miércoles, 31 de marzo de 2010

zoológico ambulatorio 1 - Héctor Ranea

animales que me acompañan en el sueño
como un original acúfeno que marca
los días
las horas
los pasajeros que faltan para completar el patíbulo

o como aquel complicado gusano
que repta entre mis pesadillas y mis deseos corruptos
y sólo se devora lo bueno y me desata la angustia

el bribón no me acompaña sino que me aprovecha
y desde luego parece una esperanza
pero es más la sangre de la úlcera

un cinturón que cobra vida del animal que fuera
sin memoria de su forma primigenia
me lleva cual Virgilio por el infierno que he soñado

otros animales se atropellan
entre mis trompas de Eustaquio
y la trampa de mi saliva
secándola exprimiéndome la lengua
los animales
los muy muy animales
que quitan el sueño
me dan dolores suyos
me plantan deseos que no son míos
transformándome en uno de ellos
de suerte que a la mañana
cuando el avión planea islas sin nombre
me convierto en su síntesis
y vuelo en tormentas buscando pescar con inusual pico
hasta la puesta del sol
zambulléndome en la nada
que tiene frescor de agua salada

de: zoológico ambulatorio (2004)

Monólogo del señor Miedo - Ricardo Bernal

Hola
¿Hay alguien en casa?

Soy el señor Miedo
Vivo en el rincón podrido de un cráneo podrido
y los habitantes del tejado
se asustan con mis sueños cuando sueño

El problema de mi vida
gotea
Es una piedra enorme
para esta cucharita

El problema de mi vida
son tus páginas enfermas
y los últimos cuarenta o cincuenta amaneceres

Las raíces de mi genealogía
se nutren con la sal de los infiernos
Es por eso que arrojo tu retrato a la chimenea
y me escondo en el sótano cuando enciendes las luces

Mis largas uñas coleccionan
los secretos de tu sexo azucarado
Y la neblina de tus medias invade poco a poco los pasillos

¿Me escuchas?

Pinté por dentro las paredes del huevo
y mis sanguinarios sapos aplaudieron fascinados

Mis mil sapos
Mis mil sapos y otro sapo muerto
Mis mil sapos y un disfraz descolorido
que cuelga de una percha
recordando dulces damas de cuerpos despiadados

Un disfraz descolorido que revive
abre los ojos enormes y pregunta

Hola
¿Hay alguien en casa?

Transgresiones - Angélica Santa Olaya

Es preciso a veces
romperle las patas a la realidad
y navegar sin salvavidas
en el estómago de algún cetáceo.
Vibrar con la molécula
que deviene trozo de cantera
en el útero del mundo.

Beber la copa de hiel
fermentada en las células
de la propia humanidad.

Tal vez pueda entenderse
el vuelo de la mariposa
y su intempestivo crujir de alas.
No hay hechizo que transgreda
la alquimia de los colores rotos
por la ausencia de luz en un prisma.

Azul como las secreciones de la tierra
es el espectro donde duermen las cicatrices
que espigan la cáscara de los caminos.

Tomado de: http://alicialanecia.blogspot.com

rayuela - Mónica Sánchez Escuer

en la curva del ojo
busco una orilla
un ancla
la luna partida que guardan mis uñas

sentada
en el espejo
de un techo prohibido
junto
mi voz
mis esquinas

espero mi turno

y tiro
la carne
brinco
la raya

nadie mira
rodar
la miseria
de una risa vacía

el ojo
del cuerpo
en un cuerpo cualquiera

los trozos de piel que me arrancan las horas


Tomado de Historias Baldías

(batidora) - Gerardo Horacio Porcayo

Hundidos bajo el estigma tecnológico
la vida cava refugios de luces negras

Entropía ensordecedora
Nubes artificiales
cielos neón

El vientre ciudad ha parido nuestra simiente
volverá a tragarla
día tras día

Nuestros rostros saben comprender poemas<
bellezas que huelen a grafito y ozono
a fijador de perfume
chanel
transponder
Galaxy 4

Los huesos pesan menos que un sol
una colilla
Carne plástica
piel de menta

Puedes imaginar
cuesta más
también menos<

Felicidad empaquetada

3 segundos para ver futuros pasados

Dos
tomas té con esquinas derrotadas
Uno
tus pupilas necesitan gafas

gotas

Nada

Si toisón - Analía Pinto

Si toisón
si espuma que se disolvía en volutas
si espiga fuerte y madura
si alas para hendir lo hondo del firmamento
si báculo
si oráculo que se cifraba en el horóscopo fiel del cuerpo
si runa
si epigrama austero
si risa que velaba todas las risas
si ristra de amor con su gota perlada en la cresta
si espíritu sonrosado
si pequeño gran dios que se alzaba intergérrimo
si luna creciente de mareas ardientes
si tocado de mí crecía y balaba por los campos
si anhelo
si trépano
si horadador del musgo
si pañuelo de seda
si verde roseta

si toisón
—vellocino que iba en mi busca
nauta cruel de todas las grietas—

sábado, 27 de marzo de 2010

La espera - Amalio Villa

El silencio es amigo de la espera
la angustia de prever que no has venido
que olvidaste la cita por descuido
esta vez, la anterior y la primera.

Por culpa de un azar incompetente
o tal vez por un quiebre del destino
aún late un corazón adolescente
en el pecho de este viejo peregrino.

Así voy enhebrando desconsuelos
esperando que esta vez no se te olvide
nuestra cita, nuestro amor, este pañuelo
esta angustia y este llanto que me siguen.

En la tarde de mi vida sólo queda
un catálogo de amores inquilinos
una sed, un vacío, un cuento chino
una farsa, un antifaz, al fin, la espera.

Con autorización del autor: http://amaliovilla.com/

Solamente - Daniel Frini

Okey.
Ahora vamos a aclarar los tantos.
Que sueñe con vos
no significa
necesariamente
nada.
Pero que sueñe
solamente
con vos
no deja de ser
necesariamente
llamativo.
Que piense en vos
es lógico
y hasta comprensible.
Pero que piense
solamente
en vos
cada minuto
es
inequívocamente preocupante.
Que quiera estar con vos
es entendible.
Al fin y al cabo
tenemos comunes soledades.
Pero que quiera estar
solamente
con vos
es,
porqué negarlo,
alarmante.
Que me gusten las mujeres
es normal.
Pero que
de todas las mujeres
me gustes
solamente
vos
es,
francamente,
indicio de
alguna forma de locura.

Okey.
Aclaremos de una vez los tantos.
No voy a enfermarme
ni clamar al cielo cada vez que te vea.
No voy a hacer barbaridades
solamente
porque hayas pasado cerca de mí.
Pero sí voy a ser
terriblemente feliz,
tremendamente omnipotente
increíblemente pleno
solamente
si me mirás a los ojos
y me decís te amo.

Suma y resta - Bruno Di Benedetto

36
nada en los espejos

al apoyar la frente
publica dos pliegos simétricos

un test de roscharch
a todo color

la luz ya no sabe
cuál es la mitad
en la que se miente más.

14
nada entre muchos

la suma de las miradas
no ilumina lo que no se ve

lo devora

cada ojo con su tajada
a una cueva en el coral.

En ese cartílago traslúcido,
en su sombra indecisa

en lo que queda
nada.


De "Nada" (inédito, 2009)
Con autorización del autor: http://bruno-dibenedetto.blogspot.com/

domingo, 21 de marzo de 2010

CERCA DE LOS PUENTES - Juan Pomponio

Un cántaro transpira tu huella
muestra el relato abandonado
de una mujer desconocida.

El sendero difumina los trazos
ya no habrá tristezas.

La alegre transformación de la flor
llega caminando lentamente.

Apenas arrima una letra extraña
escrita en otro idioma.

Comprendo el mensaje.

reflexión de una letra - Héctor Ranea

no puedo pensar mientras el agua
recorre su piel en la recóndita oscuridad
de un deseo encubierto

todo está envuelto de un signo
que no descifro
si pienso en las gotas de agua
nadando donde deberían estar mis ojos

un glaciar que se desbarranca
no lastimaría tanto
como esas gotas imaginadas

todo duele
sin entender
todo duele

ELEYA - Ricardo Giorno

Sembrando inestable crepúsculo,
ella asoma el viril aplomo.
Quizá sienta sobre las caderas sueltas,
argucias de perfecciones olvidadas.

Sitiada sobre el fértil campo
preñado de luciérnagas ciegas,
deposita ella la otra parte de Luna,
y me hace perder palabras.

Se somete sobre el poniente,
hasta hacer trastabillar a Sol,
dejando crudos, y a la vista,
pétalos caídos de vida callejera.

Supura, enmienda, cauteriza,
raya, corroe, profana, ¡sonríe plena!
en medio de naranjas consumidas,
y me hace perder señales.

Prepara la soga, en el campo de Tierra.
Me veo allí. Allí mismo, tejiendo luces,
matando ángulos, creando mares,
complaciendo...
Sí, a ella.

El gato en España 2 - Rubén della Sera

Aquella tarde

El gato acaricia el follaje,
presintiendo el poder de los cerros
enterrados en telas.
Humedecer la selva,
bajando por esa cadena oculta,
mojándose en el agua,
hasta la quebrada.
Sentir el poder del terremoto,
el temblor de los cerros,
cuando la cobra despierta
reptando despacio.
El gato y la cobra aúnan fuerzas.
Los ríos subterráneos,
rojos de candor,
cantan a voz de trueno:
¡Gato, haceme tuya!

Aquella tarde

Ignorante
el gato cree ser dueño, cuando pronto,
demasiado pronto,
otro lo será.

ella, la que murió - jorge ariel madrazo

Ella, la que murió,
quiso brindarme hoy el blanco té del
atardecer
Llegó con sonrisa y la usual falda azul
Abriole padre la puerta el distante saludo
ellos los remotos ocupan el brocal el
no aire allí donde pesan sus cuerpos
faltantes
Ella la no viviente
sonríe vivísima y feliz
las manos únense al libar el azúcar
sin carnadura la blusa infla el ala
los soleados senos un rayo solar
en el ventanal
Volaba el alborear de la memoria
el verano su amor oloroso
el sin tiempo meciendo su barca
Ella la que no está
aquí estuvo y está
en el trasmundo donde sonrío
y bebo el blanco té
Padre háblale (el triste)
yo los miro y sonrío
Yo
el para siempre ausente
en esta escena.

(inédito)

viernes, 19 de marzo de 2010

Tu mano sobre la mía - Mauricio Roverssi

Tu mano sobre la mía y el tiempo se detuvo
Un segundo una eternidad, un instante de gozo perdido en el tiempo
Tu mano sobre la mía y todo resulta insignificante
El mundo de pronto dejó de importarme
Tu mano sobre la mía y todo perdió su color
La calle, la gente, la ciudad
Tu mano sobre la mía y todavía la puedo sentir,
acariciándome los dedos
Tu mano sobre la mía y no quiero nada más
Ni las palabras, los gestos, solo tu cálida mano
Tu mano sobre la mía y me pregunto
Tu mano sobre la mía y si con tu mano estoy perdido
Tu mano sobre la mía y con tus ojos
Tu mano sobre la mía y tus labios
Tu mano sobre la mía y moriré


Tomado de Cazando Sueños

cuando los dedos de la noche insaciable - Analía Pinto

cuando los dedos de la noche insaciable
tocan a la puerta de mi pelo
bullen detrás sus manos ígneas
los húmeros visten su soledad
y la rosa cruel de los vientos
vence el labio con que alguna vez toqué
el pliegue más cercano del cielo

cuando los dedos de la noche se sacian
pegan la vuelta por mis caderas
y se alejan —como un amante—
en un silbo lento


Poemas finalistas en el 3º Concurso Literario Frente al Espejo del Círculo Literario Abierto de Abuelos Bonaerenses (Hurlingham, 2008), publicados en la antología de igual nombre.

Aromas - Baldomero Fernández Moreno

Cuando regreso a casa no me lavo las manos
si es que he estado contigo un instante no más,
el aroma retengo que tú dejas en ellas
como una joya vaga o una flor ideal.

Por aquí huelo a rosas y por allá a jazmines,
alientos de tus ropas, auras de tu beldad,
aproximo una silla y me siento a la mesa
y sabe a ti y a trigo el bocado de pan.

Y todo el mundo ignora por qué huelo mis manos
o las miro a menudo con tanta suavidad,
o las alzo a la luna bajo las arboledas
como si fueran dignas de hundirse en tu cristal.

Y así hasta media noche cuando vuelvo rendido
pegado a las fachadas y me voy a acostar,
entonces tengo envidia del agua que las lava
y que, con tu perfume, da un suspiro y se va.

Bonita - Daniel Frini

Quizá lo que te diga te haga sonreír,
pero es la única forma de tenerte;
sonrisa de viento, ojos de cielo.
Subís en silencio los recuerdos
y todos los días venís desde el ayer.
Después de todo,
nadie dijo que amarte fuera un juego.
Y aún te sueño, como un dulce dolor, como una espina.
Quiero olvidarte y volar, y no he podido levantar el vuelo.
Criatura del mar,
Bonita.
Quise quedarme en tu corazón
carita de playa, pelo de arena.
Una noche de amor no alcanza
para tener el cielo.

lunes, 15 de marzo de 2010

Donde habite el olvido - Luis Cernuda

Donde habite el olvido,
En los vastos jardines sin aurora;
Donde yo sólo sea
Memoria de una piedra sepultada entre ortigas
Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios.

Donde mi nombre deje
Al cuerpo que designa en brazos de los siglos,
Donde el deseo no exista.

En esa gran región donde el amor, ángel terrible,
No esconda como acero
En mi pecho su ala,
Sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento.

Allí donde termine este afán que exige un dueño a imagen suya,
Sometiendo a otra vida su vida,
Sin más horizonte que otros ojos frente a frente.

Donde penas y dichas no sean más que nombres,
Cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo;
Donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo,
Disuelto en niebla, ausencia,
Ausencia leve como carne de niño.

Allá, allá lejos;
Donde habite el olvido.

Amor constante más allá de la muerte - Francisco de Quevedo

Cerrar podrá mis ojos la postrera
Sombra que me llevare el blanco día,
Y podrá desatar esta alma mía
Hora, a su afán ansioso lisonjera;

Mas no de esotra parte en la ribera
Dejará la memoria, en donde ardía:
Nadar sabe mi llama el agua fría,
Y perder el respeto a ley severa.

Alma, a quien todo un Dios prisión ha sido,
Venas, que humor a tanto fuego han dado,
Médulas, que han gloriosamente ardido,

Su cuerpo dejará, no su cuidado;
Serán ceniza, mas tendrá sentido;
Polvo serán, mas polvo enamorado.

Un lugar muy hondo - Daniel Frini

Esta noche me he sentido solo
he descubierto que me queda poco
para compartir con todos, o con nadie.
He vivido un poco más de odio
he llorado, he caminado,
y no sé siquiera qué he perdido
si a la gente, al futuro o a mi dios.
Esta noche he tocado fondo
he encontrado un lugar muy hondo
donde irme, donde ver las cosas desde afuera.
Me negaron el dolor y el cielo
me apretaron, me ahogaron;
me he quedado sin silencio,
sin angustias
ni alegría, ni dolor.
No me queda nada, ya no tengo nada
he perdido todo, he vendido mi alma
he matado las palomas de mi plaza.
No he encontrado a nadie que haya comprendido
dónde hemos caído.
Es muy negro el espacio, y frío
(en el mundo había flores,
pero ahora no).
Esta noche regalé mis hojas
y mis fantasías se escaparon solas
me dejaron cosas que duelen y que marcan.
He vendido el último azul del cielo
he dejado a un lado el universo
estoy muerto, he llegado
y hasta pienso que he perdido la razón.
Esta noche se acabó mi historia
en el fuego se extinguió mi gloria
en mis manos el invierno se hizo eterno.
Liberé mis ansias y mis sentimientos;
ya no tengo piel, no tengo viento;
el mañana es miedo que anda suelto,
mi cerebro se ha ido lejos,
se escapó.

Lo puro es desmayarse en delicias sin nombre - Gabriel Celaya

Lo puro es desmayarse en delicias sin nombre,
Cantar como una espuma de músicas vagas.
¡Oh amor que se va en cisnes líricos y blancos!
La brisa suspirando
Pasa como una suave palidez desmayada.

Entre murmullo y sonrisa temblaba lo indeciso,
Se movía entre música y palabra:
¡Delicia del instante fugitivo y sin cuerpo!
¡Dulcísima tristeza recordarlo flotando!

¡Oh amor, vuelo perdido!
Agua blanca cantando en los cauces más hondos;
Dulcísima tristeza, pureza del desmayo,
Amor, rubia delicia, brisa o música vaga.

En el principio - Blas de Otero

Si he perdido la vida, el tiempo, todo
lo que tiré, como un anillo, al agua,
si he perdido la voz en la maleza,
me queda la palabra.

Si he sufrido la sed, el hambre, todo
lo que era mío y resultó ser nada,
si he segado las sombras en silencio,
me queda la palabra.

Si abrí los labios para ver el rostro
puro y terrible de mi patria,
si abrí los labios hasta desgarrármelos,
me queda la palabra.

sábado, 13 de marzo de 2010

Nos quedamos - Carmen Carrillo

A nosotros, los que movemos el molino.

Traemos cargando
los años marchitos
deshojados hijos
caídos de un árbol
muerto en sus raíces

somos las bestias
en la tierra del amo
los huesos cansados
que en silencio
mueven el molino

estamos todavía
no perecemos
nos queda el alma pertinaz
agarrada al cuerpo
como fuego en leña

no nos vamos aún
no perecemos
unos junto a otros
sembrados en el aire
formamos la parcela

¿A dónde iremos
cuando el sueño acabe?
¿dónde moraremos?
afuera nada hay
afuera nada queda.

Amarilla flor (in memoriam) - Claudia Isabel Lonfat

Y tan pronto veo ese fuego,

la luz de tus ojos…

yo dejo todo

y me voy al limbo de tu piel…(Spinetta)





Otro día

se fractura en estrellas

La domestica soledad

descansa segura

como una flor

dentro de un libro

que nadie lee

aunque me recuerde

su amarillo vibrante

estampado

como un sueño

en el vestido.



Canto

un viejo blues

desafinado/

deshilachado

la garganta obturada

y el recuerdo

de un abrazo roto

que se quedó

en un banco de plaza

sacralizando

el instante



No creo

en horas vacías

Tampoco quiero pensar

en la hibridez que me rodea

ni en los hexagramas

que la noche revela

en la piel…

Hay una flor amarilla

creciendo

en algún muro


Tomado del blog:
http://laperladejanis.blogspot.com/

¿Quo vadis? - Angélica Santa Olaya

Amanece viernes con sol de viernes,
la piel, las manos y los pies de viernes...
afuera se desperezan los caminos
y las aves en el parque apremian el vuelo;
escucho el llamado de la solitaria avenida,
calzo el ánimo de sandalias
y dispongo la huida...

En el televisor también es viernes, dicen, viernes santo...
Quo Vadis maquilla por milésima vez
sus romanas arrugas en la pantalla,
unos lamen con temor la vereda de las siete casas,
otros muestran sus estigmas prefabricados al asombro
que viaja en curva y sin llanta de refacción,
un hombre disfraza de fe sus pesadillas
y espera, resignado, la lluvia de las tres de la tarde;
un asesino se viste de Jesús y recorta su barba
para lavar sus culpas -aunque sea por un día-
besando la cruz de la que ayer colgó a su hermano,
las carreteras escupen millones de cristianos
en busca de un sol y una farra de crudo viernes,
los infomerciales mañaneros propagan
los milagrosos efectos de la baba de caracol:
estira la piel, regenera el caparazón,
cicatriza las heridas, desaparece arrugas,
abrillanta el alma...
dice la actriz ungiendo de turgente silicona
las pupilas del televidente...
una cosa es cierta:
hay que huir aunque no nos llamemos Pedro.

Mi ventana es la misma de todos los viernes,
el sol afuera me espera con sus brazos de viernes
y las jacarandas amoratadas de mis humanos viernes.

Alejo las manos de cremas milagrosas
y salgo a la calle
en busca del caracol anónimo
que insiste en lustrar la agrietada corteza del árbol
a fuerza de líquidas caricias;
la mundana trinidad
polvo, mujer y sandalia
huye -también-
nunca percibida,
gracias a Dios,
por el canal de las estrellas.

Tomado de: http://alicialanecia.blogspot.com

ahora marcho - Analía Pinto

ahora marcho
en el vértice más agudo del duelo
adolorido el cuerpo de tanto viaje
rota y pesarosa la techumbre del alma

ahora marcho
bosquejada en otros labios
durmiente bajo el sol de una larga mañana
saliendo del negro caparazón del rezo

ahora voy marchando
en una lasitud de aleteos roncos
aguardando sus gatos hambrientos

ahora marcho
hacia donde la noche me diga
que están morando —ávidos— los próximos duelos

Poemas finalistas en el 3º Concurso Literario Frente al Espejo del Círculo Literario Abierto de Abuelos Bonaerenses (Hurlingham, 2008), publicados en la antología de igual nombre.

Argentadilla - Nanim Rekacz

Enroque
Se ha trocado Rey por Reina
Nuevas reglas
Alfiles pragmáticos usan
Diagonales y rectas y saltean casilleros
Caballeros rebeldes se atrincheran en sus cuadros
No se trata de Alicia mágica
En su país maravilloso
Ni de niños genios trascendiendo medievalismos
No hay torres industriales que sostengan
Las cuatro esquinas del tablero
Adivina adivinador
¿Quién puso sobre el tablero las piezas
El verano pasado?
Pobrelocuentes gestos amagníficos
Irretrotraíbles jugadas
Crecen montañas de granos incomibles
Y ríos de leche putrefacta se pierden
Entre los peones, sobre la mesa, fuera de la cuadrícula
Blanco negro blanco negro
Dorados brillos enjoyados
Vaticanales lágrimas
No purifican
Grises humaredas deltarias
Volcánicas cenizas antiturísticas
Tránsitos intransitables
Se enjuicia un disparo en la nuca maestra
Se renegocia el tren bala
Alguien mide el descenso del verde
Gira el contador de accidentes
Hay quien dibuja índices
Que indican falacias
Adivina adivinador
¿Quién puso sobre el tablero las piezas
El verano pasado?
Gas bajo tierra gas por cañerías no-gas en las aulas
Los dinosaurios viajan en barriles
Osamas Obamas Novamás
Doce partes reducidas a seis más intereses
Y el pan en las mesas que no se multiplica
Discursos que dan cursos
Sin recursos
Palabras palabrejas
Opuestos por los puestos
Olvidos sin recuerdos
Ni cuerdos
Urbe y campo y entremedio
Los medios
El juego es ajeno
Como las vaquitas y los dinos
Cotizaciones en picadas
Piquetes en aumento
Celebremos el domingo sin asado
Y el padre sin regalo
Adivina adivinador
¿Quién puso sobre el tablero las piezas
El verano pasado?
Manos lavadas
Yonofuí yonofuí
Guantes con sangre
Yonofuí yonofuí
Platos vacíos
Yonofuí yonofuí
Puertas golpeadas
Yonofuí yonofuí
Votando por un sueño
Yonofuí Yonofuí

domingo, 7 de marzo de 2010

(de)Acuerdo - Aitor Zancajo

Para que no me importes,
delego en ti tu grave pertenencia,

y para no importarte,
alejo mis falanges de tu cuerpo.

No nos importunemos,
aunque el invierno nos sorprenda solos.

La tinta se disuelve. En el papel
mojado un dios naufraga.

El cisne de tu sombra inunda en albas
el mar de vertederos

y nada el horizonte
de grúas amarillas con cansancio

que se disfraza de elegancia.
.......................................................Nadie
regresa a recojer

tu sueño, la propina
que dejan los minutos que se fugan

queriendo ser sincrónicos
en la profunda herida herida de tus pasos.

Amor sin atril - Fernando Montalbano

Te conocí en la orilla de mi trova;
corté tu margarita con baladas.
Tu cintura de arroz y bossa nova,
alimentó mi tango; madrugadas.

Desafinado, rústico, mi beso,
buscó la nota justa, el blues, el signo,
que abriera en los armónicos del sexo
sinfónicas de a dos, a piel y vino.

Diapasón horizontal al rojo,
compact-disc-corazón que espía
por el láser de tu iris en mi enojo.

Música y saliva y silencios: lían
afinando amantes sin Teoría.
Viejo Arte de combinar los ojos.

El arco iris de tu lluvia - Juan Pomponio

El agua transformada en oro
convierte el milagro
de tu sangre en letras.

Una historia milenaria
surge en este momento.

Una congregación de espíritus
vuela entre las sombras
encuentran al sol

La lluvia emerge de tu cuerpo.

viernes, 5 de marzo de 2010

Usted cállese - Saurio

Nos orinan los ángeles,
se nos secan las alondras,
nos cortamos con las tazas,
nuestras paredes se despeinan,
vemos desafinarse a los clavos,
perdemos los agujeros del bolsillo,
le sacamos leche a los adoquines,
enderezamos granos de arena,
cepillamos calabazas con relojes,
los teléfonos se nos vuelan por las ventanas,
las sillas nos enferman en semicírculos,
salen luces entre nuestros dientes
y debemos martillarnos las pestañas
para poder dormir.
Entonces, cállese,
vieja lagartija emplumada,
atildada comadreja rampante,
bolsa de pedos coloridos,
enunciador de espejos rasgados,
que es a nosotros,
y no a usted,
a quienes se nos ocurren
estos poemas resentidos.

De Lo que quedó después de que no quedó nada

Suspicious Minds - Daniel Frini

Elvis cantó
Suspicious Minds
allá por el ´69
y apenas promediaba nuestra infancia.

Puede ser, nomás,
que ahora
un Elvis
viejo, canoso, gordo
y con la voz cansada
esté en alguna falsa Graceland
riéndose con ganas.

Chi lo sá.

Pero ahora, nomás,
mientras conduzco
por las calles
de ésta Buenos Aires maltratada
y escucho en la radio
algún programa,
entre noticias y pronóstico del tiempo
se cuela ese otro Elvis
joven, canchero
y con su voz templada
hablándome a mí
en otro idioma
y a casi medio siglo de distancia
diciendo porqué pienso en vos
acá y ahora.
“...Because I love you too much, baby...”
Porque te amo como nunca, amada.

de Poemas de Adriana

Hoy descubrí - María Luz Pilar Medina Ocampo

Hoy descubrí el verdadero
color de las rosas,
hoy descubrí el real sabor
del amor,
hoy descubrí la fragancia
de la vida,
hoy sentí en mi piel
la caricia de la muerte.

Reglamento interno para soñadores - Fernando Montalbano

No dormir con los párpados caídos,
traicionar reglamentos anteriores,
serle fiel al café de lo prohibido,
vacunarse contra despertadores.

Despistar a la hoz de la rutina,
caminar con la zurda por el borde,
no volar si no hay tierra en la retina,
y almorzar, por lo menos, un acorde.

Despeinar la melena de los libros,
ordenar las ideas como flores,
desertar de los besos sin peligro,

defender las tristezas en colores,
no perder la razón, sí el equilibrio.
Y mañana, vendrán sueños mejores.

Milagro en el Bar Unión - Daniel Salzano

Ella está triste y él está solo en el Bar Unión.
Afuera el agua cala los huesos del corazón.
Él pide un wisky Caballo Blanco, para empezar;
(a él los caballos lo ponen siempre sentimental).
Prende un cigarro y hace un anillo de colección,
el humo viaja camino al techo del Bar Unión.
Ella entretanto piensa en el dandy que la ha dejado,
un tipo duro de ojos azules que era casado.
Mira su cara en el espejo con aflicción.
Sino lloviera tal vez saldría del Bar Unión,
pero se queda porque prefiere para el dolor
la luz espesa color de luna que da el neón.
Ella está triste y él está solo en el Bar Unión,
afuera el agua cala los huesos del corazón.
Dios toca el piano y el segundero en el reloj
hace rayitas con alfileres en el dolor.

Pero volvamos donde dejamos la narración.
Ella está triste y él está solo en el Bar Unión
él pone un disco de Ray Barreto en la vitrola,
va hacia la mesa donde ella llora porque está sola.
No dice nada, corre la silla, saca un pañuelo,
ella lo acepta, alza los ojos, se arregla el pelo.
Él hace señas, pide dos tragos pa'continuar,
(a él los caballos lo ponen siempre sentimental).
Caballo Blanco para la dama y el caballero,
afuera sigue hachando el aire el aguacero.
Parece un cuadro pidiendo a gritos exposición
los solitarios, color de luna, bajo el neón.
Dios cierra el piano, se pone el saco, cruza el salón,
se va a la calle y sale volando del Bar Unión.
Algunos bares parecen hechos a la medida
son como besos que hacen milagros en las heridas.

Antisoneto con nubes tóxicas - Héctor Ranea

Aquí impúdicos –señoras y señores–
yacen de las nubes de magia los dueños
como en un museo de los sueños
en un depósito de patéticos candores.

Son nubes ásperas de humo sulfuroso
–coloreadas para esconder noticias asesinas–
que usan magos vestidos de azul libidinoso
para evitar la muerte atroz de sus vecinas.

En una nube se sentó un bardo joven
y se entristecieron los gatos y las margaritas.
hubo desdén de espectadores descreídos

Hubo también en esas nubes escondidas Afroditas
que fornicaban rasuradas con los magos poseídos
por una especie de vapor escapado de sus (m)anos.

De: tangos espurios (2004)

miércoles, 3 de marzo de 2010

Tango y recopilación sin música de fondo - Héctor Ranea

El suave murmullo
de tu suspirar
y en el centro una risa unos ojos tan limpios
tan tristes
tan serenos
tan tan.

Acariciame la nuca
como un murmullo
en la noche clara,
que ríe de olvido de tanto repiquetear de estrellas tan frías
tan lejanas
tan titilantes
tan tan.

Aparecé de pronto
como si no te esperara,
tené en tus ojos algo de crueldad
y no me tengas pena ni pena por dejarme por dejarme tan solo
tan San Juan y Boedo
tan champán
tan tan.

Y aquella viejecita
que no era ni tu madre
ni la madre de cualquiera
nos tenía amurados a un cabaretear tan descangayado
tan de madrugadas
tan del cogote
tan tan.

Cuántas veces canté flor
sin tenerte con mis manos
dejándome hielo en el corazón
y a vos te vi tan triste tan chambón tan de utilería tan Pompeya tan
tango tan lagrimón tan empedrado,
que al volver la vista atrás
me dio ganas de volver


chan chan.

De: Tangos espurios (2004)

Inexistencia - Nélida Magdalena Gonzalez de Tapia

Papel, si pudieras tú por un momento
receptar lo que yo llevo aquí dentro.
Si lograra transmitir mis sentimientos reservados
que son inexplicables, que me van opacando.

Si el pasto verde en que se hunden mis pies
presintiera de repende que se acortan mis pasos.
Si el aire que roza mi cara, puro fresco y liviano
supiera que yo casi no quiero respirarlo.

Si el sol y la luna
románticos, eternos separados
se dieran cuenta que yo
ni de día, ni de noche intento mirarlos.

Pues si te tengo sol entre mis manos
mis dedos helados, te van apagando.
Y si te tengo luna en mi regazo
mi mente se anula y te estoy rechazando.

Si en cada beso, cada abrazo y su recuerdo
veo las tumbas de mi propio cementerio
el alma llora, el cuerpo grita
y en cada amanecer se finge una sonrisa.

Y la incrédula voz de mi conciencia
me dice basta y sigue atormentando
vacía, hueca y sin sentido
la triste demencia de este presente sepultado.

Matemáticas insuficientes para Ulises mestizo - Angélica Santa Olaya

1, 2, 3, 4 estaciones;
bajar en la 49
y andar cuadra y media
bajo la lluvia.

1, 2, 3, 4 mesas por servir;
escarbar en el cansancio
y sacar al aire la sonrisa
que asegure el tip.

1, 2, 3, 4 horas;
pasar y repasar diez metros
cien o doscientas veces
hasta la cocina.

1, 2, 3, 4 cafés
y el olor a pistache
y cordero joven
perfumando la noche.

1, 2, 3, 4 años
sin probar mezcal
ni caricia de madre o novia
que opaque la miel de una backlava.

1, 2, 3, 4 recuerdos
atraviesan la niebla de Manhattan
para acurrucarse
bajo las faldas de un domingo
en el parque de Huajuapan.

-Aferrado a una sombrilla
que el viento le arrebata
navega Ulises los mares del recuerdo-

1, 2, 3, 4 dólares
no alcanzan
para comprar una cobija
del tamaño de la nostalgia.

La mirada se humedece
al otro lado de la puerta.
-“Hey guy”, le llaman:
Y regresa sin haber tocado tierra,
hace doble nudo al corazón
y suelta el ancla a la sonrisa.

Ulises griego regresó a los diez
Mienten los que dicen
que el tiempo se pasa volando
y que un cordero basta
para arreglar el mundo.

Tomado de: http://alicialanecia.blogspot.com

El gato en España 1 - Rubén della Sera

El gato en España 1

El gato no miente:
dale, no te voy a hacer nada
dale… vas a ver…
pero a ella la obligan a dudar.
En una cama sin aroma
la arrulla el perfume
de él,
una piel sin maquillaje.
El gato la mira
sonríe
comprende.
Ella frena, retrocede,
aunque quiere,
y el entorno,
aquella puta sociedad,
los condena.
El gato la abraza
palpitan
ella se entrega…
pero no se entrega,
no se entrega,
y no se entrega.