madrigueras donde lloran los hombres,

Los salones de niebla.

Que corra sin violencia,

Que corra, vuele, llevando

Lo que las almas olvidaron

En el remoto país del principio.

Vino XIII - Dante Sepúlveda

Qué pensará esta señora, que me mira con desprecio cuando dejo la cerveza y le paso la pelota al pibe que juega al fútbol en el bosque


Debí haber sido más valiente anoche acompañarte hasta la puerta decir: te llamo más tarde

(El mañana nos vemos suele ser infinito)

sabes que no voy a recorrer las cuatro cuadras que nos separan, que no te voy a abrazar caminando por plaza moreno

que solo puedo ofrecerte hilachas de mi hígado mi cuerpo atravesado por diagonales

(qué larga va a ser la ochenta, solo a ver el tren que no llega)

qué larga va a ser la escalera de mármol cuando baje a la calle ya borracho a buscarte

qué poco creíble va a sonar el discúlpame cuando atiendas el portero y mi lengua esté incrustada en el paladar.

(el pibe la para con el pecho y me entiende)


cuando yo nací, Tomás era heavy metal y quería boxear Álvaro padecía insomnio y rezaba el padre nuestro cansado de la vigilia.

y dicen que en marzo de aquellos días donde había años pero no vinos de diferencia

una mujer perdía su educación cristiana

mi hermana me puteaba por quedarme tirado en algún baldío que bebía mis botellas hasta que el sol me golpeaba la cara raspada por los cardos.

/los mañana nos vemos suelen ser finitos/


esto fue en marzo de aquellos días un intelectual famoso dijo haber estado,

ahora da charlas auspiciado por una multinacional y no contesta un mail.


Es todo tan simple como que ahora esté en otra calle en otra ciudad sin tu foto

(el pibe me mira de reojo y me devuelve el pase)



Poema en veinte vinos
Buenos Aires, El Surí Porfiado, 2007

Poema IX - Claudia Elisabet Sastre

IX.
Me llama desde su fondo hondo
(yo estoy detenida en el borde)
A dos pasos de allí
una línea de espuma
y después la nada.
El horizonte es una inmensa boca
balbuceando su milenario oscuro.
Le respondo con mi voz
de serpiente de mar Aquella
que ya no se escucha Aquella
de los tiempos de viejos navegantes.
Allí termina el mundo.

Allí las luces de un barco
cuelgan del cielo
que es la mar y son lo mismo.
Me llama desde su hondo fondo
hacia su agua sin orillas
donde pálidas las voces de los ahogados
recitan su letanía con mis palabras
y desnudan sus pieles de ballenas.


De La tierra suspendida

jueves, 24 de marzo de 2011

intemperie equivalente - Héctor Ranea

tejado fláccido
que ondula con el peso de bandadas migratorias
de noche de flamencos hacia el Sur
tejado inflamable
que prende fuego con la fricción del sexo
a la tarde mientras silban de amor las cigarras
tejado inestable
que se desploma ante el llanto insinuado
de un amor migratorio hacia el Sur
sin poder volar por la orilla del olvido

intemperie equivalente

de: la piel del agua, 2009

Cinco centímetros - Claudia Sánchez

Cinco centímetros.
Un desplazamiento de cinco centímetros
debería bastar.
Hacia izquierda o derecha,
podría ver otros ojos
detrás de los tuyos,
cerrados para siempre.
Hacia delante
podría sentir el frío de tus labios
y los míos
tratando de devolverte el aliento.
Hacia atrás,
amplío mi perspectiva
y veo que nada te traerá
de vuelta a este mundo.
Hacia abajo,
derramo las últimas lágrimas
sobre tu recuerdo.
Hacia arriba,
comienzo el camino
hacia la salida,
hacia la luz, hacia el futuro.
No, hacia adentro no iré.
Cinco centímetros hacia mi corazón
es un viaje muy extenuante.
Y debo guardar fuerzas
para emprender la salida.
.

Calles - Esteban Moscarda

Calles tejidas a mano,
Artificialidades precarias, baratas.
Los muros manchados de vino de caja,
Los chicos cuyo patio de juego es el cemento,
La aspereza del pegamento
En sus tiernas narices.
Mar de monedas de aire,
Incendio de botellas rotas,
El hambre es un monstruo mitológico
Que araña la realidad de un estómago vacío.
Y vos te refugias en tu carruaje de plata,
En la nausea de un mundo moribundo,
En el grito privado que jamás
Cambiará un metro de esas calles fatales.

poema de circunstancia - Claudia Elisabet Sastre

yo no escribo poemas de circunstancia
pero hoy se ha movido
el eje de la tierra
y aseguran que no influye en nada
nuestra naturaleza cotidiana

la ciencia se detiene
en un punto
y avanza agua, fuego, hielo
átomos fuera de control,
no hay ningún tipo de peligro

ha cambiado el eje terrestre
un cambio, aseguran, imperceptible
frente a la tele tomamos el té:
el universo permanece aún en su sitio

martes, 22 de marzo de 2011

Elegir - Miguel Dorelo

Los tiempos
A veces no son los adecuados.
Algunas otras veces
Tampoco los lugares.
No siempre podemos escoger.
Casi nunca lo aconsejable es lo correcto.
¿Sentido común en el amor?
Jamás de los jamases.
Elegir.
Decidir.
(deberías jugártela)
La soledad escogida
En poco se diferencia
De la adquirida.
No es que esté mal,
Reconozco que es poseedora de algún encanto.
Pero, aún sigo creyendo
Que
Dos
Es mejor que uno.

A-TARDE-SER - Ricardo Giorno

Árboles bajos, pastizales,
aguas,
pestilentes insectos.
Tendido en algún lugar,
inacabable.
El cielo, móviles puntos negros.
Sin vida, el entorno me devora:
inmóviles piernas.
Cauteriza el sol las nubes ausentes,
como es ausente el liviano viento:
inmóviles caderas.
Ojos que fluyen
de los árboles quietos a las hierbas cercanas.
Los ojos escudriñan,
el sol pinta,
aunque nunca puede igualar el color:
inmóviles brazos.
El viento murmura algún mensaje.
Es a mí, a quien la tierra lame.
Presiente el sabor que la carne estática pueda brindarle.
Estoy quieto, los ojos saltan,
Pertenezco a algún lugar que desconozco.
Sembré mieles en campos que no recuerdo.
Los pastizales se ciernen,
las nubes ausentes me envuelven,
los puntos negros se desploman,
el aire desaparece.
El sol cae, los ojos se retiran...

(soñadores) Gerardo Horacio Porcayo

Ah la esperanza
Qué haríamos sin ella
Qué seríamos sin ella
Piedras huecas que se rompen al primer golpe
Ventajas inútiles sin parábola para el mañana
Vacío
Como estoy yo sin ti
Como no estoy cuando persiste
Esa llama mínima
Ese lejano horizonte
Que puedes ser tu piel

Haikus Ciberpunk - José Luis Zárate

Me he perdido
La consola del mundo
abandonada


Olvido al mundo
en vida simulada.
Por fin existo


Vida artificial:
respirar lentamente
matriz afuera


Mujer perfecta
el nacer de tu risa:
un algoritmo


En el circuito
algo conserva el alma
(sé que no soy yo)


Palpita el mundo
al borde de la creacion
Dios pulsa Enter


Realidad Virtual
Nuestra vida esta a salvo
toda en un diskette


Cinta Moebius
¿Cual lado es el que observo
de la pantalla?

domingo, 20 de marzo de 2011

Vieja - Daniel Frini

―Vieja
Le dice el hombre a la mujer, le dice.
Le dice:
―¿Compraste el queso fresco,
ese del bueno, que venden en los chinos?.
Pero quiere decirle:
—¡Qué bonita estás, así, tan de entrecasa!
Le dice:
―El sodero dejó un sifón que pierde.
Pero quiere decirle:
—¿Te dije alguna vez que sos hermosa?
Le dice:
―El trompa prometió que el viernes paga.
Pero quiere decirle:
—¿Podés imaginar cuánto te amo?
―Vieja —dice el hombre mientras fuma
el último cigarro― dejame unas monedas
para el tren, que no pude cambiar un San Martín
porque el kiosco de la Bety está cerrado.
Pero quiere decirle:
—Me muero por irme a dormir entre tus brazos.
La mujer lava los platos.
Oye «queso chinos sifón trompa el viernes
monedas San Martín kiosco cerrado»
Pero escucha:
—Sos lo mejor que me pasó en la vida.
El hombre apaga el cigarrillo y se levanta.
La mujer cierra la canilla, seca sus manos.
Parece que fueran a abrazarse, pero no.
Ni se miran.
No importa. Eso también es parte del lenguaje
que sólo ellos dos hablan.
Pasan uno al lado del otro. No se tocan.
Y sin gestos, sin palabras, sin nada:
—Te amo ―parece decir él.
—Lo sé, mi amor ―parece decir ella.
Hay idiomas que no tienen palabras.

Canto inconcluso - Julián L. Moreno

Mi recuerdo, más antiguo
que yo mismo, me detiene
en las entrañas diversas
de los balcones parisinos.
Yo fui quien veo caminando, ahora
por la empedrada, quien remolcó
los toneles
del aceite mas antiguo, que las naves
vieron
al arrimarse a la costa.

Ya no recuerdo, sin embargo,
haber muerto en paz
rodeado por el viento
que sopla
la ironía de dios.

Pero puedo describir, puedo recitar y escribir.
Y así lo hago:
Mi consuelo es lento, pero persiste
aún, en la sombra ambigua
de la calle
que con pasión fervorosa
transité
más joven.

Recuerdo, sobre todo
las mujeres
con sus vestidos de rayón,
el serafín decorando un cuadro
o a un costado aquel espectador

Sin dudas se cuenta de forma más viva
en el caos, o en la danza desordenada
de las palabras casi aleatorias
que siempre acompañan mi memoria:
azafrán, bordeaux, hueste, alfanje,
organizado, tempestad, bronces,
claros, fervor, andaluz…
Y sigue, así, sin mía espera…

Y es curioso, que sean en mí
la muerte, una pasión
pues me escondo del día,
huyo de el, y no uso
dormir todos los días…
En mis habitaciones
se levanta el polvo
como se yergue un cuerpo.
Y los cuadros
parecen siempre desolados,
sobre el blanco tapiz…
Siempre el fuego fue
quien me dio la vida,
pues el fuego
corre con la sangre
y es el mismo, para mi
la matutina luz.
Y mi vida es,
muchas veces,
como la blanca azucena
que en mis balcones se ven.

Me parece ya tanto tiempo,
estar encerrado en el cuerpo de otro,
pues el mío, dicta mi razón, mío no puede ser…
Y que tristeza
saber
que conmigo
obscurecen los días
también.

De cuando estuve loco - Tito Muñóz


Escuchá la versión musicalizada por el Nano Serrat

De cuando estuve loco aún conservo
el carné de maharaja en la cartera,
un plano detallado del infierno,
un cielo con pirañas y goteras,
un prontuario en la comisaría,
un frasco con pastillas de colores,
la carta con la que te despedías,
remedios varios contra el mal de amores.

Ahora voy rumbo al sur a sentar plaza
desdeñando otros puntos cardinales
y el sol encarcelado en la terraza.
Voy rumbo al sur buscando
tus besos espirales.

Atrás dejo kilómetros de afueras,
aire por respirar, luces en rojo.
Hacia donde señalan tus pezones
voy a toda pastilla
dando gas a la moto.

De cuando estuve loco aún conservo
un par de gramos de delirio en rama,
por si atacan con su razón los cuerdos
y un viento fuerza seis de tramontana;
el vicio de escribir por las paredes
pareados de amor, y la manía
de buscarte entre todas las mujeres
que en horas bajas me hacen compañía.

Cuando rozo tus pétalos, nenúfar
que sobrevive en aguas estancadas
saltan chispas, los cables se me cruzan,
se me sube el mercurio
y me salta la alarma.

Mono de ti que me obliga a llevarte
en sobres rojos, liofilizada,
para tomarte cuando me apeteces
a sorbos cortos
donde duele la madrugada.

Te escribo desde un área de servicio
donde sólo me ofrecen gasolina.
Puedes llamarme a cobro revertido
desde la caracola de la esquina.

Equinoccio - Débora Schvartz

Fruto de la antipatía, la burda apatía y la frustración.
Creciendo lenta en el silencio la sucia palabra que no se mencionó.
Creyendo nacer entre los vivos cuando están todos muertos arañando el cajón.
Salí, queriendo acostumbrarme al vació, sintiendo en pleno verano el frío de la desesperación.

¿Querrían saber ustedes, acaso cómo se siente dormir en solitario
Mientras los otros se quejan por incomodidad?
¿Temiendo al manchón en la sábana que en un tiempo quebraba aquella pulsión sexual?
Y es que el maldito Eros, jugando con Morfeo, me quiso engañar…
Y me dejaron los dos de legado el secreto, que el amor es un sueño perverso que yo nunca he de lograr.

Debo decir de mí que nunca fui material de mi tierra, ni persona honrosa ni buena ni de belleza jovial.
Tampoco destaqué en algún ámbito que fuera de orgullo para los demás.
No recuerdo las caricias, ni los besos ni las risas de los sueños de infancia y la polución mental.
Pero sí recuerdo esos golpes en el pecho, el plato frío en el piso y la botella por la mitad.

¿Van a golpearme? Ya es tarde, fui la marca del puño contra la pared,
Fui del sacudón la clemencia, del terror la inocencia que me robaron ayer.
Por eso es que hoy busco, ya sin consuelo, quien se anime sólo un poco y me pueda querer.
Temiendo que sólo puedo dar a cambio, un mar de conflictos freudianos y una taza de café.

No hace mucho me diagnosticaron que tengo los ojos secos y más no puedo llorar.
Las lágrimas que vieron un día, es la prueba de esa burda mentira
Y que de fortaleza tengo lo que un hipopótamo puede tener de pez…
Vamos, que la ingenuidad ya no es un regalo, que el conflicto más grande que tiene el ser humano es el de ser querido y querer.

No me hablen de mentiras señores, que el amor no se vuelve un enjambre de mariposas en el estómago,
Que ya se han derretido mis relojes esperando que en la memoria de alguien persista la idea de amar.
Porque si pudiera elegir una mejor vida, pediría que Pangea otra vez exista y de alguna forma yo me pueda escapar.

La Generación de Bidú - María Grotti

Escuchalo en la voz de Pancho Alvarellos ("Córdoba va", Posdata, 1985)

Crecimos con lo Beatles
las primeras pitadas de Saratoga sin filtro
las hicimos una tarde mientras jugábamos a la payana en la Plaza Colón.
A nosotros nos tocaros los cuatrocientos golpes
y nos quedamos sin aliento en una Estrada cualquiera
mientras contemplábamos el anochecer de días agitados.
La niñez quedó atrás
junto a los caramelos Misky, el tintero involcable y el olor a mandarina.
Nos llevábamos el mundo por delante, salimos a la calle a gritar palabras felices o incoherentes
pateamos el tablero, desvestimos los santos, metimos el dedo en las llagas
rompimos los esquemas
y tiramos los pedacitos al viento de la historia.
Pero claro, después vino lo otro.
Una inmenza inmundez inundó nuestro mundo.
En aquellos diás, al levantarnos,
los presentimientos nos asaltaban a punta de pistola.
Todos, en mayor o menor medida, éramos sospechados de ser sospechosos;
éramos culpables de algo.
Fúmábamos toda la noche con el corazón hecho una fiera
mientras esperábamosoir las botas del domador.
Nuestros amigos, arrancados de cuajo de nuestras vidas,
quedaron detenidos en el tiempo.
A esas fotografías inexactas, a esas malas copias que nos dejó la muerte
las escondíamos en los pasadizos de la memoria.
para no despertar las iras de las fuerzas de seguridad.
Algunos se volvieron moscas de tanto sonreírle a las arañas.
Pero otros se volvieron viento, canción, poema, memoria.
La flaca Titina, el Pelusa, el gordo Ramos, el petiso Acevedo,
el Pato, la turca Flores, el Coqui...
Si pasan por el dique San Roque
arrojen una flor blanca
y no pregunten porqué.
Nadie se cura de espanto.
Eso, no lo sabe el domador.

El sentido perfecto (parte 2) - Roger Waters

¿No lo ves?
Todo tiene un sentido perfecto,
expresado en dólares y centavos,
libras, chelines y peniques
¿No lo ves?
Todo tiene un sentido perfecto.

“Little black soul” sale perfectamente apuntado.
Espere soldado.
Pasto especial para las noticias de las nueve.
Espere, espere soldado.
Es encantador el niño caliente en su cama esta noche.

[MARV ALBERT]: Hola a todos, Soy Marv Albert.
Bienvenidos a nuestra transmisión.
Estamos en vivo desde el Memorial Stadium.
Es un hermoso día.
Y hoy se esperamos un partido sensacional.
Pero, en primer lugar, nuestro himno mundial.


¿No lo ves?
Todo tiene un sentido perfecto,
expresado en dólares y centavos,
libras, chelines y peniques
¿No lo ves?
Todo tiene un sentido perfecto.

[MARV]: "Y aquí están los jugadores..
Mientras les hablo, el capitán
tiene su mira centrada en la plataforma petrolera.
Está a profundidad de periscopio.
Me parece que va a atacar.
Por cierto, ¿sabía usted que un capitán de
submarinos gana doscientos mil dólares al año?"
[EDWARD]: "Eso es libre de impuestos, Marv "
[MARV]:" Sí, libre de impuestos. Gracias Edward "
[EDWARD]: "De nada"
[MARV]: "Ahora volvemos al juego ... dispara el primero... sí.
Ahí va el segundo; ambos peces se están en carrera.
El contrario trata de armar una defensa preventiva
¿Lo lograrán? No lo creo."
¡Miren!
¡Miren esa pequeña explosión!

¿No lo ves?
Todo tiene un sentido perfecto,
expresado en dólares y centavos,
libras, chelines y peniques
¿No lo ves?
Todo tiene un sentido perfecto.

miércoles, 16 de marzo de 2011

doler - Eduardo Betas

Para N.R.

hay momentos en que la vida duele
sin pedir permiso
le pasa lista al cuerpo
como si fuera
una guardiacárcel
haciendo requisa
y si encuentra algo
fuera de lugar
un pecho desabrigado
un hígado sobrexigido
un cerebro sobrevendido
o una simple caries
la muy guacha enciende
las alarmas del dolor
y andá a hacerle entender
que uno por ahi
se distrajo viviendo
o bebiendo
o haciendo
de tripas corazón nomás
la ansiedad
que como cardo ruso
se agiganta a medida que avanza

hacerle entender, digo, a la vida
que no hace falta el dolor
que nos damos cuenta
sólo que algunas veces,
nada más que algunas veces
nuestra almita se asusta
porque se despierta
y está a oscuras
y no sabe que falta un segundo
un sólo segundo
para que amanezca

Extraído de: http://palabrar.com.ar/

lunes, 14 de marzo de 2011

El vuelo - Yosie Crespo

Dejo de callar
lo que hace que mis versos
escapen de mis manos.

Grito ebrio alguna memoria.

Brota la paz
como si fuera un engaño.

Es corta la madrugada
largo el recuerdo.

Salgo en busca
de la primera palabra.
Como el hombre al polvo,
regreso.

De nada sirvió creerme
ángel, dragón, bestia.

Con la misma paranoia
me escondo del espejo.

Solo me queda
volar.

Extraído de La ruta del pájaro sobre mi cabeza

Julio de 2009 - Antonio J. Cruz

Como siempre ha sucedido,
los astros surcan
la bóveda celeste.

En el rincón más oscuro del insomnio,
con hermética alquimia,
construyo mi templo
de palabras

Mientras entrelazo letras
y preparo mi emboscada
para el alma,
ruego a todos los dioses
para que nunca permitan
que el caos
sea ideograma de mis pensamientos
y la certera mano del silencio
no me alcance.


De "Poemas Inéditos"

Mutilación - Olga A. de Linares

Me duelen las alas, vida, / las fingidas, / incompletas, / las frustradas alas, / las ausentes...// Me duelen en el aire, / tal como dicen / que duelen los miembros amputados,/ exigiendo una presencia, / la ritual encarnadura, / sobre el vacío irremediable.../



Tomado del blog:http://olgalinares.blogspot.com/

sábado, 12 de marzo de 2011

la luz al final del túnel - Maritza Kusanovic

la luz al final del túnel


del cavado en el túnel


del clavado en la luz de cabeza en el mundo



la luz que debo



La luz que no me puede




Extraído de http://bloggrito.blogspot.com

Te conozco - Esteban Moscarda

Te conozco:

Sos la vida cuando tira la toalla,

Cuando se arruga, cuando cae.

Tenés el sabor de un atardecer fresco

Y la textura de un árbol muy viejo.

Tu voz suena a bajo, a cello, a cuerdas

Que se enredan en una melodía oscura.

Creí que seguías vistiendo de traje

Y que todavía tenías ese ridículo reloj.

Me gusta más así;

Ahora sos como yo

Y puedo amarte sin vergüenza

Y puedo acostarme en esa cama sin sábanas

Que es tu universo…

Esteban Moscarda

Hoy - Colombia Truque Vélez

Hoy no soy poema, ni ángel ni demonio

hoy soy el limbo que me habita

niebla indolora a donde no acude el sonido.

Hoy no soy palabra, ni grito ni susurro

sólo el lecho apacible, el luto de la sombra

tiempo inmóvil por el que no fluye la sangre,

ni cicatrices ni heridas.

Hoy, paraísos perdidos

y tú no estás —no sé a dónde fuiste.

martes, 8 de marzo de 2011

Sin magia - Angélica Santa Olaya

Podría sacarme de la manga
una ventana diademada de girasoles

una puerta sin cerrojo
para que los pájaros asomen el pico

podría viajar entre cristales
y decir que la tristeza es una nube
que viaja sola a la velocidad
con que se arrastra una lágrima
para llegar al suelo

pero en mi sombrero sólo hay
unos cuantos vocablos con oficio terapeuta

famélicas aves que entibian las manos

humo necio que se deslíe contra la piedra

cincel que a pico-pájaro
tatúa perímetros y fronteras
bajo la sombra de un artificio

truco barato que aletea
golpeando los blancos muros
de una casa donde
dicen
jamás llegan los cuervos

Con permiso Angélica Santa Olaya D. R. ©


Angélica Santa Olaya 

Del sueño de las cosas - María del Pilar Jorge

Fijo en el techo,
quieto y distante,
el ventilador duerme
su siesta de invierno.
Sueñan los ventanales
cerrados, herméticos,
mientras guardan
sus impenetrables
secretos.
Sueñan los árboles,
estáticos, sedientos
del suave roce
de gentiles amantes.
Sueñan mis manos
con el agua tibia
del río,
sueña mi cuerpo
con esa cuna acuosa,
seno materno,
que me abraza y me
arropa.
Y en esa espera quieta,
del silencio oscuro,
donde el frío agobia
al hombre y al niño,
ellos sueñan,
y todos soñamos,
abrazando recuerdos,
de tardes pasadas
en los días de estío.


María del Pilar Jorge

Poemario cíclico - Iris Alejandra Giménez

... Aquella náusea que es el sentimiento que sabe
que el cuerpo tiene el alma...
Fernando Pessoa



I
Y la cabeza me piensa
una cabeza
que piensa a otra
que es mía
y me piensa a mí
--
II
Quién sabe
Si me repito
será que todo es lo mismo
--
III
Conozco este laberinto
Sé que nunca saldré de él
--
IV
Extrañamente pasa la noche
Extraña la noche
La mente extraña
--
V
Aquí estoy yo
venida a piedra
hecha granizo

o simplemente desvanecida
--
VI
Luna
Sola soy piedra opaca
Cristal cubierto
que al menor sol
resplandece
--
VII
Esperaban sólo una viscosa placenta
las contracciones de la soledad
Las partes del cuerpo
acabaron llamándome por mi nombre
--
VIII
No tengo brazos
ni piernas
Tengo un ombligo silencioso
que se retuerce
y me estrangula
Sé de mí
como del vacío
--
IX
No estuve ahí para implorar
Sólo cuando tuve miedo
--
X
Tantas veces y tantas
gotas que van a vaciar un hueco
del alma / intranquila
--
XI
No hagas caso a mis lágrimas
ellas tienen vida propia
Brotan fácil
como niños que encuentran una puerta abierta
Ellas hablan todo el tiempo
tienen esa necesidad
Son como tontas adolescentes
Como viejas seniles jugando a ser niñas
--
XII
Todo cuanto tengo
te lo debo,
cisne innombrable
--
XIII
Un sueño me consterna
y no sé si habrá querido
o soy yo, una vez más
la que habla con Dios
y lo cree una pobre alucinación
--
XIV
Me levanto por la noche
al amparo del insomnio
refiriéndome a mí
como quien espera encontrarse en una brújula
--
XV
En forma de lluvia
andan mis pasos por esta casa
vuelta a construir
tantas veces
en los ojos
--
XVI
Por la mañana
es hora de resucitar
Un poblado de fantasmas
es dueño de la noche
donde todas las decisiones son oscuras
--
XVII
A media mañana
la lucidez
anda
a la deriva

sigue la flecha
respeta
la costumbre, respeta

no sabe lo que antes
instantes antes
siglos

igual, no sabe
--
XVIII
He vuelto a sentir en la cara
el viento absurdo, que devuelve todo
a su despiadada normalidad
--
XIX
No hay silencios
Sólo voces que me esquivan
capaces de atravesarme
sin yo ni apenas gemir
apuñalada por un lento estoque
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XX
Somos huéspedes terribles del insomnio
--
XXI
Ahí viene otra vez
Yo la conozco
Sé cuando de ella se trata
qué tan cerca está
Sé, que cuando llega me envuelve
y convierte todo mi alrededor
en el propio infierno
Juega conmigo
Amaga al miedo
Y más que nada
me deja sola
--
XXII
Nada me redime
y me hundo
con mi alma de hierro y cemento
--
XXIII
La muerte ronda
Ronda la muerte
Parece mentira que esté aburrida
--
XXIV
Cuántos silencios recorridos
sin poder más que seguir la línea del fuego
y alguna vez
más rápido que mágico
atravesarla con el dedo
para sentir un breve calor
--
XXV
Maldita inseguridad
en épocas de invierno sobre la escarcha
Bendito ese sortilegio que atraviesa las sombras
--
XXVI
A la puerta
sombría
en espera de nadie
¿Quién se atreve a madurar tus frutos
de vid quebradiza?
--
XXVII
No es temor a la muerte
Es que no quisiera recordar la vida
como a la niñez
y extrañarla para siempre
--
XXVIII
Gravita en las sombras
pura crudeza implícita
--
XXIX
Un hedor
inquietante
me secuestra de la sombra
que aunque fresca
sombra

y sin quererlo
me rescata
--
XXX
Por qué no creer en su esquizofrenia
Que no son dios y el diablo
Que es uno (mismo)
capaz de invertirlo todo
--
XXXI
Necesariamente
ilustra la vida
un encanto paralelo
--
XXXII
¿Qué profecía maravillosa acabará por cumplirse
en el fondo de las almas
para que el amor resuene
en los umbrales?
--
XXXIII
En lo profundo un alma
intenta hacia adentro
la bendición perdida
--
XXXIV
Hay un manto a lo invisible
sobre cada objeto que compone mi memoria
--
XXXV
Marcaba la plegaria la piel
tanto susurro en el alma
La madre quería
la hija
santa
--
XXXVI
Que no se diga
que vivo de fantasmas
que muero por lo mismo
--
XXXVII
Los santos de mi piel
empecinados en vivir
en su caja de sorpresas
--
XXXVIII
Gira la brújula desorientada
y las ánimas de las cosas se espantan
como palomas de los niños

Pero siempre vuelven
--
XXXIX
Quiero no perderte
luciérnaga amarilla
silencio alado que me descubre la sombra
--
XL
Dame ojos la noche
en el Edén
que los milagros se suceden
y anteceden
y consiguen en silencio
que la vida sea diferente
--
XLI
Una paloma se vuelve sigilosa
entre mis manos
y yo decreto
que lo imposible sea del viento
--
XLII
No se detengan lazos de luz fuerte
que de apoco empieza a dar marcha
la larva indefensa
--
XLIII
Y vino la razón
el instante de conciencia
y de un cachetazo
nos dejó
intentando saber
--
XLIV
Qué habrá sido de mí
cuando el ángel de los deseos partió
--
XLV
De siembra, cenizas
Esas son palabras
que regresan de arder
--
XLVI
Acaricia
desnuda palma liviana
con los ojos cerrados
Descubre el misterio
del antiquísimo desorden
y vuélvelo a armar
--
XLVII
De futuro veo una planicie
No es por falta de imaginación
Es por falta de futuro
--
XLVIII
Sin embargo no parece

Las plantas adquieren su tamaño
a la velocidad de la luz

son deshojadas
arrancadas

y en medio de un respiro
vueltas al aire
en movimiento permanente

Igual yo

conjugo los verbos
en todos los tiempos
--
XLIX
Comienzan
Cosas
Nuevas
Terminan vuelven a empezar
como alrededor del sol y éste
de otro
sol de enero y diciembre termina
todo es así. Un lugar
en el tiempo
cada vez, es el mismo

Quien no es la misma soy yo
un lugar después
--


Poemario del '94
Con autorización de la autora http://lugarnecesario.blogspot.com/

Me pregunto - Nanim Rekacz

¿Cuál de mis seres,
de mis haceres,
de mis palabras...?

¿Cuál de mis gestos,
de mis ideas,
de mis miradas...?

¿Cuál de las sidas,
o presentidas
o imaginadas?

Porque soy una
pero soy tantas...


domingo, 6 de marzo de 2011

Búsqueda - Claudia Sánchez

Esta semana estuve rodeada de búsquedas,
de espejos, reflejos y cegueras.
Y no puedo dejar de sentir
que lo más importante se me esconde.
De los ojos, de la boca, de los dedos.
Forma un torbellino dentro de mí,
pero allí se queda, inasible,
amurallado detrás de mis sentidos
para que nada lo transforme.
Tal vez para que yo nunca desista
de mirar detrás de lo visible,
de leer más allá de las líneas
y de escuchar los latidos del silencio.

Reiterada despedida - Nanim Rekacz

Siempre fuiste de otra.
Antes, de aquella...
Ahora, de ésta.
¿Y yo?
Trofeo o pasatiempo.
Curiosidad o deseo prohibido.

Antes te amé.
Y dejé que me hagas tuya
para hacerte mío
y conservarte
recuerdo.

Nunca creí volver a estremecerme
a tu contacto.
Jamás pensé que habrías
-también vos-
conservado mi recuerdo.

Y otra vez fue la sed
y el hambre
y lo innombrable
y el secreto entre las sábanas.

Vos, de otra...
y por unas horas, mío.
Yo, de nadie.

Transeúntes viajeros,
pasajeros de lechos...


Extraído de http://nanimr.blogspot.com/

Batallas perdidas - Colombia Truque Vélez

¿Recuerdas —¿también tú recuerdas?
los mundos renovados en cada toque
nuevo de la luz, en cada espacio
herido en su aureola? A mí esta tarde
me regala cierta agilidad poética
que medita rendir tributo a tu memoria.
Y en la confusión de ruidos, voces,
miradas, pasos, destinos, dolores,
que tropiezo incesante por las calles
de esta ciudad que habito extraña,
cuando sólo tu rostro querría reconocer,
calculo que tu ausencia es otra de esas batallas
que aviesamente nos va ganando el tiempo.


De: Lugar de un secreto nadir (Universidad Nacional de Colombia. Colección Viernes de poesía, 2007)

viernes, 4 de marzo de 2011

Otras verificaciones - Bruno di Benedetto

3

La ciudad es hermafrodita.
Con su estómago se seduce
y se procrea:
en las calles
el dinero
va tejiendo
redes sexuales intensas.


4

La ciudad tiene su dios:
dios de la mano escondida
dios del exprimidor de naranjas
dios del gatillo blando
dios de la noche y la niebla
dios del setenta veces siete tomá pa’vos
dios de los cuatro jinetes
dios caballo
dios montadito por la muerte

no diosito
no eres tú mi cantar



Con autorización del autor, http://dormiresunoficioinseguro.blogspot.com/

Maritza Kusanovic

Debí haber sido asesina
pero no
Yo escribo se arroja del mundo
y saltan haciafuera
tus ojos el cráneo tuyo
el tronco entero es un disparo
Debí haber sido asesina
pero no
Yo escribo el corazón
es una bomba Apenas
lo toco me astilla
no quiero que lo hagas
Nadie hace la lluvia sola
Nadie hace un solo de lluvia
Debí haber sido asesina
pero no
Yo Escribo sale
el pan una noche
y entra en la boca
y caen dientes en lo blando
Y Muero
Debí haber sido

Me propongo - Miguel Dorelo

Ser intolerante,
Será una de mis metas
Para el nuevo año
Que ya comienza.
No volveré a tolerar
Ofensas gratuitas,
Atropellos indiscriminados
Faltas de respeto variopintas
O
Soberbias lecciones de vida
Que no he solicitado.

Discriminaré
A diestra y siniestra
A
Los dueños absolutos
De verdades absolutas,
A
Mercenarios de la palabra oral o escrita,
A
Egos mucho más allá
De lo razonable y necesario,
A
Seguidores fervientes de Pilatos.

Reservaré
Para ser utilizados en momentos adecuados
Mis mejores insultos
Para todo aquél
Que los merezca.

Y,
Sobre todo,
Enfocaré mis sentimientos
De una manera más adecuada;
Me propongo
Firmemente
Ya no gastar energías
En quién
No
Sabe apreciarlo,
Huir a toda prisa
De
Mujeres de piel caliente
Y almas frías
Que andan por la vida
Con su manual instructivo
De amor ilustrado.

Basta de palabras para Dios - Fernando Rosales

lluvia, rajando el aire
vos no estás,
yo aquí no, el tiempo sea

apresa el invierno, devora el fuego
una estela el agua deja su paso
yo la sigo al acecho.

La salud mira llegar
la cara de dios
un rostro espejado y descompuesto
con agua cristalina hoy

Figurate revulsión roja sangre roedora cotidiana
en las formas blanquecinas del cosmos

Sueña sueño soñando el nuestro
Apacible sol tu eras de los cuerpos al andar
Mañana de día, cantaré otra cosa

lluvia de Julio agosta ausente

gracia lo ilimitado, contexto, siendo yo
late corazón, late! al vuelo del gorrión.

Tiempo y silencio,
cementerio en negra soledad
duerme sus visceras angustia,
sueña con curas

tierra y cielo, cuantas, cuantas palabras más
despertando sonido basuras y corazones
posible fuga al alba (con agua)
a un lugar más allá, detrás
del nogal que prende el sol a su ojo.

Algo como anhelo estrellado,
que,
persiste en luz, y sigue siendolo
lo sabe ciega, luz tanta tanto sueño mucha luz poco sueño
que siempre todo nunca acaba en nada,

igual al de ayer este cielo da su día,
suponte un payaso llorando y zas
caen dando vueltas los besos de agua en nuestra boca.

A veces el río del hastío se permite simular
a veces llora destino se me siente sin sentir
colmado de palabras, sin intención
igual que nunca nada y ahora todo, solo es que
creas leves caricias de viento cálido, al pensar
este sueño albado, por las dudas guardo y doy más.


21-7-8