sábado, 22 de enero de 2011

Lo sé: hay distancia entre su mano y mi mano... - Carlos Barbarito

Lo sé: hay distancia entre su mano y mi mano,
entre el papel que el aire agita
y su improbable despertar bajo los árboles;
pero quiero pensar que, todavía,
el número que la ciñe es uno y cualquier número,
en sus labios aún algo,
aunque sólo astilla, escama, se inaugura.

Beber palabras mudas - Nanim Rekacz

Los besos de los muertos

saben frío

como borde de vaso

de vino blanco



Extraído de http://nanimr.blogspot.com/

Filos - Antonio J. Cruz

Algunas madrugadas
cuando la ciudad se despereza
y jirones de fuego
asoman desde el este
también llega mi memoria umbría
y ese instante de júbilo
se rompe en mil formas de tristeza.

Para algunos
la vida es un cuchillo de dos filos;
Para otros
solo filo afilado
y contrafilo inerte.

Por eso
para que la ambigüedad no se haga
poesía
es necesario
ser un buen afilador de la palabra.

Último fuego - Martín Maggi

Ideal,

finalizado,

sumergiéndose,

mezclando el calor de un ser humano.

Armarios,

rocas,

terciarios,

herrajes que se funden con el pasado.

Llamas rojas,

rollizas,

arrolladoras,

no alcanzan a disolver la memoria.

Céntimo,

ínfimas cenizas,

inaceptable

es volver a quedarnos sin materia,

discordia.

Espíritu,

claridad, contrastes

de esta superficie real.

Entrega,

inmediación,

fuego

llevando y transformando todo

en ese último instante.

Arquetipo de la cosa - Camilo Blajaquis

No me nieguen que los pechos guardan frio
y que el destino viene cargado
con alta dosis de canibabalismo digital.
A mi no me convencen, esto ya está muerto.

Suburbios con aroma a marihuana
y fragancia a cocaina que te perfora
desde los pomulos hasta los tobillos
pensar que ayer estuve esposado en sus garras
y mi nariz aun tiembla ante su recuerdo.

como asi tiemblo ante un recuerdo que palpita
por pasadas o quien sabe futuras secuencias
mambos donde ser desprolijo era el lema
bosque gris de monoblock
pantanos de pasillo y villerio
ranchadas de los guachos como cuadros en exhibición.

adoro sumergirme adentro mio
abismos desconocidos para el rebaño
inutiles ovejas facilmente manipuladas
si vieran lo hermoso que son estos campos
¿porque le prohiben al ser ser?

detalle particular descubrí la vida
adentro de una celda
rodeado de humedad y oxido cancerigeno
detalle particular
el villero secuestrador se hizo poeta.

los pibes advierten al extranjero
en este ghetto el que viene de afuera
evidencia sus sintomas en una sola mueca
abre la boca cuando ve un fierro
pone cara de asombro al escuchar un berretin

¡extraterrestres, esto es una villa!
o acaso imaginaban un escenario
como el que describen los escritores mamarrachos
en libros de cronicas holliwodenses.

Confusión es lo que nos recibe al nacer
gateamos, tomamos la mamadera y jugamos
en medio de tiroteos y cazeria policial.
Aprendimos más facil a jalar poxirran
que las letras del abecedario.

en cambio los extraterrestres
resumen toda esta cuestionen una mediocre frase
que dice:"ningun pibe nace para chorro"
algo tan obvio transformado en slogan marketinero
que facil es ser una frase...que dificil es ser sensible.

traspirar la casaca, me repitió un dia un amigo
antes que le corten una gamba
después de certeros cuetazos de la gorra

de esta lado solo se sale con el arte
o un titulo en cronica o en TN
donde dicen un villero ladron abatido.


Tomado de http://camiloblajaquis.blogspot.com/

miércoles, 19 de enero de 2011

¿Qué somos ante el agua? - Carlos Barbarito

¿Qué somos ante el agua?
(regresa para recuperar lo que le fuera arrebatado.)
¿Qué somos ante el fuego?
(avanza y lo juzga todo.)
¿De quién la pulpa de la fruta
cuando pende sin testigos de la rama más alta?
¿De quién el día perfecto, la noche exacta,
el círculo, la piedra sin falla,
lo inexpresable, lo último y más secreto?
¿Quién es señor del agua,
patrón del fuego, capitán del aire
cuando es viento contra los árboles?
¿Y este perro que ladra a la belleza,
que muerde su espesor y su sustancia,
este hombre que siembra en el barro,
descalzo y solo bajo un sol indiferente?
¿Qué somos cuando sólo hay sal y sangre,
sombras de bromo en largo cortejo,
luces submarinas, frágil paraíso que se disipa?

Oscuridad - Aazam Abidov

Busco siempre la sombra
Todo es oscuro pensamiento
El cielo duerme en mis ojos,
La luna es trozo y trozo.
Encontraré la verdadera sombra
En la pradera del día del Juicio-
Cuando todo perecerá
Y sólo la oscuridad de Dios será visible

Traducción del uzbeko: Andrea Cote

Sin título - Esteban Moscarda

Los muros marchitos son lo único que quedó
Lo demás es del viento
Y del polvo y de la noche total.
Qué cantar cuando el sonido es silencio,
Que amar cuando la vida es un cadáver
Y los prados ya no tienen caras de jade
Y el vino ya se apagó como el sabor que solía
Provocar.
El cemento roto persiste,
La vida quiere recuperar su coraza verde
Pero se enreda en los lazos del final,
Se aturde
Con el último orgasmo de la Tierra…

(Sin dedicatoria) - Riina Katajavuori

Los peores son aquellos que aman al mundo entero
y serìan incapaces de herir una mosca.
Los peores son aquellos que juzgan
a sociedades enteras que dejan que les roben a ellos mismos
porque no tienen qué robarles,
para los que la vida es una sonrisa melancólica
el color del sol al final del verano
y lo que se les presente en cada momento.
Los peores son los inadaptados
para los que todo lo verdadero
se convierte en una excusa para ausentarse y callarse.
Los peores no son los que derriban
sino aquellos que no mantienen


Tomado de http://internatural.blogspot.com/2008/12/poesa-finlandesa.html

A media pierna – Hamlet Lima Quintana

Le pusieron un grillo a media pierna
Lo condenaron a vivir a medias
Le escondieron la paz, y la sonrisa
Le pusieron el pan a media rienda
Pero él seguía caminando.

Le vendieron la luna, cada noche
Lo fueron lentamente atornillando
Le tuvieron las manos ocupadas
Le sumaron la pena y las estafas
Pero él seguía caminando.

Le pusieron las piedras por delante
Le taparon la boca, por si acaso
Le abrieron una herida por la espalda
Le sumaron olvido a la condena
Pero él seguía caminando.

De lejos, bien mirado
cuando ya era horizonte,
se asemejaba al viento,
aunque según parece
él caminaba potente
como el Pueblo!

Tomado de Mi antología de poemas

sábado, 15 de enero de 2011

Preguntas frente a una probable intoxicación - Bruno di Benedetto

Quiero tiempo, pero tiempo no apurado:
tiempo de jugar, que es el mejor.
Por favor me lo da suelto y no enjaulado
adentro de un despertador…

María Elena Walsh
Marcha de Osías



Mientras escribo me quema una sed vieja.


En estos casos la cerveza siempre viene bien.

En la heladera queda una lata: la dejo a mano sobre el escritorio y sigo. Escribo con la vista fija en la pantalla para no perderme las palabras que van atropellando la nada. A tientas busco la lata. Pero manoteo el reloj despertador.

Y le pego un trago.


Desconcierto.


¿Qué se hace cuando uno traga tiempo?

¿Es como tragar arena o vidrio molido?

¿Se me caerá el pelo?

¿Me notan más arrugado?

¿Algún amarilleo en la piel?


¿Hay antídoto contra los relojes?

¿O el tiempo es como una droga o como un vino?

Y si es un vino ¿Quién plantó esa viña?

Y si es una droga ¿No habría que declarar ilegal el tictac del reloj?


¿Alguien volvió alguna vez de la resaca del tiempo?

¿O uno queda náufrago o palo seco tirado en la orilla del mundo?



¿Y qué me dicen de los efectos secundarios?


¿Los segundos me navegarán la sangre como diminutos ulises?

¿Volcarán su fuego y su rabia en mi torrente circulatorio?

¿Harán de mis venas un ardiente árbol de plata?


¿Los minutos me caminarán por dentro como escarabajos feroces?

¿Hurgarán y morderán en lo más secreto?

¿Harán nidos en donde incubar su progenie infinita?


¿Las horas se rebelarán contra su destino de oveja?

¿Les crecerá dentadura de tiburón?

¿O serán como lobos en la paciencia y en la dentellada?


¿Los años vendrán como dunas, a sepultar lo que no se ve?

¿Perderé la voz como río que se pierde en el desierto?

¿Se momificará este gesto de pedir agua?


¿O el tiempo no es veneno?

¿Y si el tiempo es licor de graduación alcohólica intolerable?

¿Dulce y mortal como beso que no se dio?

¿Amargo y visionario como el ajenjo de Verlaine?


¿Y si el tiempo no es arena?

¿Y si el tiempo es ceniza volcánica que a unos mata y a otros fertiliza en la raíz?


(Me dicen que allá en las laderas del Hudson, en Los Antiguos, crecen imparables los cerezos y que los frutos estallan como boca de mujer amada en la memoria)




¿Y si ni el tiempo es capaz de matar esta sed?

jueves, 13 de enero de 2011

Podría decir esto fue todo... - Carlos Barbarito

Podría decir esto fue todo ;
qué fácil sería entonces para el fuego,
ardería desde la carne hasta los huesos,
qué fácil sería para el hielo,
helaría hasta la mínima sombra,
el más fugaz de los reflejos.
Podría olvidar mi nombre,
perder la memoria, quitarme las ropas,
cambiar el idioma por el aullido,
dejar que el viento me arrastrara
hasta el fondo más oscuro;
qué difícil sería entonces para el árbol
sostenerse sin raíces,
qué difícil para el deseo
desear sólo la niebla, el humo, las cenizas.

Queda, sin embargo, una instancia... - Carlos Barbarito

Queda, sin embargo, una instancia.
En el dorso de la mano que roza el agua.
En las algas sumergidas que la mano no alcanza.
En la palma de la mano que es mía y de ninguno.
En mi mano que pugna por la luz y rehúye el lodo.
En el lodo que el escarabajo transforma en mundo.
En la luz que otorga su azul al azul y desnuda al desnudo.
En el molino que gira y muele granos y horas.
En el polvo de las horas que el paño no limpia.
En el paño que frota y frota cada cosa, cada mañana.
En la mañana anterior a la conciencia, flujo y reflujo del sueño.
En la conciencia, mariposa que choca una y otra vez contra la ventana.
En el desnudo y su lenta procesión de misterio a misterio.
En la flor que cae y en su caída esboza la eternidad.
En el esfuerzo hacia el tragaluz, el respiradero.

Sueño virgen - Aazam Abidov

La estrella toca mis pestañas cada noche
Detrás de mi frente la luna asciende.
Golpeando a la entrada de mi corazón
Está la noche,
como un huésped que vendrá pronto.

Cada noche, llamando al cielo,
Se imponen las aves que parecían tan puras.
“No estás con nosotros, no puedes volar”
“Ven”, me dice el convulso sueño virgen.



Traducción del uzbeko: Andrea Cote

La obstinación - Nanim Rekacz

La obstinación de la savia subiendo por el árbol
soñando fotosíntesis
ansiando ser aroma
lucha
lucha
lucha
contra la mayor fuerza de la tierra
se aleja de la raíz segura
de la entraña
se abre en los poros de las hojas
se vuelve aroma
exhalado
polen
viaja...


La obstinación de mi ignorancia
soñando trascendencias
ansiando ser huella
en las memorias
lucha
lucha
lucha
contra la mayor fuerza de la vida
la muerte
quedarse es cementerio
me desnudo me arranco los prejuicios los destinos
me vuelvo vulnerable
boca abierta
vagina
ojo sin párpado
pies descalzos
palmas hacia arriba

La obstinación
impulso
palabra caracola
genoma
ovario siempre fértil

Sala de espera - Armando Rosselot

El licor
que agradece aquel minuto no incluido
es una súplica sincera
de cuanto sueño errático va por mis noches

Lo sé
he aguardado más de lo prudente
y es posible que no logre levantarme otra vez

Para quién desee el agua del manantial errante
sea bienvenido
a mi lecho de alma en pena
ya que procuraré hacer de la espera algo más que rutinario
para así lograr
una noche de vino y amigos
entre hormigueros y leña a medio quemar

Entre fotos de familia de papel
y sortilegios de otros prados
de otros perfumes
de candente y deseosa ansia
que logra cimentar más vida luego de las derrotas y las muertes
con y sin motivo
con variados epitafios
y por medio de ojos de abismo estelar
que alguna vez pensé poseer
que vi en la mirada de otros
entre las sillas de una sala de espera

Publicado en: El Blog de Armando (La bruma) http://labruma.blogspot.com/2010/10/sala-de-espera.html

Espergesia - César Vallejo

Yo nací un día
que Dios estuvo enfermo.

Todos saben que vivo,
que soy malo; y no saben
del diciembre de ese enero.
Pues yo nací un día
que Dios estuvo enfermo.

Hay un vacío
en mi aire metafísico
que nadie ha de palpar:
el claustro de un silencio
que habló a flor de fuego.

Yo nací un día
que Dios estuvo enfermo.

Hermano, escucha, escucha...
Bueno. Y que no me vaya
sin llevar diciembres,
sin dejar eneros.
Pues yo nací un día
que Dios estuvo enfermo.

Todos saben que vivo,
que mastico... y no saben
por qué en mi verso chirrían,
oscuro sinsabor de ferétro,
luyidos vientos
desenroscados de la Esfinge
preguntona del Desierto.

Todos saben... Y no saben
que la Luz es tísica,
y la Sombra gorda...
Y no saben que el misterio sintetiza...
que él es la joroba
musical y triste que a distancia denuncia
el paso meridiano de las lindes a las Lindes.

Yo nací un día
que Dios estuvo enfermo,
grave.

viernes, 7 de enero de 2011

(Sin título) - Maritza Kusanovic

Cada uno arrastra su propio cadáver
Lo lleva hasta la orilla Y allí lo empuja
a ver si vuela el corazón Si no vuela
es un pez Y lo lleva
al mar muerto Allí lo suelta
a ver si profundiza
y vence las corrientes
Si el mar muerto lo rechaza
Uno arrastra su propio cadáver
Y lo pone al borde de la tierra
a ver si se agarra Si brinca
y nos marea Uno se deja
Y el corazón nos arrastra ahí
con la espalda caliente
ardiendo en el cadáver
Esta es la furia de la poesía

Ojos de otros - Héctor Ranea

Para que nunca más que olviden
haremos una pira con sus nombres

Para que nunca más que olviden
andrajosos perseguirán sus memorias

Para que nunca más que olviden
cavaremos en sus tumbas

Para que nunca más que olviden
deberán caminar sobre los cadáveres

Para que nunca más que olviden
se pondrá la centinela
acosando sus ojos con detritos
con miasmas les perturbarán

Con lo que no han querido ver los engullirán
los penetrarán con sus vidas olvidadas

Para que nunca más que olviden

De: Impotencias (2009)

Noches reversibles - Octavio Gómez Milián

Como en el poema de Pere Gimferrer,
mi alma es un muchacho
que no se cansa de mirar los muelles,
tengo algo de airado
en el bolsillo de la americana,
en el mensaje que dejo en tu contestador,
uno de los que apuestan sin respaldo,
que amenazan al horizonte
con un arma descargada,
de los que te bajan la falda en el pasillo
porque ya no encuentran palabras
para tu poesía. Los que esperan
sobrevivir a los tóxicos más espesos
de la noche, de los que te llamarían
desde otra cama, muriéndose si te perdían.
Uno de esos que apuran
los laberintos sin mapa.
Por favor, sólo quiero dormir contigo,
escuchar a los Planetas,
escuchar sus canciones,
las que siempre terminan mal.

miércoles, 5 de enero de 2011

En la ceniza espiral – Héctor Ranea

A Carlos Barbarito.


Pregunta primera: ¿Qué flota en la espiral?
Una escalera, un vértice y si es un nombre,
el verdadero nombre de las cosas.
Entonces protagonizan la hélice
esas palabras que tiran del entendimiento.
Golem plural son pura vela también
pesando para siempre los vientos.
Entrelazadas en una danza
en el calibre de un poema,
en una fulguración de la que el Sol
es mero reflejo sin pecado ni memoria,
las palabras apenas devanan lo que la espiral describe
en secreto.

Pregunta segunda: ¿Qué ceniza aprendió a volar en un poema?
El aguardiente que agigantó la sombra
una tarde en el sendero en que, todos los días,
como una máquina de parir dolores,
nace una palabra que se recoge como bálsamo
que se hace nacer de las inmundicias de la acera
para bruñir un enamorado círculo, una línea
o el caudal de un río que en la turbiedad aclara el llanto
y con ese río armar los puertos, las moliendas, el ojo amado
la copa de silencio de la que beben los poetas solitarios
en secreto.

Pregunta tercera: ¿Qué pregunta es esa que lamenta una respuesta rápida?
La respuesta al capitán cuando la nave
sólo navega al garete o guiada por las aves
es que nadie respondiendo veloz ha resuelto
el gran enigma del valor de las palabras.
La pregunta no tiene una respuesta breve.
La vela tensa puede parecer al ojo congelada
pero la tensión se ve en el tiempo,
cuando la nave trata de salir de esa tormenta
soportando los enormes empujes de los alisos
de las trombas llenas de tiempos, de sabios
de poetas.

Publicado en: www.letrasdechile.cl

Sonata para un hombre mustio - Antonio J. Cruz

Como un tétrico signo de los tiempos
esta mañana he vuelto a verlo
cumplir su rutina inexorable.

Llegó al bar, ocupó la misma mesa
que ocupa cada día
y el mozo, sin siquiera preguntarle, trajo café,
él encendió su cigarrillo
y se quedó mirando sin ver nada.

Lo he visto siempre igual durante meses.

Lo sé, estoy seguro.
Su corazón de hielo
no ha padecido ausencias
ni la exquisita sal de alguna lágrima;
no ha sido deslumbrado por el vuelo del ave
ni el follaje del árbol
y, a pesar que habla,
no ha conocido la palabra.
El paso del tiempo
no ha alterado su mirada cenicienta
y el hastío sigue siendo el traje
que lo viste.

Aunque él no sepa, camina muerto por la vida
y cuando llegue su hora
nadie sabrá que se ha marchado,
no habrá de descansar entre flores ni muchachas
sino en la terca oscuridad que nos mantiene lejos
de la luz, la ilusión y la esperanza.


De "Poemas Inéditos"

No hay nada sin el tiempo - Martín Maggi

Una colonia cultural
un mar de dedos
un relicario antimperial
un desenredo
la balanza austera
de los mil sueños
hoy en busca de horizontes
como tiembla la piel
los huesos se entumecen
con el húmedo verde
del parque en silencio.
Adolece un sentimiento
un cambio, un ciclo nuevo
y otra que estaba
ya en el medio
siguió el viaje en el mismo transporte.
La distancia es
infinitamente un pretexto.
Medio minuto más
de cielo abierto, adentro
la estepa, el conurbano,
la circunferencia,
arco iris con lluvias,
milimétrico, natural
con desaliento.
No hay nada
sin el tiempo.

lunes, 3 de enero de 2011

Amaneció lloviendo- Miguel Dorelo

Hoy
Amaneció lloviendo
Como tantas otras veces;
Garúa fina,
Llanto de ausencia,
Tristeza húmeda
Y
Persistente.

Gotas caleidoscópicas
Reproduciendo
Infinitamente tus ojos
Y
Tu boca.

Amanecer desesperanzado
De miradas,
Sonrisas
Y besos.

Hoy,
Como tantas otras veces,
Amaneció lloviendo.

Crítica de la simetría - Antonio J. Cruz

¿Cómo puede recitar algún poeta
la exacta simetría del medio hombre?
La irregular calavera que nos cuida
tiene apenas que ver con lo simétrico.

Yo, que he vivido
la mitad más larga de mi vida
con la completa soledad de las mitades
puedo decirte bien
lo que somos los medio hombres,
los hombres asimétricos
(Que es casi como decir
los hombres solitarios,
esos que cocinamos diariamente).

Estamos rodeados de mitades asimétricas
(muchas más de las que alguna vez
imaginaste).
Medio bollo de pan sobre la mesa,
la mitad de una empanada
en algún plato
y una ensalada consumida a medias;
la mitad de un limón, media cebolla
medio sachet de leche
y hasta tal vez medio tomate
viviendo en la heladera;
medio paquete de yerba
en el estante,
ropa a medio lavar en la pileta
y la mitad de la cama destendida
y puedo asegurarte
que cada mitad de algo
es media vida

¿Como podemos ser simétricos
si esta media vida que vivimos
tan solo nos acerca
a la asimétrica muerte cotidiana?


De "Poemas Inéditos"

Tanguito del espejo - Bruno di Benedetto

quisieras tocarlo a ese que está ahí
en el fondo
darle un empujón de luz en la nuca
decirle aunque sea nomás por señas
que las rajaduras son del vidrio
y no de la mirada
que no es el aliento
el que empaña
por más que respirar duela
quisieras besarlo a ese que está ahí
darle aunque sea nomás un tirón de orejas
feliz cumpleaños decirle
regalarle este lado de la vida
prenderle velitas

sos un santo decirle
mirá qué vida estás haciendo decirle
silbate un tango decirle
salí a mirar decirle
antes de que Algo apague la luz.

Tomado de: http://dormiresunoficioinseguro.blogspot.com/

A Tony - Eduardo Betas

Pequeño poema dedicado a mi hermano Raúl Alberto, Tony,
quien falleció el 9 de agosto de 2004


hoy estuve doliendo la negrura
que me descerrajó tu irte

hoy estuve / arrastrando los ojos
por las veredas donde dejamos risas
enterradas
como un tesoro

pero tu muerte deshizo las claves
los planes y los planos
y me dejó ciego de vos,
en un pozo

ciego de voz
aunque te grito
te sacudo de las solapas
y quiero beberte
en huesos
para vivirte
de nuevo

pero hay un no
un no que me atropella
me lleva por delante
y hace que te rompas
te me rompés
te me deshacés en las manos
hermanito
hermanito grande
hermanito


Con autorización del autor, extraído de
http://palabrar.com.ar/

sábado, 1 de enero de 2011

Después del sueño - Jukka Koskelainen

No más tormentas de imagen: el mar está calmo y ya brilla
de acuerdo a las escrituras, el exilio acabará,
y esas palabras: Creamos el sentido
y lo sacamos de nuestra habitación interior,
y se desuelve en el horno cuando estalla el sol, dijo ella
cuando nos volvimos a la curva del río
- o lo hizo ella, despues de todo, comenzó a susurrar
mientras al viento maduraba con uñas de sal y algas.

Y ahora se hunden las colinas en el crepúsculo
a mil kilómetros,
las agujas de pino recortan el paisaje.
Nada se mueve, el aire se afina,
listo para la ruptura.

Liliana María Celiz

¿deveríamos haber permanecido el uno al otro (el uno al otro al lado
externo del aliento de la noche? Mano en su inferir de mano tras la lluvia
en que las gotas caen como antorchas marroquíes y ella vuela
(el marco de ella vuela desde el fondo) -su imagen desdoblada en la
quimera- ¿olas al principio de la especie? barcos anclados en el viaje
etéreo a las dos puertas -él en mí- en la humedad que asoma de mi boca
que aletea -lágrimas cayendo como noches últimas- la noche sin estrellas


Un pueblo pequeño - Colombia Truque Vélez

Las monedas, el tiempo circunscrito a un ruedo de arena
maculada, la diaria rotación de los periódicos que se diría
interminable, los esquemas reducidos a recorte, a collage de
mis funciones necesarias.
Y,
Abruma la bruma matinal
y su dispersión pausada
Abruma el mediodía largo
por donde pasa el tren
estirando su silbido
Abruma la siesta que aprisiona
el bochorno contenido
de las calles
abruma la roja llana
en que se incendia el cielo
Abruma de morriña vacua
carente de algún anhelo cierto
Abruma el vespertino deambular
a solas por el pueblo pequeño
abruman las luces de tan pobres
y abruma que temprano se quede
el pueblo dormido
hasta que cante el gallo

Fumar, esperando que se parta el cielo - Julián L. Moreno

Fumar, esperando que se parta el cielo
Y del cascaron
Broten las flores de humanidad dulce
Que tanto esperamos tardes de lluvia
Y que del pétalo mas bajo
Una lágrima se deslice hasta nosotros

Pioja - Ricardo Zelarayán

Pioja

Rezongado rezongo de palabra renga. Pelo y barro.

La horca... limpita. La horquilla puñalea seis veces por vez. Puñaladas finas, bien clavadoras...¡Y a la puña!

Arado entiera y desentierra. Peine grueso y fino, suave y liendre, piojo nomás. No saltona pulga. Roña y sangre. La piedra aguanta, aguantaraz.

Madera, ¡já! Madera y avispas clavadoras. Una siesta basta. ¿Seguro? La carne sin revés se las arregla. Cae una gota loca. Dos, tres... A la baba nomás mientras el río corra.

Los huesos mentirosos se desencajan. Cris, cras... Pura agua colonia. Pelo, pelambre, pelambruna. ¿Dónde hervir el huesito salvador?

Puta, puta calandria. Avispa del chajá. Mancha que se borra al despertar. Cae el pelo, uña caída, cherubichá.

Al chajá montero lagunas le sobran. Al diente por diente las lomitas. Orilla amarilla y negra. Nunca bien te veo.

Vidrio, pelo, vidrio en los ojos, polvareda.

Filo contrafilo y punta. Coleteando en la atmósfera. Ladridos. Burro. Burro empacado. Burro lengua ´e sal. Sapo bronceado bornce.

Sopa alharaca. Tuna. Liendre lisita. No hay peine pal pelo que arde nomás. Huracaneados vamos, aplanados todos. ¡A la que vuelve y no vuelve! Polvo empiojado.

La piel de los pelos arde. El sapo se revuelve. Dientes no se animan. La horquilla se queda guacha.

El galope saltea el diente que falta. Cigarro que se apaga al sol, el agua mansa sabe que va al muere, pero se olvida.

Al fin se apagan las miradas. Viudas o brujas seguirán mirando. El que afloja de mirar es diente suelto. la piedra es piedra. ¡Y adelante!

Fuego que pasa de largo también se olvida. Rata nomás, rata ciega y sorda. Memoria. Hasta el cuchillo lagrimea. A la larga afloja.

Orillas no son labios. Siempre se apartan.

Y a la última sombra se la comen los cuervos por arriba y los piojos por abajo. ¿Se acabó la negrura? Puro cuento.